Las autoridades colombianas informaron que ocho disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron neutralizados en un enfrentamiento durante una operación militar conjunta antidrogas.
En un comunicado de prensa, fuentes militares expresaron el 14 de abril que una unidad especializada de la Tercera División del Ejército Nacional de Colombia se había infiltrado en el municipio de Algeria, departamento de Cauca, en donde disidentes de las FARC y guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se preparaban para lanzar una ofensiva narcoterrorista. La unidad militar incautó varios lanzagranadas, fusiles AR-15 y camionetas.
Últimamente, la región del Cauca se ha convertido en una zona candente para los disidentes de las FARC y guerrilleros del ELN, quienes se vienen enfrentando en la estratégica zona por el cultivo de coca y el tráfico de drogas desde el océano Pacífico hacia Centroamérica y a los Estados Unidos. Funcionarios colombianos dicen que esta última incursión de las Fuerzas Armadas es uno de los golpes más duros que han tenido las organizaciones narcoterroristas en 2020.
A comienzos de la semana se reportaron enfrentamientos entre disidentes de las FARC y guerrilleros del ELN en el sector de Algeria, que desde hace tiempo combaten por el control de las rutas del narcotráfico en el cañón del río Micay. El ELN, última agrupación guerrillera en Colombia, anunció un cese al fuego hasta el 30 de abril, debido a la pandemia del coronavirus, aunque el grupo reconoció que se reservaba el derecho a “defenderse” de las agresiones del Estado y otros grupos armados.
Según el Reporte de 2019 por país, sobre prácticas de derechos humanos, del Departamento de Estado de los EE. UU., los disidentes de las FARC que se retiraron del acuerdo de paz de 2016 y actualmente ascienden a unos 2500 miembros operan sin un comando unificado, y las autoridades colombianas sostienen que se financian directamente del narcotráfico, la extracción ilegal de oro y otras actividades ilícitas.