Cuando se graduó como comunicadora social (periodista) de la Universidad Externado de Colombia en 1994, la joven Jhasmin Mora Cuellar ya sabía exactamente lo que quería hacer en su vida. Y por eso ingresó, dos años después, a la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, donde se graduó como oficial del Ejército Nacional del cuerpo administrativo, carrera que la llevó a su actual posición de jefe de Comunicaciones Estratégicas, del Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia. Anteriormente se desempeñó como jefe de prensa de la Cuarta Brigada del Ejército; fue cofundadora del primer Batallón contra el Narcotráfico en 1998, donde integró la Compañía de Operaciones Psicológicas, con jurisdicción en el sur del país. Ocupó el cargo de oficial de Comunicaciones de la Cuarta División del Ejército y, posteriormente, fue asignada a la Escuela Superior de Guerra como directora editorial de la revista Fuerzas Armadas. Para saber más de la trayectoria de esa oficial, Diálogo conversó con la Coronel Mora, considerada por sus compañeros de armas como una de las militares más competentes y profesionales de las Fuerzas Militares de Colombia.
Diálogo: ¿Cómo se siente usted ejerciendo una profesión en Latinoamérica donde tradicionalmente hay más hombres que mujeres, como es la carrera militar?
Coronel Jhasmin Mora Cuellar, jefe de Comunicaciones Estratégicas del Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia: Me siento útil, empoderada, con posibilidades para trabajar por la seguridad y defensa de mi país, y en igualdad de condiciones con los hombres. Para mí, como oficial del Ejército Nacional, es un honor formar parte de las Fuerzas Militares de Colombia. A lo largo de mis 25 años de servicio he orientado mi labor y especialidad a contribuir con el cumplimiento de los objetivos estratégicos del mando, desde la comunicación social, visibilizando la labor que cumplen los soldados de tierra, mar, aire y río, para proteger al pueblo colombiano, y contribuyendo desde la información a potenciar procesos que buscan el progreso y desarrollo de las comunidades, en las regiones más vulnerables de nuestro país. En la historia de la humanidad las mujeres hemos jugado un papel fundamental, hemos sido el motor dinamizador de distintos procesos, y hemos desarrollado grandes capacidades que hoy ponemos a disposición de las Fuerzas Militares de mi país. Nuestra fuerza, imaginación y voluntad, son fundamentales para contribuir en la construcción de una sociedad más justa para mujeres y hombres. La mujer en las fuerzas militares ha ganado espacios de participación e interacción, determinantes para alcanzar la victoria tanto en el teatro operacional como en los escenarios sociales de desarrollo y estabilización del país.
Diálogo: ¿Qué talentos singulares brindan las mujeres a las fuerzas militares?
Cnel. Mora: Como líderes, muchas mujeres trabajamos en la inteligencia emocional; hemos aprendido a desarrollar aspectos como la motivación y la empatía, dos cualidades importantes cuando nos desempeñamos en roles que buscan generar el mejor desempeño de los miembros de un equipo de trabajo. Nos hemos capacitado en diferentes áreas profesionales, tecnológicas y técnicas, disciplinas del conocimiento que hoy requieren las Fuerzas Militares de Colombia, para cumplir con la misión encomendada. Somos especialmente sensibles, versátiles, adaptables, comprometidas, disciplinadas, y siempre le ponemos pasión a cada tarea. Gracias a todas esas particularidades, en las filas de las Fuerzas Militares hoy hay mujeres de diferentes grados y de distintas especialidades, que fungen en las áreas administrativas, de sanidad, comunicaciones, infantería, logística, caballería y artillería, entre otras especialidades, que contribuyen con la consecución del objetivo final, que es mantener una Colombia grande, respetada y libre.
Diálogo: ¿Qué talentos se necesitan para tener éxito en el ámbito militar, independientemente del género?
Cnel. Mora: Indiscutiblemente los seres humanos debemos hacer los que nos gusta, los que nos apasiona. Partiendo de aquí, en primera instancia nacesitamos dominar un saber, tener conocimiento, lograr una comunicación asertiva, ser innovadores, complementarse en equipos de trabajo y pensar siempre en el consumidor de nuestro producto, que en este caso es la seguridad y defensa del pueblo colombiano. En este sentido, pienso que el talento más importante que requiere nuestra institución es la vocación de servicio, es amar irrestrictamente a la humanidad y es tener acendrado en nuestro ser un comportamiento ético superior. Esto no solo aplica para ser exitosa en la vida militar, también aplica en los ámbitos civil y personal.
Diálogo: Con relación al tema de integración de género, ¿qué es lo que más ha cambiado desde que ingresó al Ejército de Colombia?
Cnel. Mora: El Ejército Nacional y en general las Fuerzas Militares han experimentado una serie de transformaciones, tanto generacionales como en el contexto de las dinámicas globales, que exigen replantear la optimización del recurso humano; y es allí, precisamente, en donde las Fuerzas Militares de Colombia han enfocado gran parte de sus esfuerzos; en posicionar y empoderar a la mujer de acuerdo a sus competencias. El pie de fuerza femenino en las Fuerzas Militares de Colombia hoy es de 9680 mujeres, de las cuales 5223 son uniformadas y 4457 son civiles al servicio de la institución castrense, lo que permite evidenciar la evolución de la incorporación de personal femenino, abriéndosele espacio en un contexto tradicionalmente masculino. La presencia femenina en las fuerzas militares inicio en 1976, cuando por primera vez el Ejército Nacional incorporó mujeres a sus filas. Así ingresaron las primeras oficiales del cuerpo administrativo en áreas como bacteriología, medicina, economía, derecho y sociología. Este hecho se convirtió en un hito histórico para la mujer, en su constante lucha por lograr mayor participación en el mercado laboral, así como un desafío para la institución castrense, dado que no se tenía la experiencia de formar mujeres en la Escuela Militar. Continuando con el proceso de integración funcional de la mujer, en el 2009 ingresaron a la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova las primeras mujeres, que recibieron la formación y entrenamiento para ser oficiales de las armas y del cuerpo logístico. Esta formación fue bajo las mismas condiciones y exigencias que las del personal masculino; por supuesto, teniendo claro que se trata de aplicar un enfoque diferencial. La Armada Nacional de Colombia incorporó en 1984 a las primeras mujeres oficiales del cuerpo administrativo. La Fuerza Aérea Colombiana, en 1979, incorporó las primeras mujeres en sus filas. Hoy existe una política pública sectorial de transversalización del enfoque de género para el personal uniformado de la fuerza pública 2018-2027, expedida por el Ministerio de Defensa Nacional. En el desarrollo de los procesos crecientes de incorporación de las mujeres en las fuerzas militares, tanto del personal uniformado como civil, se implementaron siete líneas de acción para fortalecer la promoción de la equidad de género en su interior: prevención, protección, participación, institucionalización, conocimiento, comunicación y cooperación.
Diálogo: ¿Cree que las mujeres tienen que esforzarse más que los hombres para avanzar en la carrera militar?
Cnel. Mora: Definitivamente no. En las Fuerzas Militares de Colombia tanto las mujeres como los hombres hemos tenido las mismas oportunidades, ha sido un proceso progresivo, firme y satisfactorio, pues hoy ya contamos con mujeres talentosas que ostentan el grado de General de la República de Colombia. Son grandes protagonistas y lideresas que se han destacado por su trabajo, pulcritud y esplendor, en la labor que cumplen. Gracias a sus conocimientos y capacidades, han empoderando a la mujer en las Fuerzas Militares. Es importante señalar que nuestras Fuerzas Militares, en virtud de reconocer las capacidades del personal femenino uniformado y en total respeto de los derechos y capacidades de la mujer militar, han estipulado políticas y directrices de género que han permitido avanzar óptimamente en la senda de la igualdad de oportunidades y capacidades. Gracias a esa reingeniería cultural, hoy en día en el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, tenemos mujeres uniformadas liderando procesos estratégicos, logísticos, operacionales y administrativos.
Diálogo: ¿Qué opina sobre el desempeño de las mujeres en zonas de combate?
Cnel. Mora: Históricamente ha quedado demostrado que la mujer, por su misma naturaleza, su caracterización y particularidades, es una guerrera innata. Por ello en el campo de combate ha sido un apoyo inminente, para la consecución de los objetivos operacionales desde diferentes roles. Esta dimensión de guerrera la hace guiadora, forjadora, amorosa, firme y vencedora. En el contexto y dinámica del conflicto que se libra en Colombia, el personal militar femenino ha sido formado y capacitado, ellas son un componente fundamental en el teatro de operaciones, ya que con sus especialidades en las ramas de la ciencia militar y sus armas como inteligencia, comunicaciones, logística, artillería, caballería, acción integral, aviación, infantería e ingenieros, entre otras especialidades han contribuido significativamente en ese tránsito del control militar de área al control institucional del territorio.
Diálogo: ¿Cuál será la nueva normalidad para las Fuerzas Militares de Colombia cuando termine la pandemia?
Cnel. Mora: Día a día nuestros hombres y mujeres se preparan, entrenan y capacitan para hacerle frente a los nuevos retos que las dinámicas globales y necesidades del país nos exige. Precisamente, y en virtud de ese irrestricto compromiso de velar por el bienestar del pueblo colombiano, nuestros soldados están educados para asumir los desafíos en el teatro operacional, como en escenarios del esfuerzo no armado, contribuyendo en el desarrollo, prosperidad y construcción del país.