Imágenes satelitales recientes muestran el progreso de la base naval de China en el norte del recinto de Ream, Camboya, en el Golfo de Tailandia. Cuando en 2022 empezaron a surgir informes sobre el acuerdo que permitiría a China utilizar militarmente la base durante 30 años, ambos países inicialmente negaron firmemente las acusaciones, indicó la plataforma estadounidense Naval Technology.
“Esto es parte de la estrategia china para apropiarse del mar Asia-Pacífico, incluso de la India y Medio Oriente”, dijo el 21 de abril a Diálogo Jorge Serrano, experto en seguridad y miembro del equipo de asesores de la Comisión de Inteligencia del Congreso de Perú. “No podemos descartar una invasión de China a Taiwán”, señaló.
Esta sería la segunda base naval de Beijín fuera de China continental en territorio extranjero, tras la de Djibouti en África, inaugurada en 2017. El 22 de febrero, Radio Free Asia (RFA) publicó imágenes satelitales que muestran el desmonte de tierras a gran escala y la construcción de dos nuevos muelles en el área naval de Ream.
La RFA señaló que los muelles “parecían ser temporales para transportar materiales y equipos de construcción y no muelles navales para buques de guerra”. Sin embargo, en los últimos meses analistas familiarizados con el lugar aseguran que hay más edificaciones para ampliar uno de los muelles, superando las especificaciones para llevar materiales de construcción y cumpliendo en cambio con los requerimientos para dar servicio a las naves de guerra de China, precisó Naval Technology.
“Las imágenes satelitales de [la compañía estadounidense de inteligencia geoespacial por satélite] BlackSky muestran que el muelle se extiende hasta aguas lo suficiente profundas como como para dar servicio a los portaviones”, detalló Naval Technology.
“Comenzamos a monitorear esta instalación al principio con baja frecuencia (…). Luego, cuando comprobamos que el ritmo de actividad se aceleraba aumentamos la tasa para recopilar y analizar datos”, dijo a la prensa Brian O´Toole, director general de BlackSky.
“Siguiendo la misma línea de expansión [militar, inteligencia, económica y comercial] es perfectamente creíble y sustentable que en Latinoamérica ellos [China] pudiera instalar bases militares cuando consideren que sea necesario para sus intereses”, agregó Serrano.
Buscar el control
UU. cree que la iniciativa de la Franja y la Ruta de China para construir puertos y otras infraestructuras, de la cual Latinoamérica forma parte, allanará el camino para que Beijín levante más bases militares en todo el mundo, en apoyo para convertirse en una potencia global, refiriere el diario Bloomberg.
La Franja y la Ruta ya controla muelles y tiene proyectos de puertos nuevos desde México hasta Argentina en Tierra del Fuego, muestra en un reporte el Observatorio Económico Latinoamericano (OBELA). Hoy por hoy, China busca utilizar el puerto Punta Arenas en Chile para la explotación de la Antártida. Asimismo, China presiona a Argentina para poder construir una base naval en Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, como otra puerta hacia el continente blanco.
En este contexto, China puede “intentar instalar una base militar o transformar o ampliar la construcción de las bases navales que está erigiendo a través de sus empresas en el megapuerto multipropósito de Chancay, Perú, para permitir la llegada de buques de guerra chinos”, comentó Serrano.
“Pero hay un problema. Hace años, Beijín intentó buscar el control del manejo de terminales portuarias panameñas para expandir su influencia”, señaló Serrano. “Sin embargo, los Estados Unidos inmediatamente ejercieron presión y Beijín dio marcha atrás. Lo mismo pasó cuando China buscó construir un canal interoceánico en Nicaragua”.
El régimen chino busca reformular el orden internacional para alinearlo con su sistema autoritario y sus intereses nacionales, como un componente vital de su estrategia para lograr el “gran rejuvenecimiento de la nación china” para 2049, indica en Internet el Departamento de Defensa de los EE. UU.
Como parte del plan, China acordó apoyar a la Marina Real de Camboya a reparar algunos de sus viejos barcos y dragar rutas de navegación para que los barcos medianos accedan a la base. También ayudará a Camboya a construir un dique seco, una grada, un hospital, varios edificios y carreteras, señaló RFA.
Amenaza militar
“Si se instala una base militar china en Latinoamérica sería una amenaza para la seguridad regional”, dijo Serrano. “Estaríamos ante un escalamiento directo, ya no solamente una proyección de China que ya existe incluso como creador de dictaduras de la región, sino desde el punto militar para toda la región”.
En el plano económico y exportaciones tendría un impacto negativo. “La población no se prestaría para que su gobierno en turno ponga en riesgo al país; protestarían hasta que el gobierno o la dictadura cambie esa medida para evitar enfrentamientos”, detalló.
“Y como Latinoamérica esta en el continente americano donde están los Estados Unidos y Canadá, aliados de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte], ni la OTAN ni sus aliados permitirían eso”, finalizó Serrano.