Desde que el General de Ejército Ricardo Martínez Menanteau, comandante en jefe del Ejército de Chile, asumió la comandancia en marzo de 2018, se enfocó en un reto institucional: continuar con la profesionalización de su personal para enfrentar los desafíos del futuro. La transformación del currículo de los oficiales y suboficiales y la permanente capacitación son sus prioridades. Diálogo conversó con el Gral. Martínez para conocer sus retos, la interoperabilidad de su institución y la participación en entrenamientos regionales, entre otros temas.
Diálogo: ¿Cuál es su reto más importante como comandante en jefe del Ejército de Chile?
General de Ejército Ricardo Martínez Menanteau, comandante en jefe del Ejército de Chile: Liderar a una institución de más de 40 000 hombres y mujeres que siguieron la vocación profesional de ingresar al Ejército para servir al país. La capacidad más relevante que tiene el Ejército de Chile no son sus sistemas de armas u operativos, es la calidad del recurso humano. La capacidad que tienen los oficiales, suboficiales, y soldados para cumplir las tareas que se les encomiendan es el mayor valor de nuestra institución. De igual manera, es importante para mí, que la institución sea respetada y valorada por los chilenos.
Diálogo: Usted está comprometido con la modernización y las buenas prácticas institucionales. ¿Cuáles son los adelantos realizados en este aspecto?
Gral. Martínez: El Ejército inició un proceso de transformación y de modernización desde hace casi dos décadas; la estructura de la fuerza terrestre se consolidó y hoy tenemos un Ejército profesional con una doctrina actualizada. La profesionalización de los oficiales y suboficiales es uno de mis objetivos más importantes, por eso actualizamos la malla curricular de formación en las escuelas matrices para oficiales y suboficiales, con el objetivo de preparar al oficial y suboficial que se requiere para las próximas décadas. De igual manera, el Ejército de Chile está comprometido a tener mayores controles con los recursos humanos y financieros, para asegurarle al país que los recursos que se entregan están bien empleados y así elevar los niveles de probidad y transparencia.
Diálogo: ¿Qué tipo de trabajo interagencial realiza el Ejército de Chile a través del Estado Mayor Conjunto (EMCO)?
Gral. Martínez: El EMCO es el responsable de los entrenamientos conjuntos de las Fuerzas Armadas de Chile, y el Ejército coopera con medios para el logro de esos objetivos. Integramos la Comisión Nacional de Desminado Humanitario, que coordina los trabajos de desminado de acuerdo a lo firmado por Chile en la Convención de Ottawa, donde las Fuerzas Armadas se comprometen a efectuar una limpieza de las minas antipersonales del territorio nacional para el 2020. Además, ofrecemos apoyo al EMCO para atender a la población y asesorar a las autoridades civiles ante una catástrofe.
Diálogo: ¿Cómo están organizados para enfrentar esas catástrofes?
Gral. Martínez: Tenemos más de 1000 soldados que están en condiciones de desplegarse desde Arica hasta Porvenir, por ejemplo, para responder a incendios forestales. Contamos con 34 patrullas de auxilio y rescate militar; 35 unidades fundamentales de emergencia; puestos de mando en condiciones de ser desplegados para uso de las autoridades civiles y militares, que tienen la responsabilidad de enfrentar esas emergencias; un hospital modular de campaña y puestos de atención médica.
Diálogo: Además de las misiones de paz, ¿en qué otros esfuerzos internacionales está involucrado el Ejército?
Gral. Martínez: El Ejército coopera al igual que las otras instituciones de las Fuerzas Armadas del país, en ser observadores militares en el conflicto India-Pakistán; en el Medio Oriente, o dónde el Estado de Chile tome compromisos. En este sentido, tenemos una fuerza stand by –que se puede desplegar de manera conjunta y combinada– con Argentina, conocida como Cruz del Sur, que tiene un componente terrestre, naval y aéreo, y que sería para asumir misiones de mantenimiento de la paz.
Diálogo: ¿Qué tipo de trabajo combinado realiza el Ejército de Chile con el Ejército de los Estados Unidos y en particular con el Ejército Sur de los EE. UU. (ARSOUTH en inglés)?
Gral. Martínez: EE. UU. es nuestro principal aliado. Nuestras relaciones han sido muy firmes desde hace muchos años. Estamos en las coordinaciones a través del EMCO, pero también trabajamos de manera directa con ARSOUTH. Participamos en el ejercicio Estrella Austral y tenemos un acuerdo de entrenamiento con el Séptimo Grupo de las Fuerzas de Operaciones Especiales de los EE. UU. También participamos en PANAMAX, Fuerzas Comando y Rim of the Pacific (RIMPAC en inglés), y este año estaremos por primera vez en la competencia de saltos en paracaídas Leapfest, entre otros. Tenemos además los intercambios de científicos con el Comando de Investigación, Desarrollo e Ingeniería (RDECOM en inglés). En síntesis, gran parte de nuestro presupuesto de instrucción y de entrenamiento es con los EE. UU.
Diálogo: ¿Cuáles son los beneficios de trabajar en combinación con los EE. UU. y los países del área para combatir amenazas comunes?
Gral. Martínez: Lo importante de estos ejercicios conjuntos y combinados es tener una doctrina común para consolidar un lenguaje común. Lograr que distintos países entendamos lo mismo para realizar alguna determinada actividad es muy relevante. El que se realicen ejercicios en Chile, los EE. UU. o en otros países de América, nos ayuda a revisar la doctrina, verificar cuál es el entrenamiento, establecer parámetros con el equipamiento y homologar procedimientos.
Diálogo: ¿Cuál sería su mensaje para el resto de los comandantes de los ejércitos de la región?
Gral. Martínez: El Ejército de Chile ve a todos los ejércitos de la región como camaradas de armas, que tenemos la gran responsabilidad de instruir y adiestrar a nuestros soldados para las necesidades del Estado y de la región, y en particular para apoyar a los ciudadanos en caso de catástrofes.