La medida sigue a otras similares que buscan cerrar el cerco a los miembros y allegados del gobierno de Maduro, en medio de un accionar diplomático y político para producir cambios que saquen a Venezuela de sus graves problemas humanitarios.
Esta vez fue el turno del comandante Rafael Enrique Bastardo Mendoza, que lidera las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y de Iván Rafael Hernández Dala, comandante de contrainteligencia militar (DGCIM).
“Estados Unidos designa públicamente (a ambos funcionarios) por su participación en graves violaciones de los derechos humanos”, indicó el texto del gobierno de los EE. UU. Las autoridades también sancionaron a la esposa de Bastardo, Jeisy Catherine Leal Andarcia, y a la esposa de Hernández, Luzbel Carolina Colmenares Morales, así como también a los hijos menores de ambos funcionarios.
Los designados “no tienen permitido ingresar a los EE. UU.”. El gobierno estadounidense lidera las iniciativas de más de 50 naciones del mundo que rechazan el mandato de Maduro y apoyan al presidente interino Juan Guaidó.
El anuncio indicó que “se acusa a las organizaciones de seguridad e inteligencia que dirigen Bastardo y Hernández de cometer violaciones y abusos de los derechos humanos y la represión de la sociedad civil y la oposición democrática”.
A su vez, explicó que sus actos, “fueron documentados ampliamente en el informe del 5 de julio de 2019 de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, así como también en informes confiables de otras organizaciones de derechos humanos”.
El informe que entregó la Alta Comisionada de la ONU Michelle Bachelet tras visitar el país, admitió que se produjeron al menos 7523 ejecuciones extrajudiciales en el país.
La sanción busca también castigar a los funcionarios por corrupción, indica el texto.