Cuba y China formaron una alianza tras la Guerra Fría: Cuba apoya intereses chinos en Latinoamérica para cubrir su insuficiencia económica, mientras satisfacen las necesidades estratégicas de Pekín de inteligencia militar y biotecnología, asegura el reporte Implicaciones de seguridad de la alianza China-Cuba, del laboratorio de ideas Global Americans.
“Cuba depende de asistencias extranjeras y alquila su ubicación geográfica y territorio para amenazar a los Estados Unidos y al Canal de Panamá, una vía marítima vital en el continente”, dijo el 30 de agosto a Diálogo Euclides Tapia, profesor titular de Relaciones Internacionales en la Universidad de Panamá.
La Habana, por ser un “pobre socio comercial y de inversión”, no ha logrado pagar préstamos millonarios a China y necesita apoyo humanitario. Sin embargo, facilita el avance de la ofensiva económica, política y geoestratégica que el régimen chino realiza en la región, refiere el reporte publicado el 28 de julio.
Bajo la administración de Xi Jinping, China se convirtió en uno de los principales socios comercial de Sudamérica. Asegura mercados y acceso a materias primas estratégicas, controla proyectos clave de infraestructura y esparce adoctrinamiento en la región, destaca el reporte.
“Todo esto intensificando la amenaza de prácticas comerciales perniciosas, coerción política y económica, así como ataques asimétricos contra la infraestructura”, abunda Global Americans. “Además, impulsa la estrategia de integración cívico-militar de China, orientada a potenciar su ejército como líder global”.
Interés marítimo
Funcionarios chinos de alto rango visitaron Cuba 22 veces desde 1993, mientras líderes cubanos viajaron a esa nación asiática 25 veces desde 1995. Durante una visita en 2014, Xi Jinping destacó: “Nuestros países avanzan juntos en la construcción de un socialismo propio y brindamos apoyo en temas vitales”, reporta en Internet la revista de la región Asia-Pacifico The Diplomat.
Asimismo, asegura que Pekín es consciente de la relevancia geoestratégica de La Habana. Dada su ubicación en el Caribe, la isla posee la capacidad de influir en el acceso marítimo al sureste de los EE. UU., que comprende rutas esenciales hacia puertos clave como Miami, Nueva Orleans y Houston. “China busca tener acceso a la fortaleza militar y económica estadounidense”, precisó Tapia.
Al respaldar económicamente a Cuba, China actúa como un catalizador indirecto del autoritarismo regional al suministrar recursos a gobiernos que fortalecen su control, modifican constituciones, limitan la propiedad privada, debilitan instituciones democráticas y reprimen la disidencia interna, precisa The Diplomat. “Los socios de Pekín son como él, dictaduras. Cuba está quebrado económicamente”, agregó Tapia.
China construyó una red global de puertos vinculados al Partido Comunista de China (PCC), incluyendo 40 puertos en Latinoamérica. Inicialmente parecían comerciales, pero se reveló que estos puertos podían convertirse en bases militares para la Marina china en el futuro, reporta en Internet el diario argentino El Cronista.
Espionaje
La influencia china en el país insular va más allá. En junio, según la plataforma CNN, La Habana y Pekín pactaron que, a cambio de apoyo financiero, se autorizó la colocación de una base con equipos de vigilancia electrónica en la isla para espiar. Desde 2019, China tiene bases militares e instalaciones de inteligencia en Cuba, y sigue ampliando su red global de inteligencia.
El Centro para una Sociedad Libre y Segura indica que los puertos de capitales chinos en Latinoamérica dan a China ubicación estratégica en el hemisferio occidental desde Perú hasta México, incluido el de Santiago de Cuba, junto con 11 estaciones terrestres satelitales en Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela.
Ciberseguridad
En abril, Cuba y China también acordaron cooperar en ciberseguridad para promover “el desarrollo y el bienestar,” reportó el medio cubano independiente de tecnología YucaByte. El enfoque del Gobierno chino en Internet destaca por su control y censura, en contraste con otros países, indicó.
El régimen cubano de Miguel Díaz-Canel encontró en Huawei un aliado para bloquear sitios web de medios independientes rebeldes en la isla, señaló. La infraestructura de telecomunicaciones creada por la firma china en Cuba es utilizada por el régimen para ejercer control total, siguiendo el modelo del PCC en su propio país.
También con apoyo chino, Cuba monitorea estratégicamente a Venezuela y expande el autoritarismo digital regional. Los ejércitos de troles (usuarios malignos) cubanos influyen en el ciberespacio. Su guerra de información ha causado confusiones en controladores aéreos en Nueva York y bloqueado transmisiones pro-democracia hacia Irán, señala Global Americans.
EE.UU. y Europa han expresado su preocupación por los equipos de Huawei y ZTE debido a los riesgos de seguridad y al temor de que China los utilice para el espionaje, informó AFP.
“Aunque beneficia a China, esta relación no genera crecimiento económico o desarrollo en ningún sector cubano. No se pueden descartar posibles planes de inversión china, similares a los implementados en otras naciones latinoamericanas para infraestructuras de gran envergadura”, remachó Tapia. “Cuba se nutre solo de las baratijas chinas que llegan a la isla”.