A fines de agosto Meta, la empresa matriz de Facebook, desarticuló una amplia red de cuentas falsas asociadas a las fuerzas de seguridad chinas, así como la operación de influencia pro-China conocida como Spamouflage que promueve los intereses de Pekín, según un informe acerca de ciberamenazas, publicado por Meta el 26 de agosto.
“Esa propaganda ejerce una fuerte influencia en la percepción pública y la opinión política”, dijo el 2 de octubre a Diálogo Luis Fleischman, profesor de sociología y de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Palm Beach, en Florida. “A lo largo de la historia esta herramienta ha demostrado su poder para deformar la percepción de la verdad, utilizando la repetición y la persuasión como sus principales armas”.
Meta reveló que eliminó alrededor de 7700 cuentas de Facebook, 950 páginas, 15 grupos y 15 cuentas de Instagram, que impulsaban comentarios positivos sobre China y críticas maliciosas hacia los Estados Unidos, así como hacia las políticas occidentales y detractores del Gobierno chino, incluyendo periodistas e investigadores.
Esta investigación se inició en respuesta a informes públicos sobre actividades dirigidas a una ONG de derechos humanos a finales de 2022, lo que llevó al descubrimiento de una operación de influencia encubierta activa en más de 50 plataformas y foros en línea, abarcando desde redes sociales hasta blogs, detalló el informe.
“Es la operación de influencia encubierta, aunque infructuosa, más grande que conocemos en el mundo”, dijo a la plataforma estadounidense Voz de América Ben Nimmo, líder de Meta Global Threat Intelligence.
Esta red, con base en China, tenía como objetivo diversas regiones como Australia, los EE. UU., Japón, Reino Unido, Taiwán; y audiencias globales de habla china, precisó. A pesar de la desactivación de cuentas, la red se adaptó adquiriendo páginas spam con seguidores no auténticos, centrando sus esfuerzos en Bangladesh, Brasil y Vietnam.
Nimmo indicó que la red compartía contenido idéntico en varias plataformas web, incluyendo enlaces, artículos y comentarios “personales”, a pesar de ser emitidos por cientos de cuentas diferentes, lo que sugiere coordinación centralizada. En varios casos se usaban números de series en comentarios, indicando posible copia desde una lista.
Spamouflage
Meta también vinculó esta red con la operación de spam conocida como Spamouflage, la mayor operación multiplataforma de influencia encubierta que ha estado combatiendo desde 2019. A pesar de los intentos chinos de mantener el anonimato, Meta logró identificar “conexiones con individuos relacionados con las fuerzas del orden chinas”.
También señaló que las actividades indicaban una posible operación conjunta en un lugar compartido, con patrones de trabajo distintivos: aumentos de actividad por la mañana y tarde, hora de Pekín, pausas para comidas y un último aumento de actividad nocturna.
Cuando Spamouflage surgió en 2019, dice Meta, se centró en las plataformas de Facebook, Twitter y YouTube. Sin embargo, a medida que estas plataformas comenzaron a detectar y bloquear sus actividades de spam, la operación cambió su enfoque hacia plataformas más pequeñas, como foros locales en Asia y África.
La magnitud de esta presunta campaña en línea destaca los intentos de China de influir en las narrativas mundiales, subrayando su creciente papel como un actor agresivo en la propagación de desinformación, en sintonía con países como Rusia, señaló la revista Nikkei Asian Review, con sede en Japón.
“Incluso en regímenes totalitarios como el ruso, la propaganda desempeña un papel crucial en la construcción de realidades percibidas como verdaderas por la población”, señaló Fleischman. “Una de las tácticas más efectivas de la propaganda es la repetición constante de mensajes, lo que puede llevar a que con el tiempo una mentira se perciba como verdad”.
Figuras locales
Un ejemplo de ello se reveló el 11 de julio, cuando la revista Time informó sobre la existencia de una red de cuentas en Twitter que promocionaba la imagen de China en países latinoamericanos, como testimonio del constante esfuerzo de Pekín por expandir su presencia en la región, buscando establecerse como un aliado de gran relevancia.
En abril, Google identificó más de 100 000 cuentas relacionadas con “una red de influencia de spam relacionada con China”. Sin embargo, la mayoría de estas cuentas tenían pocos seguidores, según informó la revista estadounidense MIT Technology Review.
Las intenciones detrás de las actividades en las redes sociales de China son menos evidentes, ya que podrían estar planificando estrategias a largo plazo. Aunque hoy pueden ser considerados actores menores, es importante tomar medidas antes de que adquieran suficiente influencia, similar a lo que ha logrado Rusia, detalló MIT.
Este fenómeno también se manifiesta en el uso de figuras locales por parte de países como China, Rusia e Irán en su maquinaria de propaganda, comentó Fleischman. Estas figuras locales son utilizadas para difundir mensajes propagandísticos, darles apariencia de legitimidad y propagar información errónea en beneficio de estos gobiernos.
“La preocupación radica en que muchas personas consumen y aceptan estas narrativas propagandísticas sin cuestionar su veracidad, destacando la importancia de abordar este problema en un mundo donde los medios estatales y las redes sociales facilitan la difusión de propaganda y desinformación de manera alarmante”, precisó.
Actualmente, China percibe la necesidad de ganar un mayor apoyo en el mundo occidental. A pesar de la interdependencia económica existente, consideran que esto no es suficiente, según Fleischman. Su enfoque se dirige hacia las personas y sus perspectivas, buscando influir en la manera en que piensan.
Meta sigue bloqueando ciberdominios maliciosos vinculados a actividades violatorias en sus servicios, enfocándose en la transparencia y la colaboración internacional para contrarrestar estos esfuerzos, que buscan manipular el debate público y difundir desinformación. “Bien por Meta, por haber desmantelado esa red china”, concluyó Fleischman.