El Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció el 13 de mayo que Cuba volvería a la lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos estadounidenses para combatir el terrorismo.
Esta medida se implementa debido a que el gobierno comunista sigue acogiendo a guerrilleros izquierdistas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana en 2017 para negociar con el Gobierno colombiano pero que aún no regresan.
Después de que el ELN estalló un coche bomba en una academia de policía de Bogotá en enero del año pasado, en donde murieron 21 cadetes, el presidente colombiano Iván Duque suspendió las conversaciones con el grupo guerrillero. El ELN exige, sin éxito, que Colombia conceda un salvoconducto para que sus negociadores regresen de Cuba.
“La negativa de Cuba a comprometerse en forma productiva con el Gobierno colombiano demuestra que no está cooperando con la labor de los EE. UU. en apoyo a los esfuerzos de Colombia para garantizar paz, seguridad y oportunidades justas y duraderas para su pueblo”, expresó el Departamento de Estado de los EE. UU.
Es la primera vez que Cuba vuelve a la lista desde la publicación del Informe Anual sobre Terrorismo 2015 de los EE. UU. El país isleño se suma a otros cuatro adversarios de los EE. UU.: Corea del Norte, Irán, Siria y Venezuela. Según el sitio web del Departamento de Estado de los EE. UU., estos cuatro países continúan en la lista por las siguientes razones:
Corea del Norte: En 2019, cuatro ciudadanos japoneses que participaron en el secuestro de un vuelo de Japan Airlines en 1970 continuaban viviendo en la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Además, el Gobierno japonés siguió investigando el destino de 12 ciudadanos japoneses que habrían sido secuestrados por entidades estatales de la RPDC en los años setenta y ochenta.
Irán: En 2019, Irán seguía siendo el principal Estado patrocinador del terrorismo en el mundo, al apoyar a Hizbulá, agrupaciones terroristas palestinas y a otros grupos similares que operan en Medio Oriente.
Siria: El régimen de Assad continúa brindando apoyo político y militar a los grupos terroristas, incluyendo el suministro de armas y apoyo político a Hizbulá. La relación de Siria con Hizbulá e Irán se fortaleció en 2019, cuando el régimen comenzó a depender más de agentes externos para luchar contra sus oponentes y mantener ciertas áreas aseguradas.
Venezuela: En 2019, Nicolás Maduro y miembros de su régimen continuaron propiciando entornos regionales favorables para terroristas, como el ELN y disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para que puedan mantener su presencia. El Departamento de Justicia de los EE. UU. acusó penalmente a Maduro y a otros exmiembros del régimen de mantener una asociación narcoterrorista con las FARC durante los últimos 20 años.
Un alto funcionario del Departamento de Estado de los EE. UU. comentó a Reuters que el Gobierno de los EE. UU. también consideraba volver a incluir a Cuba en su lista de Estados patrocinadores del terrorismo. En esta lista hay países que han promovido o apoyado atentados terroristas internacionales en reiteradas ocasiones. Un lugar en esta lista conlleva posibles sanciones adicionales y restricciones comerciales.
En la actualidad, el Departamento de Estado de los EE. UU. considera que Corea del Norte, Irán, Siria y Sudán son Estados patrocinadores del terrorismo.
Una de las razones para incluir a Cuba en esta categoría es su apoyo a Maduro. En marzo, el Gobierno de los EE. UU. acusó a Maduro y a miembros de su círculo íntimo de narcoterrorismo, conspiración, corrupción y tráfico de drogas.
Un alto funcionario estadounidense dijo a Reuters que los EE. UU. también consideraban designar como organizaciones terroristas a varios servicios de seguridad venezolanos, en parte por presuntos vínculos con el tráfico de drogas. Entre ellos, se incluyen el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional y las Fuerzas de Acciones Especiales, además de grupos paramilitares leales a Maduro.