Tradicionalmente, los cárteles delictivos en Latinoamérica han estado a cargo del tráfico de drogas. En Venezuela, el gobierno es la entidad que se encarga de manejar esta actividad. Bajo el régimen de Nicolás Maduro, Venezuela incrementará su protagonismo en el negocio internacional de la cocaína.
En una entrevista con Voz de América (VOA), el Almirante de la Marina de los Estados Unidos Craig S. Faller, jefe del Comando Sur, manifestó que el dinero del tráfico ilícito es ahora “una parte importante” del financiamiento del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
En el mismo reportaje, el Almte. Faller mencionó que “el régimen ilegítimo de Maduro a expensas de su pueblo, es triste, ha facilitado un aumento de todo tipo de actividades ilícitas. Y eso es flujo de drogas, eso es terrorismo, es minería ilegal. Este flujo de drogas ha sido parte de eso. Si usted es un líder del cártel, ahora ve que el transporte comercial y aéreo para distribuir su producto través de Venezuela es un camino fácil, y Maduro y su régimen ilegítimo están recibiendo una tajada de esto. Maduro hace lo que sea necesario para mantener a su equipo en el poder, y en gran parte para mantener sus finanzas en marcha necesita dinero ilícito de los narcóticos”.

En una entrevista de noviembre de 2019 con el Miami Herald, el Almte. Faller agregó: “Hay más de un 50 por ciento de aumento en el narcotráfico en y a través de Venezuela, y Maduro y sus compinches se están llenando los bolsillos en connivencia con el narcotráfico”.
El 13 de noviembre de 2018, VOA informó que, en mayo de 2018, se nombró al exjefe de inteligencia venezolano Hugo Carvajal, como miembro clave del cártel venezolano conocido como Cártel de los Soles. Según el Departamento de Justicia de los EE. UU., este nombre tiene su origen en las estrellas doradas que llevan como emblema los generales de la Guardia Nacional Bolivariana.
Estos oficiales militares de alto rango son quienes dirigen el cártel, que no solo coopera con traficantes de droga, sino que también proporciona una seguridad fuertemente armada, armamento militar e inteligencia para proteger algunos de estos cargamentos de droga.
Según el Small Wars Journal, “se sabe que el Cártel de los Soles es la única organización narcotraficante de la región, totalmente conformada por militares y funcionarios gubernamentales. De hecho, los cabecillas del Cártel de los Soles operan en todos los estratos de la estructura narcotraficante venezolana, lo que los convierte en una fuerza criminal de importancia.
Más aún, gracias a su singular composición de funcionarios de alto rango, cuentan con puestos de mando y control únicos en todos los aeropuertos, puestos de control y puertos importantes por donde pasan los cargamentos de drogas. Esto se da particularmente en estados como Apure, Zulia y Táchira, todos ellos ubicados a lo largo de la frontera que comparten Venezuela y Colombia.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC en inglés) del Tesoro de los EE. UU. sancionó en 2018 a uno de los líderes del cártel, Diosdado Cabello, por haberse “enriquecido ilícitamente gracias a actividades de extorsión, lavado de dinero y malversación de fondos”. Cabello es la segunda figura más encumbrada del régimen venezolano.
Según la OFAC, Cabello “coordinó actividades de narcotráfico con Maduro, quien se benefició enormemente con esa actividad”. En mayo de 2018, un comunicado de prensa del secretario del Tesoro de los EE. UU. Steven T. Mnuchin, indicó que “el pueblo venezolano sufre a causa de políticos corruptos que se aferran al poder mientras se llenan los bolsillos. “Estamos imponiendo sanciones a figuras como Diosdado Cabello, que se aprovechan de sus puestos públicos para involucrarse en el tráfico de drogas, lavado de dinero, malversación de fondos estatales y otras actividades ilícitas”.
Johan Obdola, presidente de la empresa de inteligencia y seguridad internacional IOSI, enfocada en Latinoamérica, comentó a Fox News que “la fuerza militar venezolana se ha convertido en una organización narcocriminal armada. La mayoría de los jefes de medio y alto rango están muy involucrados en actividades de corrupción, operaciones de drogas y abusos graves de derechos humanos”.
Obdola agregó que “las pequeñas agencias policiales y unidades militares que apoyan al régimen en todo el país llevan a cabo estas operaciones delictivas enfocadas en el tráfico de drogas, secuestros y robos, para sobrevivir a la crisis”.