Las incautaciones de éxtasis en Chile han aumentado drásticamente, pasando de unas 400,000 dosis a más de 1,2 millones entre 2018 y 2019 según el Informe 2020 del Observatorio del Narcotráfico en Chile de la Fiscalía de la nación, publicado el 29 de julio. El informe también nota el surgimiento en territorio nacional de laboratorios de drogas sintéticas, especialmente éxtasis, lo que califica de “una fase distinta del narcotráfico que se desarrollaba en Chile”.
En 2019, los Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones hallaron al menos 15 laboratorios clandestinos, indica el informe, de los cuales seis serían para procesar drogas sintéticas. El documento precisa que “en este tipo de laboratorios no se produce ni se sintetiza droga, solo se dosifica”.
“Lo que si ha ocurrido es que a partir de éxtasis puro que viene del extranjero, acá se establece un proceso de manufactura de los comprimidos”, dijo al diario chileno La Tercera el Comisario Patricio Navarro, jefe del Departamento de Sustancias Químicas Controladas del Ministerio del Interior.
Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2020 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el éxtasis se sigue produciendo principalmente en Europa.
El informe añade que dos tercios de los laboratorios de éxtasis desmantelados en todo el mundo en el período 2014-2018 se encontraron en Europa. Varios indicadores, dice el informe, como el número de laboratorios desmantelados, el número de incautaciones realizadas y las cantidades de éxtasis decomisadas sugieren que la oferta global habría aumentado entre 2010 y 2018.
La Unidad Antidrogas de la Fiscalía de Chile ha identificado tres rutas principales para la entrada del éxtasis en Chile, reportó La Tercera: por correo desde Europa, más específicamente desde los Países Bajos y España–, por correo desde Colombia y otros países vecinos, y por carretera desde Argentina.
“Este país [Argentina] ha denunciado la existencia de una ruta desde los Países Bajos, pasando por Brasil y Uruguay”, dijo a La Tercera Luis Toledo, director de la Unidad Antidrogas. “El contacto de traficantes chilenos con sus pares argentinos permite que los primeros viajen a adquirir la sustancia al país vecino y la introduzcan a Chile, oculta en bolsos e intersticios de vehículos”.
En septiembre de 2019, en un operativo conjunto entre las fuerzas de seguridad de Chile y de Argentina, las autoridades desarticularon una banda que enviaba drogas por correo desde Buenos Aires hacia Santiago. Según reportó InSight Crime, una organización especializada en las amenazas a la seguridad en Latinoamérica y el Caribe, las autoridades capturaron a 10 personas, luego de detectar un envío postal con 1,6 kilogramos de éxtasis en polvo. La banda criminal utilizaba el polvo para fabricar píldoras.
“No hay ninguna otra droga en la historia del país que en un período tan breve de tiempo haya aumentado tan drásticamente, tanto en su incautación […] como en su consumo”, dijo Toledo a La Tercera.