El venezolano Nicolás Maduro anunció en Twitter la designación del Coronel del Ejército Bolivariano Pedro Rafael Tellechea Ruíz como nuevo ministro del Poder Popular de Petróleo, en sustitución de Tareck El Aissami, uno de los operadores más efectivos del régimen, tras su renuncia.
“Ya es una hegemonía militar. Este reacomodo de funcionarios es para disminuir los ruidos que se han venido generando en los últimos tiempos con grupos económicos poderosos dentro del régimen”, dijo el 29 de abril a Diálogo Daniel Varnagy, académico en Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela. “Es una rotación de poder de grupos económicos regentes, para asegurar la permanencia del régimen”.
En pocas palabras, se está consolidando una élite militar de individuos con enorme poder político que nunca se han puesto las botas en cargos operacionales, y que ocupan las posiciones ministeriales más importantes del régimen, indicó a la prensa la organización civil venezolana Control Ciudadano (CC). Lo confirma las designaciones de los últimos tres ministros militares este año.
“¡Trabajo en equipo es victoria segura!”, afirma el Cnel. Tellechea en su biografía de Twitter. Su nombramiento se produjo en medio de una investigación sobre corrupción y malversación de fondos en la industria petrolera de Venezuela, indicó Bloomberg. El Cnel. Techea es además presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Esta designación incrementa en 42 por ciento la participación de militares en el gabinete ministerial del régimen de Maduro, de los cuales seis provienen del ejército, tres de la armada, tres de la guardia nacional y dos de la aviación, reportó CC.
Disminuir presiones
Después de recurrir a docenas de intermediarios poco conocidos hace tres años para exportar su petróleo bajo las sanciones de los Estados Unidos, PDVSA acumula USD 21 200 millones en cuentas por cobrar, afirma la agencia de noticias británica Reuters.
La renuncia de El Aissami, quien dijo vía Twitter que era para ayudar a las investigaciones sobre corrupción, se produjo poco después de la detención de su mano derecha y otros aliados por cargos de corrupción, lo que según InSight Crime, una organización que estudia el crimen organizado en Latinoamérica, parece indicar un juego de poder político más que un verdadero intento de erradicar la corrupción El Aissami es uno de los más buscados por los EE. UU., por narcotráfico.
Todo responde a “una confrontación política entre elementos muy poderosos de la cúpula madurista. El Aissami habría utilizado recursos de PDVSA para fortalecer a su amplia estructura que incluye gobernadores, jueces, diputados y militares”, declaró a la plataforma argentina Infobae Rafael Ramírez, exministro de Hugo Chávez.
La corrupción en los más altos niveles y los nexos con el crimen organizado no solo son un lugar común en Venezuela, son una característica inherente de la dictadura que encabeza Maduro, precisó Vanargy. “La idea es disminuir las presiones internacionales y esto cumple con ese objetivo”, agregó.
Abrir puertas
“A raíz de la nueva designación ministerial, Venezuela podría abrir más las puertas a Rusia, Irán y China para que tengan desarrollos militares, tecnológicos y culturales”, detalló Varnagy. “Desde que inició el proyecto bolivariano, Venezuela se asocia con imperios autoritarios”.
Además, buscan en Caracas un “aliviadero de las sanciones” económicas impuestas por los EE. UU., precisó. Mientras Irán y Rusia elevan su cooperación en el campo energético con PDVSA para aumentar la producción petrolera, China recibe millones de barriles de petróleo venezolano para compensar la deuda de Caracas.
El territorio venezolano también representa intereses importantes para esos países, no solo por sus recursos naturales sino por su cercanía con los EE. UU., Canadá y algunos países latinoamericanos, abundó Varnagy.
El eje Beijín-Moscú-Teherán busca ampliar su área de influencia y desarrollar amplias líneas de relaciones con Latinoamérica a través de lazos económicos, políticos y culturares, indica en Internet el Instituto Humanistas Unisinos de Brasil.
En esta tarea, el papel de Venezuela ha sido esencial como puerta de entrada para estas naciones que buscan rehacer el orden internacional para crear un mundo propicio para su tipo de autocracia, reporta la plataforma alemana DW.
El péndulo
Una delegación de Irán encabezada por el ministro de Petróleo Javad Owji llegó a Caracas, el 11 de abril, para visitar las instalaciones de PDVSA, con el objetivo de afianzar las relaciones energéticas, reportó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela.
“Si embargo, hay una gran esperanza en los países menos alineados con Venezuela, Irán, China y Rusia, para evitar el actuar [militar, político, económico y cultural] de estos países en el hemisferio occidental”, expresó Varnagy.
La mayor parte de los países en Latinoamérica “tienen una cultura occidental muy afianzada (…). Son los grandes aliados de los valores de la democracia y la libertad y fieles seguidores de la cultura y la educación occidental”, detalló.
“La política es un péndulo, pero la cultura es una pirámide. Es mucho más fácil mover el péndulo que mover una pirámide”, remachó Varnagy. “Por eso, los países latinoamericanos deben seguir haciendo contrapeso cultural y educativo occidental”.