La Compañía Nacional de Refinación y Distribución de Petróleo de Irán (NIORDC) y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) iniciarán próximamente la remodelación del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), el complejo de refinería más grande de Venezuela, para restaurar su capacidad de producción de combustible, indicó la agencia de noticias Reuters, el 3 de febrero.
Se espera que NIORDC y PDVSA firmen un acuerdo de USD 460 millones para modernizar el CRP, que tiene una capacidad de 955 000 barriles por día. El CRP está integrado por las refinerías de Cardón y Amuay.
“El desastre venezolano en el mundo petrolero es enorme. El país tiene una petroquímica muy debilitada y deteriorada”, dijo el 20 de febrero a Diálogo Félix Arellano, internacionalista y catedrático de la Universidad Central de Venezuela. “Venezuela es el punto negro, es un país ideológicamente agresivo”.
El proyecto de modernización del centro de refinación permitirá a NIORDC negociar con contratistas y subcontratar el trabajo, para reparar cinco de las nueve unidades de destilación del complejo que realizan la refinación primaria de petróleo crudo.
Teherán estará a cargo de la adquisición, instalación e inspección de piezas y unidades, antes de devolver las operaciones de la refinería a PDVSA, abundó Reuters. La reforma prevista de las unidades de destilación tendrá piezas y equipos chinos e iraníes, en refinerías construidas originalmente con tecnología estadounidense.
Venezuela no podrá realizar modificaciones y sustitución de piezas en las unidades de destilación, sin considerar la necesidad de tener los productos químicos que obligatoriamente requieren las plantas, y que son fabricados en los Estados Unidos, dijo el ingeniero químico y exgerente del CRP Emilio Herrera, al medio venezolano El Pitazo.
“Además de las reparaciones que harán los iraníes, es necesario restablecer las relaciones diplomáticas con quien fue nuestro principal cliente [los EE. UU.], para tener esos productos”, precisó. “Una cosa es reparar máquinas y otra son las sustancias que se utilizan para su funcionamiento”.
Ficha ideológica
En los últimos años Irán amplió su rol en Venezuela, enviando múltiples buques de combustible al país para hacer frente a la falta de gasolina, desafiando las sanciones estadounidenses, refiere en un reporte en Centro de Asuntos Mundiales y Estudios Estratégicos de la Universidad de Navarra, España. “Maduro ha echado mano del metal oro para pagar los servicios de Teherán”, abundó.
La producción petrolera se desplomó en el régimen de Nicolás Maduro. Él culpa de ello a las sanciones económicas contra su industria prima, pero cifras oficiales indican una caída paulatina de la producción mucho antes de que los EE. UU. anunciaran las medidas en ese sector entre 2019 y 2020, indica en Internet Voz de América.
“La relación entre Teherán y Caracas es más activa, con mucha más opacidad”, expresó Arellano. “Si no se hubieran dado las sanciones también hubiera sido necesario apoyo técnico; por la ineficiencia, incapacidad y la visión ideológica que privilegiaba a los leales, debilitando la industria”.
En los últimos meses técnicos iraníes inspeccionaron varias veces las refinerías, para preparase para la llegada de al menos 400 trabajadores iraníes, que trabajarán con entre 1000 a 1500 empleados locales y contratistas, señaló Reuters.
“Venezuela es para Irán, Rusia y China, una ficha que no aporta mucho en el juego geopolítico, pero tampoco resta en mayores costos. A Teherán le permite un pequeño elemento de expansión en un territorio muy cercano a los Estados Unidos”, dijo Arellano. “Tener un país puente, aliado, que apoya, encubre y sirve para negocios oscuros, no es mayor cosa la que se pierde si a cambio se tiene una bandera, una punta de lanza en Latinoamérica para el discurso ideológico. Venezuela es fundamentalmente una ficha ideológica”.
Como parte de la estrecha relación entre los dos países, Caracas contratará a un astillero iraní para construir dos buques petroleros para ampliar su propia flota. Los tanqueros costarán USD 67,5 millones, reportó Reuters.
Los petroleros serán operados por terceros para mover el crudo en medio de las sanciones que impiden a la estatal obtener las clasificaciones de navegabilidad y los seguros necesarios para navegar en aguas internacionales. PDVSA tiene una flota envejecida, compuesta por unos 30 petroleros propios que permanecen en aguas jurisdiccionales por falta de reparaciones, indicó el diario estadounidense Panam Post.
“Estamos ante un escenario peligroso y delicado para la región latinoamericana”, advirtió Arellano. “Venezuela está asociado con gobiernos agresivos, autoritarios, militaristas, expansionistas, porque tanto Irán como Rusia demuestran todo ese talante; promueven guerra hibrida, pero también guerra caliente cuando la necesitan”, precisó.
“Para mantener la paz y la seguridad de la región hay que resaltar la importancia, la conveniencia y la necesidad de defender los valores liberales, las libertades y los derechos humanos”, concluyó Arellano.