Dos buques de guerra de Irán sancionados por los Estados Unidos hicieron sonar las alertas al navegar por las aguas de Latinoamérica. La 86.ª flotilla, conformada por el destructor IRIS Dena y el buque de guerra IRIS Makran, se encuentra desde fines de septiembre de 2022 dando la vuelta al mundo. Tras anunciar a principios de enero sus planes para ampliar sus operaciones militares en el Canal de Panamá, la Armada iraní zarpó hacia Sudamérica, atracando ambos buques a finales de febrero en la ciudad portuaria de Río de Janeiro, en el sureste de Brasil.
La presencia de los buques iraníes en Latinoamérica ha despertado inquietudes en todas partes del mundo. “Israel ve el atraque de buques de guerra iraníes en Brasil como un acontecimiento peligroso y lamentable”, afirmó en su cuenta de Twitter el 2 de marzo Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel.
“Esos barcos fueron [señalados] específicamente por los Estados Unidos hace solo unas semanas, y son parte de la Armada iraní, que trabaja en estrecha colaboración y sincroniza sus acciones con IRGC Navy [Armada de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica], una entidad [imputada]”, completó Haiat.
Un día antes, el portavoz del Departamento de Estado de los EE. UU. Ned Price, en respuesta a las preguntas de un periodista, dijo que Washington lo estaba discutiendo con sus socios brasileños, y que quería asegurarse de que Irán “no sería capaz de adquirir un punto de apoyo, no sería capaz de aprovecharse de otros en nuestro hemisferio”.
“Ciertamente no es el caso que el Gobierno brasileño, el pueblo brasileño, quieran hacer algo que ayude a un gobierno, a un régimen que es responsable de una brutal represión contra su propio pueblo”, añadió Price.
Para la revista estadounidense de relaciones internacionales National Interest, la presencia de los buques de la Armada iraní en aguas latinoamericanas es una “intrusión en el hemisferio occidental” que resulta “novedosa e inquietante”.
Asimismo, expertos en seguridad ven las maniobras de los buques iraníes como una señal de amenaza. “El movimiento de buques de guerra iraníes en Latinoamérica debería ser un indicio de lo peligroso que el hemisferio occidental se ha vuelto”, dijo a Diálogo Luis Fleischman, profesor de sociología de la Universidad Estatal de Palm Beach, en Florida. “Estados Unidos debería ser más agresivo (…)”, afirmó Fleischman.
El 3 de febrero los EE. UU. incluyeron los buques Makran y Dena en la lista de las sanciones contra la empresa iraní Paravar Pars, acusada de fabricar drones para la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, considerada por Washington una organización terrorista.
“Los vehículos aéreos no tripulados iraníes están siendo transferidos a Rusia para su uso en su guerra brutal y no provocada contra Ucrania”, dijo el secretario de Estado de los EE. UU. Antony J. Blinken, en un comunicado que identifica a los buques IRIS Makran y IRIS Dena como parte de las sanciones.
Flotillas iraníes
El IRIS Dena es un destructor de 1300 toneladas fabricado en Irán, armado con misiles, torpedos y cañones, que entró en servicio en 2021, según la agencia de noticias iraní Mehr. “El destructor Dena tiene la capacidad de buscar, detectar, monitorear, confrontar, y si es necesario destruir cualquier amenaza aérea, terrestre y subterránea”, informó Mehr en junio de 2021, cuando el buque se incorporó a la Armada de Irán.
A su vez, el IRIS Makran es un petrolero convertido en buque militar que pesa 121 000 toneladas. Puede llevar cinco helicópteros y se emplea para brindar apoyo logístico a los buques de combate, detalló la agencia de noticias iraní Tasnim.
La 86.ª Flotilla es una de tres escuadras iraníes actualmente desplegadas en aguas internacionales. La 88.ª Flotilla se encuentra en el océano Índico y la 89.ª Flotilla en el Pacífico, informó el sitio CNN en Español.
El viaje de los buques de guerra iraníes se produce en medio de un aumento de las tensiones entre Teherán y varias potencias mundiales, incluido los EE. UU., por el fracaso de su acuerdo nuclear de 2015; mientras la República Islámica enriquece uranio hasta niveles aptos para armas. Irán también ha incrementado el comercio de armas con Rusia, así como ha estrechado su colaboración con China.