Juan Manuel Pino Forero, ministro de Seguridad Pública de Panamá, coordina un esfuerzo nacional y regional para combatir las organizaciones transnacionales criminales. El trabajo interinstitucional con las agencias de seguridad, los acuerdos binacionales fronterizos y la cooperación del Triángulo Sur, son parte de su compromiso contra las redes ilícitas.
El ministro Pino conversó con Diálogo durante la Conferencia de Seguridad Centroamericana (CENTSEC) 2021, realizada en la Ciudad de Panamá, entre el 22 y 23 de junio.
Diálogo: ¿Cuál es la importancia para Panamá de ser coanfitrión de CENTSEC 2021?
Juan Manuel Pino Forero, ministro de Seguridad Pública de Panamá: Panamá sufrió en 2020 las consecuencias de la pandemia del COVID-19 y los efectos de los huracanes Eta e Iota. Salimos adelante en esta emergencia gracias a la coordinación interna y a la colaboración de Colombia, Costa Rica y los Estados Unidos. Esto demuestra que los países tenemos que integrarnos para enfrentar las amenazas y enemigos comunes. Por eso CENTSEC es importante, porque nos permite esa integración para realizar el intercambio de ideas muy puntuales y efectivas y coordinar acciones, ya que los efectos del impacto ambiental, la lucha contra el crimen transnacional organizado y la migración irregular, son escenarios que afectan la seguridad y que debemos prestarle atención.
Diálogo: ¿En qué consiste el Centro Regional de Operaciones Aeronavales (CROAN)?
Ministro Pino: En plena pandemia tuvimos una iniciativa interna para consolidar el CROAN con el apoyo de los Estados Unidos. El CROAN une los esfuerzos marítimos de la Policía Nacional, el Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) y el Servicio Nacional Aeronaval, para combatir el tráfico ilícito de drogas en el mar a través de la interdicción nocturna y diurna. No se realizó una gran inversión, solo se unió una doctrina para combatir un enemigo común.
El CROAN es un centro de operaciones donde se dan las instrucciones para la interdicción marítima y tiene conexión con la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur del Comando Sur, donde Panamá tiene un oficial de enlace. Esta iniciativa que empezó el año pasado es muy exitosa. A junio de este año, Panamá llevaba incautadas 62 toneladas de drogas. Por lo que demuestran las cifras, este va a ser el año récord de incautaciones de Panamá, que es producto de la efectividad de ese trabajo en conjunto.
Diálogo: ¿Qué avances arroja la estrategia entre Colombia, Costa Rica y Panamá, conocida como el Triángulo Sur? ¿Cómo los EE. UU. apoyan esa estrategia?
Ministro Pino: Es una estrategia basada en la confianza mutua. Panamá tiene acuerdos bilaterales con el Ejército, la Policía y la Armada de Colombia. De igual manera, acuerdos bilaterales con el Servicio Nacional de Guardacostas, el Servicio de Vigilancia Aérea y la Fuerza Pública de Costa Rica. El Triángulo Sur es muy efectivo con el apoyo de los EE. UU., porque el mayor esfuerzo o el primer bloque de parada que hay que hacerle a la droga tiene que ser lo más al sur posible, ya que una vez que la droga se transporta más al norte, se dispersa y se vuelve más costosa. Si continuamos cerrando ese paso marítimo de manera conjunta, como lo hacemos entre Colombia, Panamá, Costa Rica y los EE. UU., seguiremos siendo mucho más efectivos.
Diálogo: Panamá y Colombia incrementaron operaciones de vigilancia en las zonas de frontera, en el Tapón del Darién. ¿Qué resultados arrojan esas operaciones?
Ministro Pino: El Tapón del Darién es una zona inhóspita, por lo que contamos con tres bases binacionales con la Policía y el Ejército de Colombia, que están construidas en el límite de la frontera, donde una mitad pertenece a Colombia y la otra a Panamá. Estas bases son ejemplo para la región por el excelente trabajo en equipo, y el intercambio de información e inteligencia. Esta cooperación a través de los años ha sido efectiva, porque este esfuerzo ha hecho que la presencia de fuerzas irregulares dentro del territorio panameño se convierta en casi nula.
Diálogo: ¿Cuál es el mayor desafío de seguridad para Panamá?
Ministro Pino: La lucha contra la drogas. Panamá era el primer lugar de llegada o de paso de la droga entre el 2014 y 2015, pero esta situación cambió. Estos grandes esfuerzos que realiza mi país en inversión de capacidades ha hecho que las organizaciones criminales transnacionales busquen otras rutas. Un paquete de droga, al tocar tierra firme, se convierte de manera automática en un problema de orden público y social. La droga contamina nuestras sociedades y en especial a la juventud. En la actualidad tenemos varias iniciativas para afrontar este desafío, como es el proyecto de Ley de Extinción de Dominio que presentamos en abril a la Asamblea Legislativa, parecida a la que tiene Colombia, para cautelar el bien que se adquirió de forma ilícita, lo que nos va a ayudar a combatir a las organizaciones criminales transnacionales.