Desde 2016, cuando inició la primera sesión de la IV Legislatura, los ataques contra los diputados del único organismo elegido democráticamente en Venezuela no dan tregua.
El 12 de agosto, el régimen, a través de su Asamblea Nacional Constituyente (ANC), allanó la inmunidad parlamentaria de otros cuatro diputados opositores por presunto delitos de “traición a la patria, instigación a la insurrección, rebelión civil, concierto para delinquir, usurpación de funciones, instigación pública a la desobediencia de las leyes y el odio”. Los diputados se suman a la lista de más de 100 legisladores cuyos derechos humanos fueron violados y que se encuentran procesados judicialmente, en prisión o en exilio.
“Los ataques cada día van a ser muchos más belicosos, no solo contra la Asamblea Nacional sino contra todo objetivo que ellos [los miembros del régimen] se hayan trazado, nacional o internacional”, dijo a Diálogo Américo De Grazia, legislador de la AN que se encuentra como refugiado político en la embajada de Italia en Caracas desde mayo de 2019.
Para Gregory Weeks, experto en asuntos políticos de Latinoamérica y profesor en el programa de estudios latinoamericanos de la Universidad de Carolina del Norte, el gobierno no dejará de amenazar al parlamento.
“En este punto, no creo que Maduro tenga mucho incentivo para detenerse”, dijo Weeks a Diálogo Los Estados Unidos están aplicando mucha presión […] y no levantarán las sanciones. Entonces, Maduro se dice: ¿Ya para qué? Igual le vale hacer lo que quiere”.
El 12 de agosto, Diosdado Cabello, presidente de la ANC, anunció la creación de una comisión que evaluará la fecha de las elecciones legislativas y la posibilidad de adelantarlas. Para el presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, el adelanto resultaría en un “desastre”.
“¿Qué pasaría si el régimen hoy se atreve, y puede hacerlo, a dar paso a una irregular convocatoria adelantada de elecciones sin ningún tipo de condiciones? Se van a ahogar en contradicciones y aislamiento, se van a ahogar en un desastre”, dijo Guaidó a la prensa.
Maduro no reconoce a la AN, cuyos 122 diputados de la oposición (de 167 elegidos en total) representan la denominada súper mayoría. Casi todos los legisladores opositores han sido víctimas de actos de acoso que van desde grafiti amenazante pintado en las paredes de sus casas por pandillas pro-Maduro, hasta el encarcelamiento, como es el caso de Édgar Zambrano, el vicepresidente de la AN que fue secuestrado en mayo de 2019, o de Juan Requesens que se encuentra detenido desde agosto de 2018 por el supuesto atentado con dron a Maduro.
Otros diputados, como De Grazia, buscaron refugio en embajadas en Caracas: Marianela Magallanes López en la Embajada de Italia, Richard José Blanco Delgado en la Embajada de Argentina, Franco Manuel Casella en la Embajada de México, Leopoldo López en la Embajada de España, Freddy Guevara y Roberto Henríquez en la Embajada de Chile.