Expertos en el estudio del cambio climático y sus consecuencias en materia de seguridad manifestaron que los militares de toda América debían promover la preparación ante desastres naturales y sus consecuencias. Aunque las fuerzas armadas de la región tienen cada vez más participación en entrenamientos y ejercicios combinados basados en escenarios de desastres naturales, como por ejemplo el ejercicio anual FAHUM del Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM), que reúne a cientos de militares de la región para participar en simulaciones de catástrofes naturales, las últimas tendencias climáticas sugieren que es necesario trabajar más en materia de preparación ante cambios en el entorno natural, y evaluar de qué forma estos cambios pueden obstaculizar capacidades e instalaciones militares.
La sequía y las inundaciones generadas por los aumentos en el nivel del mar son ejemplos de fenómenos que las organizaciones militares no suelen tener en cuenta cuando se trata de la seguridad. Por eso no trabajan en la mitigación de riesgos. Estos riesgos no tradicionales no solo ponen en peligro la paz y la estabilidad en la región, sino que también afectan de forma significativa las instalaciones en donde las fuerzas armadas planifican, entrenan y lanzan sus operaciones.
“En Latinoamérica y el Caribe, el cambio climático conlleva riesgos significativos que afectan áreas específicas de diversas formas. Desde glaciares andinos que se derriten hasta inundaciones en la cuenca del Amazonas; desde sequías intensas en el Cerrado brasileño (sabana tropical) hasta un crecimiento en la inseguridad alimentaria en Centroamérica; desde eventos climáticos extremos en el Caribe hasta patrones de lluvia fluctuantes en la Patagonia, toda la región enfrenta una serie de desafíos emergentes”, indica en su página web el Instituto Igarapé, un centro de estudios enfocado en problemas de seguridad y desarrollo.
Según un informe emitido por el Departamento de Defensa de los EE. UU. en enero de 2019, 53 de las 79 bases militares de misiones esenciales corren riesgo de sufrir inundaciones recurrentes, debido al aumento de tormentas y cambios en el nivel del mar. Además, 60 de esas instalaciones enfrentarán esta amenaza en los próximos 20 años.
El informe de 2017 Cambio climático y las fuerzas armadas, del Centro de Estudios de Defensa Nacional de España, una de las principales instituciones de instrucción de las Fuerzas Armadas de España, dice que los aumentos en el nivel del mar comenzaron a afectar instalaciones en todo el mundo en donde los militares se entrenan y operan.
“El aumento del nivel del mar es un importante riesgo para las instalaciones militares que se encuentran cerca de la costa, en algunos casos muy amenazantes, sobre todo cuando vienen combinadas con fenómenos climáticos extremos, como los huracanes de gran intensidad”, indicó el informe.
Existen dos amplias categorías de riesgos relacionados con los factores medioambiente-seguridad. La primera tiene que ver con un alto riesgo para las instalaciones militares. Además de las inundaciones, el informe del Departamento de Defensa aborda la desertificación, el descongelamiento del permafrost y los incendios forestales. Por ejemplo, en agosto de 2018 se desató un incendio, el segundo en un mes, en la Base Tolemaida de las Fuerzas Militares de Colombia, en el departamento de Cundinamarca, donde se quemaron más de 137 hectáreas. Esto generó consecuencias en la infraestructura y los entrenamientos.
El segundo riesgo está relacionado con inseguridad alimentaria y el agua a causa del cambio climático, como es el caso de la sequía. Por ejemplo, en un informe de 2019 Centroamérica: clima, sequía, inmigración y fronteras, el Centro para el Clima y la Seguridad, con sede en Washington, dice que la sequía provocada por El Niño de 2016 a 2018 desencadenó olas migratorias desde Centroamérica, debido a su efecto sobre las condiciones económicas y de seguridad en la región.
La oficina de Seguridad del Medioambiente de SOUTHCOM encabezó campañas para concientizar a las fuerzas militares regionales sobre estos riesgos de seguridad del medioambiente. Además, el informe del Departamento de Defensa menciona las Evaluaciones de Referencia de Preparación Nacional financiadas por SOUTHCOM, que incluyen un análisis de brecha y un plan quinquenal para la construcción de capacidades dentro de los países de la región.
“Las fuerzas armadas, en particular la marina, deben realizar estudios en sus cuarteles e infraestructura, ya que las instalaciones militares costeras ubicadas al nivel del mar son propensas a padecer los aumentos de niveles marinos. De este modo, los comandantes militares deben tener las herramientas necesarias para estudiar planes de infraestructura naval a largo plazo, como las bases de combustible, plantas de electricidad o astilleros”, dijo el Capitán de Fragata (R) Patrick Paterson, profesor de Estudios de Seguridad en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry, en su informe de 2017 Calentamiento global y cambio climático en Sudamérica.
Los expertos concuerdan que mitigar el aumento de los niveles del mar debe ser una de nuestras máximas prioridades. Promover la investigación y asignar recursos de planificación para comprender mejor las relaciones entre medioambiente y seguridad ayudará a los militares a anticiparse a los hechos y a ser proactivos en su rol de guardianes de la seguridad nacional.