El presidente de los EE. UU. Donald Trump, anunció junto a altos funcionarios, como Mark Esper, secretario de Defensa , y el General del Ejército de los EE. UU. Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, el lanzamiento de una nueva y enorme “operación antidrogas” en Latinoamérica y el Caribe.
“Mientras las naciones de todo el mundo se enfocan en la pandemia de COVID-19, existe la creciente amenaza de que los cárteles de droga, criminales, terroristas y otros personajes malignos intenten aprovechar la situación para beneficio propio”, dijo el presidente Trump el 1 de abril. “No debemos permitir que eso suceda”.
El presidente Trump anunció que en la región se estaban desplegando destructores, buques de combate y aeronaves de vigilancia y reconocimiento de la Marina, además de elementos de una Brigada de Asistencia de la Fuerza de Seguridad del Ejército y las Fuerzas de Operaciones Especiales, que se sumaban a las patrullas antidrogas de la Guardia Costera de los EE. UU., ya presentes en la zona.
“En cooperación con las 22 naciones socias, el Comando Sur de los EE. UU. incrementará las tareas de vigilancia, detención e incautación de cargamentos de drogas, y proporcionará apoyo adicional para los esfuerzos de erradicación que se están aplicando actualmente a un ritmo sin precedentes”, agregó el presidente Trump.
Esta nueva operación ha llevado meses de preparación, pero cobró mayor urgencia luego de la acusación contra Nicolás Maduro el 26 de marzo, a raíz de lo cual se ofrecen USD 15 millones por información que propicie su captura.
“El pueblo venezolano sigue sufriendo tremendamente por culpa de Maduro y su forma criminal de controlar el país, y los narcotraficantes se están aprovechando de esta anarquía”, dijo Esper después de las declaraciones del presidente Trump.
“Los organismos corruptos, como el régimen ilegítimo de Maduro, dependen de las ganancias derivadas de la venta de drogas para mantener el poder de forma opresiva”, manifestó Esper, en referencia a la presunta cooperación de Maduro con cárteles colombianos, para traficar cientos de toneladas de cocaína y otras drogas hacia el norte, por vías aérea y marítima.
En su explicación sobre la nueva misión, el Gral. Milley dijo que, según nuevos reportes de inteligencia recibidos, los cárteles de la droga vieron al brote de COVID-19 como una oportunidad para tratar de enviar más cargamentos de droga a los EE. UU.
“Estamos en guerra contra terroristas, estamos en guerra contra el COVID-19 y también estamos en guerra contra los cárteles de droga”, expresó el Gral. Milley. “Somos las Fuerzas Armadas de los EE. UU. No entrarán a este país”, les advirtió.