Para el experto en economía venezolano Ricardo Hausmann, director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard y ex presidente del Comité de Desarrollo del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, Venezuela es un caso único, ya que supera las grandes depresiones en el mundo, y al cual se suma la migración masiva de más de 4 millones de ciudadanos.
“El caos en Venezuela es un evento de magnitudes históricas donde solo ha ocurrido en el planeta en países como Azerbaiyán, Liberia, Libia”, dijo Hausmann a Diálogo. “Pero dentro de un contexto de guerras civiles o colapso del estado”.
Venezuela se encuentra viviendo una crisis económica a gran escala. A finales de mayo, el Banco Central de Venezuela publicó estadísticas –por primera vez desde el 2015– sobre la situación económica del país que confirman el colapso de la economía.
Según las nuevas estadísticas, la inflación está fuera de control y superó el 130 000 por ciento en 2018 –el más alto en la historia reciente de Venezuela– pero mucho menos del más de 929 000 por ciento estimado por el Banco Central en 2018. Los datos revelan una contracción del Producto Interno Bruto de 52 por ciento entre 2013 y 2018, o sea una caída de la economía venezolana por más de la mitad en cinco años.
Estos datos confirman que la economía venezolana lleva años en fase de derribo. Otros datos publicados también documentan la severa caída de las exportaciones petroleras, del país dependiente del petróleo y con las mayores reservas en el mundo, de USD 85 millones en 2013 a USD 30 millones en 2018 –el año en que Nicolás Maduro asumió el poder. Eso evidencia un descenso antes de que los EE. UU. impusieran las primeras sanciones en agosto de 2017.
Además, explica Hausmann, Venezuela ya era percibida como un país económicamente quebrado e insolvente. “La última emisión de bonos de la deuda venezolana fue lanzada por Maduro en mayo de 2017, es decir, tres meses antes de las sanciones. Los bonos fueron emitidos con una tasa de interés en dólares del 47 por ciento”, dijo Hausmann. “Esos bonos de Venezuela solo se podían pagar poniendo a pasar hambre al pueblo. Por eso, Estados Unidos evitó que Maduro siguiera teniendo acceso a los mercados financieros internacionales para evitar que continuara endeudando al país de manera tan irresponsable”.
El colapso de la economía venezolana, insiste Hausmann, vino a partir del 2013, específicamente entre 2004 y 2013, cuando aumentó el precio del petróleo. En lugar de ahorrar, el país permitió que la bonanza petrolera creara una mayor deuda nacional.
“La deuda pública externa pasó de USD 25 000 millones a USD 160 000 millones”, dijo Hausmann. “Ese aumento brutal de la deuda externa hizo que para el 2013, los mercados externos dijeran que a Venezuela no se le podía prestar más dinero porque tenían demasiada deuda. Así es cómo realmente comienza la recesión: Venezuela se había sobre endeudado”.
“Estamos en la crisis no por las sanciones del Gobierno de los Estados Unidos. Estamos en esta crisis humanitaria compleja por el mal manejo económico, la implementación de un modelo comunista cubano y por los altos niveles de corrupción”, dijo a Diálogo Lawrence Castro, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela y miembro del parlamento del MERCOSUR.
“En la Asamblea Nacional las cifras que manejamos es de dinero perdido, por esta revolución desgraciada, de alrededor de USD 380 000 millones, que no es poca cosa. Hoy, gracias a las gestiones del presidente interino Juan Guaidó y la Asamblea Nacional, hemos logrado detener el robo en varias empresas del país por Nicolás Maduro, Iris Varela, Diosdado Cabello, Tareck El Aissami, Tarek William Saad, entre otros. La realidad es que acá la corrupción y el manejo comunista [del país] de la economía han sido las razones por la que estamos pasando estas necesidades”.