A finales de diciembre de 2022, el organismo responsable de la administración de los recursos oceánicos de los Estados Unidos NOAA Fisheries, anunció un plan para expandir y actualizar el Programa de monitoreo de importación de mariscos (SIMP), para bloquear la pesca ilegal no declarada y no reglamentada (INDNR) en el mundo.
“El programa es una de las varias herramientas que NOAA utiliza para combatir la pesca INDNR y garantizar que los Estados Unidos sigan liderando el esfuerzo por salvaguardar la sostenibilidad de las especies marinas en todo el mundo”, dijo en un comunicado Janet Coit, administradora adjunta de NOAA Fisheries.
“Este esfuerzo para fortalecer la trazabilidad de los productos tiene hasta marzo de 2023 para recibir opiniones”, dijo el 27 de enero a Diálogo Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana Perú, sobre el periodo de comentarios antes de la publicación de una regla definitiva. “Es una iniciativa hacia la reducción de la pesca ilegal no declarada y no reglamentada (…) que es necesario acoger”.
La regla propuesta agrega especies a la lista del programa de aproximadamente 1100 a 1672 especies únicas como pargo rojo, atún, sepia, calamar, anguila, pulpo, concha reina y langosta del Caribe. Estas adiciones limitarán el etiquetado erróneo y la sustitución de productos que se usan para evitar los requisitos del programa.
“Al expandir el SIMP a otras especies en riesgo nuestro objetivo es aumentar nuestra capacidad para identificar peces y productos del mar INDNR y disuadirlos de ingresar al mercado estadounidense”, precisó Coit. Los EE. UU. establecieron el SIMP en diciembre de 2016.
La iniciativa incluye un nuevo lenguaje que obliga a los importadores a proporcionar datos electrónicos de los productos pesqueros, desde el punto de captura hasta el punto de entrada, reportó la plataforma estadounidense Sea Food Source.
Sostenibilidad amenazada
La pesca INDNR contribuye directamente a la sobrepesca, amenazando la sostenibilidad de la pesca y los ecosistemas marinos, socavando las comunidades costeras y la seguridad alimentaria, muestra el sitio de noticias marítimas Marine Insight, con sede en India.
También desestabiliza la seguridad de los países marítimos, perjudica económicamente a los pescadores que operan legalmente, e impulsa la trata de personas, trabajo forzado y otros abusos de los derechos humanos.
Muchas veces, la pesca INDNR va de la mano con otros delitos como el tráfico de narcóticos, señaló en Internet InSight Crime, la organización internacional que se dedica a investigar el crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe. “China ha sido clasificada de manera consistente como el peor infractor mundial de pesca INDNR, por su monumental flota pesquera en aguas remotas”, detalló.
Por su parte, la revista ADF del Comando África de los EE. UU. reportó el 6 de diciembre de 2022 que ocho de las 10 principales empresas del mundo involucradas en la pesca INDNR son chinas.
Centenares de embarcaciones chinas operan en los mares latinoamericanos durante todo el año, y desde hace mucho tiempo son acusados de saquear dos importantes zonas pesqueras: las aguas cercanas a Argentina en el Atlántico Sur y las aledañas a Chile, Perú y Ecuador en el Pacífico Sur, detalla InSight Crime.
“Aunque la prioridad de China es obtener recursos para su propia población, pescan productos de alto valor que exportan. Para hacerlos llegar al mercado tendrán que pasar por el proceso de acreditación del SIMP, y a partir de este año también el de Japón”, expresó Sueiro.
Plan para retroceder
En un artículo publicado a finales de diciembre para la plataforma estadounidense de política exterior War on The Rocks, El Capitán de Fragata de la Guardia Costera de los EE. UU. Aaron Delano-Johnson y el Capitán de Fragata de la Marina de los EE. UU. Chris Bernotavicius afirman que la Guardia Costera de los EE. UU. está bien posicionada para trabajar con los países para hacer retroceder las prácticas pesqueras de China y tomar la iniciativa en este tema.
“Asimismo, tienen la capacidad para proporcionar a los socios y aliados que lo deseen asesoramiento y asistencia en materia de pesca ilegal, y pueden trabajar con los países ribereños para identificar y remediar esta amenaza”, precisaron los Cap. de Frag. Delano-Johnson and Bernotavicius.
“Otra forma de evitar la pesca INDNR es cambiar determinadas reglas como los transbordos en altamar. Esto debería tener mayor control y un procedimiento diferente”, manifestó Sueiro. “En el caso del calamar gigante está permitido. Las embarcaciones-bodega regresan a China y los buques pesqueros siguen capturándolo. No hay certeza de lo que registran”.
“Los países necesitan fortalecer una visión más integral, no solo de interés para llegar a determinados mercados y se pueda acceder a través del SIMP, sino para proteger los recursos de la pesca INDNR y las distorsiones que genera, así como fortalecer los organismos regionales y las medidas rector de puerto en el ámbito global”, finalizó Sueiro.