Desde hace años, Venezuela reforzó el avance del narcotráfico. El líder de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente Diosdado Cabello Rondón juega un papel decisivo en el proceso, no solo porque es el segundo hombre más poderoso del régimen, sino porque provee protección política y militar a los crímenes de narcoterrorismo, indicó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
El 26 de marzo, el fiscal general de los EE. UU. William P. Barr, señaló a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello (así como a 13 otros funcionarios venezolanos de alto rango) de facilitar el narcotráfico en la región. Los EE. UU. ofrecen USD 10 millones por la captura de Cabello.
“Los cargos llevarán a que el régimen se atrinchere y quienes fueron formalmente acusados vean su destino permanentemente vinculado al de Maduro”, declaró a BBC Mundo Geoff Ramsey, investigador de la Oficina de Washington para América Latina, ONG que promueve los derechos humanos. “Cabello, al igual que Maduro, no salen de Venezuela desde que los EE. UU. comenzaron a sancionarlos, lo que dificultaría su captura”.
Además de denunciar que el régimen está inundado de corrupción y criminalidad, la fiscalía estadounidense señaló que los acusados traicionaron al pueblo venezolano y corrompieron las instituciones del país, al llenarse los bolsillos con dinero del narcotráfico.
Un reporte del diario español ABC indica que Cabello encabeza una cadena de contrabando de drogas, minerales y combustibles, en la que él es el principal beneficiario. A través de esta estructura “Cabello ingresa alrededor de medio millón de dólares mensuales, que le entregan en mano, en un sobre, cada uno de los comandantes de los 24 estados venezolanos”, asegura ABC.
“Cifra a la que habría que sumarle por lo menos tres veces más”, dijo a Diálogo Daniel Pou, investigador asociado de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en República Dominicana. “Cabello no solo es el zar del narcotráfico, sino del tráfico de personas, armas y lavado de dinero”.
Pou indicó que Cabello es el hombre que maneja todos los aparatos de inteligencia, tanto militares como del sector civil. “Un hombre que a pesar de no tener mando directo sobre las Fuerzas Armadas de Venezuela colocó todos sus alfileres en ellas”.
En su informe de 2019, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que trabaja muy de cerca con la ONU, reveló que los grupos delictivos infiltraron las fuerzas de seguridad venezolanas y crearon una red conocida como el Cártel de los Soles, que facilita la entrada y salida de drogas ilegales. “Las Fuerzas Armadas Bolivarianas controlan la economía del país”, afirma JIFE.
El Departamento de Justicia estadounidense considera que desde hace 20 años existe contubernio entre el Cártel de los Soles, liderado por Maduro, y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), para enviar toneladas de cocaína a los EE. UU; y que Cabello participó personalmente en la entrega de ametralladoras, municiones y lanzacohetes a las FARC, en una base militar venezolana.
“Venezuela se convirtió en una gran organización criminal estatal”, dijo a Diálogo Jorge Serrano, académico del Centro de Altos Estudios Nacionales de Perú. “Además del Cártel de los Soles, dirigido desde hace cinco años por Cabello, hay tres organizaciones más que forman parte de los negocios oscuros del régimen y los militares de Venezuela”.
“Primero, la llamada Cúpula, articulada dentro de una perfecta y macabra división del trabajo, dirigida por Maduro con asesoría cubana; segundo, la Corporación Siria timoneada por Tareck El Aissami, uno de los políticos más cercano a Maduro, catalogado por los EE. UU. como uno de los 10 capos del narcotráfico más buscados; y tercero, la Corporación Familiar Diosdado Cabello, los cómplices más leales de la estructura criminal, que conocen el funcionamiento de ese sistema porque lo manejan desde el principio” agregó Serrano.
Cabello es el más peligroso de toda la asociación. Él se queda con la fortuna de otros altos capos y luego los manda a extraditar o a asesinar, señala el diario independiente Venezuela Libre.
“Cuando se desmonte esta dictadura y empiecen a confesar los imputados, conoceremos las grandes fortunas que lograron amasar a lo largo de 20 años de ‘revolución’. Mientras, Cabello y Maduro seguirán atrincherados en su propia casa controlando la economía del país con ayuda de las fuerzas militares”, concluyó Pou.