Militares de Venezuela incursionaron sin autorización a territorio colombiano el 6 de mayo de 2019, en la vereda la Chinita, al sur de Cúcuta. Alertados por la comunidad, el Ejército de Colombia envío helicópteros que volaron sobre el área al tiempo que dispersaron a los 30 uniformados venezolanos que abandonaron el lugar con rapidez. La Brigada 30 de la 2.a División del Ejército fue desplegada en la zona para tomar control y mantener contacto con la población.
Los militares venezolanos permanecieron durante 20 minutos en labores de búsqueda y patrullaje, de acuerdo con testimonios entregados a las autoridades. Desde las primeras reacciones, tanto el Gobierno como los comandantes de las Fuerzas Militares de Colombia fueron cautelosos para no ceder a la provocación.
“Los efectivos de la Guardia Nacional venezolana ingresaron a esa zona de Cúcuta persiguiendo, al parecer, a unos contrabandistas de combustible”, dijo a la prensa el General del Ejército Luis Navarro, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia. “Las coordinaciones de seguridad se hacen muy complejas al no tener ningún tipo de interlocución con las autoridades venezolanas. Esa situación hace imposible corroborar la versión”.
“Nuestras tropas están desplegadas [en la frontera] en una actitud defensiva, disuasiva, evitando cualquier incidente, sin provocar a nadie”, manifestó a la prensa el General del Ejército Nicacio de Jesús Martínez, comandante del Ejército de Colombia. “Las tropas actuaron de acuerdo a los protocolos definidos para esta situación de frontera”.
El Misterio de Relaciones Exteriores de Colombia manifestó que tiene muy clara la intención de este tipo de acciones. “Ponemos en conocimiento de la comunidad internacional nuestra preocupación por la ocurrencia de este tipo de hechos provocadores generados por el régimen de Nicolás Maduro, que afectan a la comunidad de la zona de frontera”, aseguró en un comunicado de prensa.
Provocación recurrente
La estrategia venezolana de ordenar operaciones en poblaciones fronterizas con el objetivo de lograr respuesta armada no es nueva. Durante la dictadura de Hugo Chávez, (1999-2013) sucedieron varias escaramuzas que no tuvieron eco.
En el 2018 se dieron diversas incursiones de las tropas venezolanas a Colombia. En agosto ingresaron 30 uniformados y dos helicópteros sobrevolaron sin autorización el espacio aéreo de Tibú, departamento del Norte de Santander. En septiembre entraron otros 20 militares a Vichada, departamento que comparte frontera con el estado venezolano de Apure. En noviembre, regresaron a Tibú.
A la fecha, el resultado de estas acciones provocadoras es el mismo. “Mantenemos siempre la debida prudencia frente a estas claras y reiteradas intimidaciones que solo pretenden generar respuesta para hacer ver a Colombia como un país agresor”, concluyó la cancillería colombiana.