La aparentemente amplia presencia de empresas chinas en Centroamérica y Sudamérica causa preocupación entre analistas sociales y políticos, informó la revista ambientalista Mongabay Latam. La realidad puede acercarse más a un espejismo solo útil para los fines de la nación asiática.
“Se sobreestima la presencia de empresas chinas en la región”, dijo a Diálogo el 14 de noviembre Napoleón Campos, especialista salvadoreño en Relaciones Internacionales, Integración Regional y Migraciones. “Esta sobreestimación provoca que se piense en una avalancha china de capitales y en la apertura de fuentes de empleos. Pero nada de esto existe, aún para los regímenes autoritarios ya enquistados como Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua”.
Por ejemplo, el 23 de octubre, Laureano Ortega, hijo de los dictadores nicaragüenses Daniel Ortega y Rosario Murillo, anunció un paquete de seis proyectos millonarios con China, como resultado de su participación en el III Foro de la Franja y la Ruta realizado en Pekín en octubre. No se dieron a conocer los detalles de ninguno de los compromisos ni como manejarán el dinero. “La mayoría de las promesas chinas no se concretan, pero sí les permite ampliar su presencia en la región”, detalló el diario nicaragüense La Prensa.
“Aquella idea de la izquierda ideológica de comerciar con China (…)se desvaneció tan o más pronto que como apareció”, añadió Campos. “Tanto Norteamérica como Europa siguen siendo los grandes cooperantes para Centroamérica”.
“Las relaciones con China están en decadencia. Hay un desbalance muy peligroso entre el crecimiento de exportaciones chinas en comparación con sus importaciones, causando [en Latinoamérica] una mayor dependencia”, comentó el investigador Oscar Garro, del Observatorio de la Política Internacional, al Semanario Universidad, de la Universidad de Costa Rica. “El consumidor en Costa Rica definitivamente ve mayor presencia de productos como ropa y calzado de manufactura china, pero (…) ¿por qué no fortalecer estas cadenas de suministro para producirlos en nuestro país, en vez de importarlos desde China? Nos daría más seguridad económica, poblacional, de empleos, de seguridad alimentaria, e inversión en industrias nacionales y regionales”.
China prometió más acceso a sus mercados para las compañías extranjeras y más de USD 100 000 millones en financiamiento nuevo para otras economías en desarrollo. Mientras, su economía experimenta una desaceleración y un desplome de la inversión extranjera, detalló el 18 de octubre la revista colombiana Semana.
“Las democracias en Latinoamérica y el Caribe pasan por alto que el Partido Comunista de China es señalado de crímenes contra la humanidad, e incluso genocidios contra minorías étnicas, como consta en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Es señalado por entes independientes como Human Rights Watch y Amnistía Internacional”, recuerda Campos. “Toda oportunidad que China tiene para desplazar a Taiwán la aprovecha, como ocurre en la Centroamérica ístmica e insular, donde sólo le restan a Taiwán dos aliados: Belice y Guatemala”.
“China tiene poco interés en el mercado centroamericano, que no es lo suficientemente diversificado como para suponer su interés en materia de comercio internacional”, aseveró al diario guatemalteco La República el profesor Rafael Párraga, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. “El interés es meramente geopolítico: condicionar el acceso al mercado chino, inversión en infraestructura y ofrecer apoyo con deuda, a cambio de no reconocer a Taiwán como Estado soberano”.
Aunque las inversiones de China en la Iniciativa de la Franja y la Ruta se desaceleró, Pekín busca fortalecer sus vínculos con Latinoamérica, para continuar teniendo acceso a materias primas baratas que le permitan sostener su actividad económica, publicó La Voz de América.
“La protección más importante a buscar ante los intereses fundamentalmente extractivos de China es la del medio ambiente”, apuntó Campos. “Los flujos de inversión desde China se enfocan mayoritariamente en la extracción, irrespetando convenios y tratados internacionales. Centroamérica tiene un serio problema, que [afortunadamente] ya es atenuado ante el interés extractivo con mayores regulaciones de los EE. UU. y Europa”.
En Honduras también existe preocupación por la poca transparencia en las negociaciones que llevaron a la firma de 22 acuerdos de cooperación, informó el 2 de noviembre el periódico hondureño El Heraldo.
El Consejo para la vigilancia de la ética, el comercio y la soberanía de Honduras, según publicó el diario hondureño El Mundo, hizo un llamado durante el Foro Ética, Soberanía y Comercio de las Relaciones Honduras China 2023, para que “en el proceso de negociación de acuerdos comerciales y políticos con China se vele por los intereses del país, el bienestar de la población; que existan garantías para el respeto a los derechos humanos, se proteja los bienes naturales, que se promueva la transparencia, el derecho a la información y el respeto a la soberanía”, demandó el Consejo.