La crisis económica que atraviesa Venezuela ha provocado que algunas familias compartan sus alimentos con vecinos para poder garantizar el acceso a las proteínas.
En varias zonas de Caracas, la capital venezolana, quienes residen en una misma comunidad, se reúnen ocasionalmente para preparar una comida completa que cada uno individualmente no puede comprar.
Evelyn Salazar, residente de una zona del oeste de Caracas, relata a la Voz de América que en 2018 comenzaron a sentir que ya no podían pagar por todos los grupos de alimentos y por ello tomaron la decisión de unir fuerzas.
“De repente yo tenía la harina para la arepa pero ella tenía el queso (…) pero no tenía la harina, entonces conversando, todas las noches nos reuníamos (…) una cenaba, la otra no, y llegamos a un acuerdo de que nos íbamos a reunir y cada quien aportaba algo”.
Salazar narra que apelan a esta táctica al menos tres veces por semana, para incluso poder brindarle algo distinto a sus hijos.
Según la última encuesta de varias universidades del país que realizan la Encuesta Nacional de las Condiciones de Vida de la Población Venezolana (ENCOVI) en los últimos 3 años, la compra de productos como pollo y carne bajó entre un 34 y 45 por ciento, debido al escenario hiperinflacionario que vive la nación suramericana. La inflación en agosto de 2019 fue de 65,2% y la acumulada del año se ubicó en 2.674 por ciento, según datos de la opositora Asamblea Nacional.
Eliana Santaella, quien también forma parte de este grupo, explicó a la VOA que su principal preocupación es la pérdida de peso de su hija y ha encontrado en este compartir una forma para aplacar el hambre. El régimen de Nicolás Maduro en Venezuela dice que ha puesto a disposición de la ciudadanía 3 mil casas de alimentación para producir fuentes de proteínas accesibles a las comunidades pobres.
De acuerdo con ENCOVI, la dieta de los venezolanos con menos recursos es anémica, caracterizada por exceso de harinas y arroz y déficit de hierro. El estudio igualmente revela que 9 de cada 10 venezolanos confiesan que el dinero que ganan no es suficiente para pagar su alimentación.
Venezuela entró en septiembre entre los 41 países del mundo que sigue necesitando ayuda alimentaria externa, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.