Según el estudio COVID-19 y la cadena de suministro de drogas: desde la producción y el tráfico hasta el uso, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la pandemia tiene efectos importantes en los métodos de los criminales para transportar sus mercancías; existe incremento de narcotráfico por mar, en semisumergibles y lanchas rápidas.
“Las medidas tomadas por el COVID-19 pueden generar un aumento del riesgo de intercepción cuando la droga es traficada por tierra, ya que ahora pueden ser interceptada con mayor frecuencia que aquella traficada por otros modos de transporte”, dice el estudio. “La reducción del tráfico aéreo (…), indica un aumento en el tráfico marítimo de drogas y una disminución del tráfico por tierra”.
Evan Ellis, profesor de investigación de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, aseguró a Diálogo que el fortalecimiento de las rutas marinas está también relacionado con la cantidad de reclutas que el narcotráfico puede emplear para mover sus drogas por tierra en la región.
“El cierre de las fronteras a las personas y la reducción del comercio internacional disminuyó las opciones de los narcotraficantes para mover productos por mulas o contrabando, lo que obligó a un mayor uso de embarcaciones sumergibles y embarcaciones no comerciales”, dijo Ellis.
Respuesta conjunta
“Se vuelve fundamental el trabajo coordinado que realizan los países de la región y las Fuerzas Armadas estadounidenses para hacerle frente a la situación en los mares latinoamericanos”, agregó Ellis. “La coordinación entre países es más importante que nunca (…).
Costa Rica, Colombia y Panamá son algunos de los países que trabajan fuerte en coordinación con las Fuerzas Armadas de los EE. UU. para enfrentar al narcotráfico en el mar. Por ejemplo, el patrullaje conjunto costarricenses y estadounidense logró el decomiso de más de una tonelada de cocaína en el mar Caribe el 23 de mayo, y a mediados de febrero la Armada Nacional de Colombia y el Servicio Nacional Aeronaval de Panamá capturaron un semisumergible que llevaba 5 toneladas de cocaína.
Por su parte, el 1.º de abril, el Comando Sur de los EE. UU. inició operaciones reforzadas antinarcóticos en el hemisferio occidental. Como resultado, a mediados de mayo la Guardia Costera de los EE. UU. incautó más de 1400 kilogramos de cocaína de una lancha rápida en aguas internacionales del océano Pacífico. Además, el destructor USS Pinckney, que navegaba el 16 de mayo con un Destacamento Policial de la Guardia Costera de los EE. UU., incautó más de 2,7 toneladas de cocaína, y el 14 de mayo decomisó otras 1,4 toneladas.