El Partido Comunista Chino (PCCh) y sus aliados “Emplean tácticas cada vez más elaboradas y coactivas para desarrollar discursos mediáticos y reprimir informes negativos”, incluidas las prácticas de intimidación contra periodistas, reveló el informe de septiembre Influencia mediática global de Beijíng 2022, de la organización sin fines de lucro estadounidense Freedom House, que defiende los derechos humanos y la democracia.
“La presión política y económica con los tratados de libre comercio suscritos es un mecanismo que implementa Beijín con los países emergentes o del tercer mundo”, comentó a Diálogo el 10 de octubre Luis Ángel Hurtado, experto en comunicación política, y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Cuando tiene un tema a discusión (…) busca tener injerencia de la forma cómo se trata la imagen pública de China en los medios de comunicación”.
El informe examina los mecanismos de infiltración de China en la prensa de 30 países, en 16 de los cuales asegura que el grado de implantación es alta o muy alta. Argentina, España, Estados Unidos y Reino Unido, se encuentran entre los países más afectados.
Dentro de las tácticas más utilizadas están la difusión masiva de contenidos avalados por Beijín en los principales medios de comunicación, el acoso, ciberacoso, y la intimidación a los medios que publican noticias u opiniones contrarias a China, las cuentas falsas en redes sociales y las campañas de desinformación dirigidas, precisa el informe.
Asimismo, expone que el Gobierno chino consigue que sus medios lleguen a grandes audiencias, incentiva la autocensura en temas desaprobados por el PCCh, y que tanto funcionarios públicos como propietarios de medios de algunos países colaboren con la divulgación de discursos propagandísticos.
“En todos los países estudiados, los diplomáticos chinos o los medios de comunicación estatales [chinos] promovieron abiertamente falsedades o contenido engañoso para los consumidores de noticias”, explicó Ellie Young, analista de investigación de Freedom House para China, Hong Kong y Taiwán, a la plataforma centroamericana Expediente Público.
En la mitad de los países examinados, según el informe, China emprendió acciones para intimidar, acosar o ejercer presión sobre periodistas, editores o comentaristas por su información, en ocasiones exigiendo retractar o eliminar contenido desfavorable; junto con amenazas implícitas o explicitas de afectar las relaciones bilaterales, retirar publicidad o interponer demandas.
La estrategia de desinformación de China busca posicionarlo como la nueva hegemonía benevolente (alternativa a los Estados Unidos), y la potencia dominante en el sistema internacional actual, muestra el reporte Medición del impacto de la información falsa, la desinformación y la propaganda en América Latina del laboratorio de ideas estadounidense Global Americans.
Latinoamérica
En los países latinoamericanos estudiados por Freedom House, los medios estatales chinos como Xinhua, China Global Televisión Network, la revista China Hoy, China Radio International y el periódico China Daily, renovaron acuerdos de cooperación con medios públicos en Argentina, Brasil, Chile, México, Panamá y Perú. China también firmó nuevos acuerdos con varios medios privados.
En Argentina, los investigadores encontraron evidencia de la actividad de las tropas cibernéticas chinas, con cuentas sospechosas que amplifican las publicaciones de los medios de comunicación estatales chinos.
Los esfuerzos de presión mediática de Beijing en Chile aumentaron durante 2019-2021. Esto se reflejó en nuevas cuentas diplomáticas en las redes sociales y mensajes más activos de la embajada, así como presión continua para profundizar los lazos con los productores de noticias locales, mediante acuerdos para compartir contenido.
Docenas de periodistas de todo el espectro político y geográfico de los medios panameños viajan a China desde 2018, como turistas o para capacitaciones, a expensas del Gobierno chino o la empresa china de telecomunicaciones Huawei –una empresa con estrechos vínculos con el PCCh. Estos viajes se utilizan a menudo para desalentar la presentación de informes negativos por parte de los participantes, indica el reporte de Freedom House.
En Perú, el contenido de los medios estatales chinos es compartido por los principales medios públicos y privados.
Para los estados no democráticos, como China, estas fuentes de medios y sus actividades reflejan una estrategia a largo plazo, para ampliar las metas geoestratégicas e incluso territoriales al desarrollar aliados, socavar a los EE. UU. y la influencia occidental, y la restructuración del orden internacional, detalló Global Americans.
“Desde hace cinco años China comenzó a expandir sus cadenas de televisión, radio, revistas y agencias de noticias estatales en diferentes partes del mundo en otros idiomas, como en español”, manifestó Hurtado. “Le esta apostando a esto para cambiar su imagen y ganar influencia”.
Alfabetización mediática
A fin de contrarrestar estas acciones de China, los países latinoamericanos deben
implementar la “alfabetización mediática, tal como ocurre en los países liberales y democráticos [de Europa y de los EE. UU.], para el uso correcto de los medios, inclusive en momentos de crisis”, dijo Hurtado.
Los gobiernos, los medios de comunicación, la sociedad civil y las empresas de tecnología, tienen un papel que desempeñar para mejorar la resiliencia democrática frente a los esfuerzos de influencia cada vez más agresivos del PCCh, concluye el estudio de Freedom House.