El régimen de Daniel Ortega-Rosario Murillo autorizó que el personal, naves y aeronaves de Rusia, ingresen a Nicaragua del 1.º de julio al 31 de diciembre de 2022. Las tropas rusas participarán en ayuda humanitaria, ejercicios militares y operaciones en contra de ilícitos en el mar Caribe y el océano Pacífico, informa el decreto publicado el 7 de junio en el diario oficial La Gaceta.
“La región tiene por qué sentirse amenazada. Nicaragua compró a los rusos armamento que es ofensivo y no defensivo. Los 80 tanques que adquirió sirven perfectamente para entrar armado a cualquiera de las capitales de Centroamérica”, dijo a Diálogo el exdiputado opositor, abogado y analista político nicaragüense Eliseo Núñez. “Los rusos en Nicaragua, con capacidad militar convencional y tecnológica, son un peligro para la región. Ya vemos lo que está pasando en Costa Rica con los bloqueos de Internet que hacen los hackers (…), casualmente de origen ruso”.
El decreto incluye el ingreso rotativo de 80 militares rusos para participar en el “intercambio de experiencias y ejercicios de adiestramiento en operaciones de ayuda humanitaria” con el Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Nicaragua. Además, 50 efectivos más lo harán en adiestramiento para labores de seguridad, y otros 50 militares rusos intercambiarán experiencias “en labores de enfrentamiento, lucha contra el narcotráfico y crimen organizado transnacional”, elabora el decreto.
Expertos en seguridad y defensa subrayan que Rusia no cuenta con experiencia en el combate al crimen organizado y narcotráfico que opera en Latinoamérica, a pesar de manejar una estructura de inteligencia a través de la estación del Sistema de Monitoreo Satelital Glonass y del Centro de Adiestramiento Policial, ambos en Managua. “Y si la tiene no la sabe manejar porque no están aquí como sí están las agencias de los Estados Unidos”, dijo a Diálogo Roberto Cajina, experto nicaragüense en seguridad y defensa y ex asesor del Ministerio de Defensa. “(…) No tienen información real sobre cómo funcionan los cárteles y cuáles son las rutas”.
Algunos expertos en seguridad consideran que la autorización para que las tropas rusas entren a Nicaragua no tiene relación con fines humanitarios, como indica el decreto, sino con tareas de espionaje y recolección de inteligencia.
“Yo creo que las tropas rusas serán usadas para fines de inteligencia, para recabar inteligencia en la región”, dijo John Feeley, exembajador de los EE. UU. en Panamá, al programa de televisión nicaragüense Esta Semana. “Si soldados rusos llegan a Nicaragua para realizar actividades humanitarias, invito al pueblo nicaragüense y a cualquier observador a ver lo que están haciendo los soldados rusos en Ucrania”.
“Nicaragua invitó a fuerzas rusas para hacer ejercicios, aunque sean humanitarios, en un momento en que ese país está invadiendo a un vecino y cometiendo violaciones a los derechos humanos en Ucrania. Nos parece una provocación por parte del régimen nicaragüense y peligroso para nuestro hemisferio”, dijo a la emisora alemana DW el subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos Hemisféricos de los EE. UU. Brian Nichols. “Obviamente, tenemos que usar las palancas y herramientas en nuestro poder para expresar nuestro desacuerdo con sus acciones”.
El exembajador nicaragüense ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields, quien renunció a su cargo en marzo pasado tras criticar al régimen de Ortega-Murillo, coincidió. “A diferencia del Comando Sur [de los EE. UU] que lleva ayuda humanitaria, barcos hospitales, medicinas, cirugías y servicios gratuitos de calidad a quienes más los necesitan, la cooperación rusa impulsa espionaje, técnicas de represión colectiva, tortura, tanques blindados [y] bases no tan secretas”, dijo en su cuenta de Twitter.
Juan González, director sénior para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional de los EE. UU., advirtió repercusiones en la región no solo a nivel diplomático, sino también comercial.
“Aquí hay un consenso de que Nicaragua está yendo en una dirección que preocupa a todo el mundo en el hemisferio, no importa el espectro político en donde estén los gobiernos (…) ahora estamos analizando de forma bastante contundente la presencia de ellos en el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica”, dijo González a la Voz de América el 14 de junio, al cierre de la IX Cumbre de las Américas. “Nosotros tenemos autoridades amplias de seguridad nacional para imponer restricciones en cualquier país por temas de seguridad nacional. La invitación de ejércitos externos, especialmente uno que ha invadido otro país, eso es algo que debe preocupar a todo el mundo”.