En medio de paquetes de granos de café, la Policía Federal brasileña (PF) encontró 558 kilogramos de cocaína el 3 de febrero de 2022. La carga estaba lista para ser enviada desde el puerto de Santos a Alemania. Las incautaciones de droga en los puertos brasileños, especialmente en el de Santos, situado en el estado de São Paulo, y el segundo más grande de Latinoamérica después del puerto de Colón, en Panamá, son tan frecuentes que un reciente informe de la organización internacional de periodismo de investigación InSight Crime lo clasificó como “un centro crucial en el comercio mundial de cocaína”.
Entre 2010 y 2019, la PF confiscó un total de 80,7 toneladas de cocaína en el puerto de Santos. En 2020, incluso con la pandemia, fueron incautadas 14,1 toneladas de cocaína. En 2021, las operaciones de la Secretaría de Ingresos Federales de Brasil (RFB en portugués) interceptaron alrededor de 15 toneladas de cocaína en cargamentos en el puerto, informó el sitio web de noticias brasileño G1. Alrededor del 80 por ciento de esa droga estaba destinada a países europeos, según datos de la PF publicados por la revista brasileña Piauí.
El puerto de Santos está conectado con más de 600 puertos de todo el mundo en 125 países, según indica su página web oficial. Varias facciones criminales se aprovechan de esta conectividad, pero el Primer Comando Capital (PCC), que ejerce el control del tráfico de drogas en São Paulo, es considerado uno de los más importantes, dice InSight Crime. La banda ha extendido sus tentáculos de narcotráfico por toda la región, y tiene el control de varias de las principales rutas de tráfico de cocaína, introduciendo en Brasil la droga producida en los países andinos y transportándola a sus centros de exportación, especialmente a puertos como el de Santos, añadió la organización investigadora.

En un informe de principios de 2021, Insight Crime indicó que en un intento de evitar las interdicciones en los puntos cruciales tradicionales (puertos colombianos o peruanos), las organizaciones criminales han emigrado a otros puertos de la región en países como Brasil y Ecuador. “Las conexiones directas de Brasil con las zonas de producción de Colombia, Perú y Bolivia, por un lado, y por otro los numerosos puertos de contenedores de la costa atlántica, lo han convertido en una perspectiva atractiva para los traficantes que buscan nuevas rutas hacia Europa”, reportó.
En los puertos los medios para introducir los estupefacientes en los barcos son variados. “[Los delincuentes] sobornan a los trabajadores que operan de alguna manera en la cadena logística”, dijo Oswaldo Souza Dias Junior, auditor fiscal de la RFB del Servicio de Aduanas del puerto de Santos, para un reportaje del portal brasileño UOL. Estos profesionales son sobornados para colocar las drogas directamente en los contenedores o para facilitar su paso por el sistema de rayos X.
Pero el PCC también recurre a métodos menos convencionales, como el uso de buzos. El 11 de enero de 2022, el delincuente español Joaquín Francisco Giménez, conocido como Aquaman del PCC, fue detenido cuando se dirigía a colocar casi 1 tonelada de cocaína en un barco en el puerto de Santos, informó G1. Giménez solía ser contratado por el PCC para bucear bajo el casco de los barcos, donde accedía a un compartimento donde introducía paquetes de droga.
Los puertos brasileños también sufren la influencia de las estructuras internacionales. En el puerto de Santos, la banda italiana ‘Ndrangheta es señalada por el informe InSight Crime como el principal socio del PCC. Según el Proyecto de Información sobre el Crimen Organizado y la Corrupción, una organización internacional de periodismo de investigación especializada en el crimen organizado, la ‘Ndrangheta es una de las redes criminales más poderosas de Europa, dedicada a la compra de cocaína en Latinoamérica, para luego transportarla y venderla en Europa. También hay interferencias de delincuentes de origen serbio y africano.
Sin embargo, Brasil ha redoblado sus esfuerzos para impedir los envíos de droga en contenedores desde sus puertos. A finales de diciembre de 2021, en sólo tres días la PF dio un golpe a los narcotraficantes e incautó 2510 kg de cocaína en el puerto de Santos. La droga tenía como destinos Francia, España y Ghana.