Nicaragua y China firmaron un acuerdo de préstamo de USD 26,9 millones, que se utilizará para construir tres esferas de almacenamiento de gas en el país, evidenciando así el creciente papel de Pekín en la infraestructura energética regional, indicó la plataforma Latinamerican Post.
El exdiputado opositor nicaragüense Eliseo Núñez, exiliado en Costa Rica, destacó dos aspectos distintivos en los préstamos chinos: “Su elevado costo y la opacidad que caracteriza dichas transacciones”, dijo a Diálogo el 30 de abril. Además, planteó interrogantes sobre la falta de transparencia en las operaciones chinas.
“Es importante señalar que Pekín no otorga préstamos soberanos, sino que brinda financiamiento respaldado por activos naturales o recursos del país receptor”, precisó Núñez. “Por lo tanto, surge la pregunta crucial: ¿Qué recurso ha puesto Nicaragua a disposición de China como aval de sus acuerdos financieros?”.
El acuerdo firmado entre Managua y la compañía China CAMC Engineering Co. Ltd., permitirá a la Empresa Nicaragüense de Gas diseñar, construir y operar tres esferas de almacenamiento de Gas Licuado de Petróleo (GLP), publicó el diario oficial El 19 Digital.
Sin embargo, existen criticas respecto a la efectividad real de estos proyectos para impulsar un cambio significativo en Nicaragua. Núñez subrayó que “la estructura subyacente de la sociedad nicaragüense no ha experimentado cambios sustanciales bajo el régimen Ortega, lo que plantea profundas dudas sobre el impacto que este préstamo chino podría tener en el desarrollo del país”.
“Desde diciembre de 2023 hasta el 10 de abril de 2024, el Gobierno chino ha inyectado USD 602 millones en préstamos en Nicaragua”, declaró al diario nicaragüense La Prensa Wálmaro Gutiérrez, diputado oficialista y presidente de la Comisión de Economía.
Este flujo financiero evidencia una estrategia agresiva de inversión china, alineada con sus intereses geopolíticos y económicos en la región, destacó Latinamerican Post. Pekín está ampliando su influencia en Latinoamérica a través de préstamos e inversiones en infraestructura, como parte de su iniciativa La Franja y la Ruta, como ya lo está haciendo en Perú, al crear un monopolio chino en el sector eléctrico.
El proyecto de GLP financiado por Pekín es un ejemplo de esta tendencia, representando un paso más en las ambiciones chinas de expansión globa mediante infraestructura e inversiones económicas, indicó Latinamerican Post. Además, este proyecto refleja las cambiantes alianzas geopolíticas y la creciente influencia china en Centroamérica y Sudamérica.
Dominio chino
La infiltración china en diversos sectores de la infraestructura nicaragüense es un problema que está marcando el panorama económico y político del país. El término “capitalismo de compadres”, dijo Núñez, “describe la estrecha relación entre el poder político y las élites económicas en Nicaragua, una situación que guarda similitudes con la realidad rusa”.
China presenta un modelo de corrupción controlada y regulada, en contraste con la falta de control y el desenfreno de la corrupción en Nicaragua, continuó Núñez. “Esto sugiere que, mientras en Pekín la corrupción está presente, pero dentro con ciertos límites establecidos por el Estado, en Managua esta práctica no está regulada y más extendida”.
El alcance de la influencia china en la infraestructura nicaragüense se destaca en la construcción de 12 000 viviendas sociales en varias municipalidades, desarrollado por una compañía china con trabajadores chinos, pero pagada por el régimen nicaragüense. Además, la concesión de territorios mineros a empresas chinas ha generado controversia, especialmente en áreas indígenas, menciona el centro de investigación centroamericano Expediente Abierto.
La llegada en 2023 de cadenas de tiendas como Casa China, que ofrecen productos chinos, fabricados con materiales de baja calidad y con mejores incentivos de impuestos, compiten en forma desigual contra los productos y minoristas locales, agrega Expediente Abierto.
Otros proyectos incluyen la expansión del aeropuerto de Puerta Huete y un plan ferroviario. En el sector eléctrico, empresas chinas han obtenido asignaciones para proyectos hidroeléctricos, termoeléctricos y solares, destacando su creciente papel en la infraestructura energética nicaragüense, detalla el centro centroamericano.
“Los proyectos respaldados por Pekín y Ortega, amenazan con desmantelar el sector medio del comercio local”, asegura Núñez. “Estos desarrollos intensifican un modelo restrictivo que limita la libertad de expresión, la denuncia de corrupción y la afiliación política independiente. Además, el establecimiento de negocios competidores enfrentará serios obstáculos en un entorno favorecido por el régimen”.
El Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (CICDHA), destaca que los proyectos chinos en Latinoamérica conllevan impactos ambientales negativos recurrentes, como la contaminación del agua y del aire, el incumplimiento de la consulta previa y libre de los pueblos indígenas y la respuesta represiva a las comunidades que protestas.
Propaganda y solución
“En el contexto actual, el régimen de Ortega tiene activada su maquinaria propagandística para ‘comunicar’ a través de sus medios oficialistas el éxito de sus relaciones comerciales con China en el primer trimestre de 2024”, señaló el 22 de abril en X el analista de seguridad y defensa y director de Expediente Abierto Javier R. Meléndez.
Nicaragua se convierte así en un escenario donde Rusia y China buscan contrarrestar la influencia de los países democráticos, dijo Nuñez, quien agregó que las estaciones terrestres rusas en el país amplifican la difusión de propaganda rusa en Centroamérica.
La solución, dice Núñez, radica en el retorno a la democracia. “Una Nicaragua democrática mantendría relaciones con diversos países, en un marco que no ponga en peligro sus relaciones con otras naciones”, finalizó Núñez.