China y Rusia intensifican su presencia cibernética en Latinoamérica a la vez que emplean herramientas cibernéticas como la desinformación, la ciberdelincuencia y la intromisión en las elecciones, para perseguir sus objetivos en la región, dicen los expertos. Las campañas de desinformación a través de plataformas de medios sociales en español, los ciberataques, como los del grupo ruso de ransomware Conti perpetrados contra organismos gubernamentales de Costa Rica y Perú en los últimos meses, y la transferencia de conocimientos e infraestructura de ciberseguridad, son algunos ejemplos de sus crecientes operaciones cibernéticas.
Venezuela es un ejemplo de ello, dice la revista estadounidense The National Interest, al describir el país como un “centro cibernético chino y ruso a las puertas de los Estados Unidos”. Los intereses del régimen autoritario chino en el sistema de identificación nacional se remontan a 2008, cuando el entonces líder socialista Hugo Chávez comenzó a urdir planes para emular la tecnología china y sus capacidades de seguimiento y vigilancia. En 2016, tres años después de la muerte de Chávez, el régimen de Nicolás Maduro presentó el carnet de la patria, una tarjeta de identificación al estilo chino.
La empresa china de telecomunicaciones ZTE Corporation, contratada por Venezuela con un coste de unos USD 70 millones, envió expertos al país latinoamericano para desarrollar e implementar la tecnología. “Cada vez hay más pruebas de que el régimen [venezolano] está utilizando el carnet de la patria para ejercer el control sobre la población. Por ejemplo, numerosos testimonios dicen que el carnet de la patria fue utilizado para verificar los votos de los ciudadanos en las elecciones de 2017 y 2018”, dijo la Organización de Estados Americanos en un informe sobre la crisis de migrantes y refugiados venezolanos en la región.
Rusia también aporta sus conocimientos de ciberseguridad al régimen de Maduro, informa The National Interest. En marzo de 2019 un centenar de tropas militares rusas, incluyendo personal de ciberseguridad, fueron desplegadas en Venezuela, supuestamente para ayudar a restaurar la red eléctrica del país tras los apagones masivos que el régimen achacó a los ciberataques, informó Reuters. Sin embargo, la presencia del personal de ciberseguridad sugiere claramente que su misión podría haber sido ayudar al régimen en la vigilancia y protección de su infraestructura cibernética.
Intento de proyección global
Si China y Rusia exportan sus conocimientos cibernéticos a Latinoamérica, con ello viene su visión de Internet, dijo el Consejo de Relaciones Exteriores, un laboratorio de ideas estadounidense especializado en relaciones internacionales, en un blog que aborda la exportación de ZTE a Venezuela de su tecnología de vigilancia.
“Exportar la tecnología de vigilancia (y los conocimientos técnicos) a otros países es una forma de reforzar la visión soberana y controlada de Internet”, escribió Justin Sherman, miembro de la política de ciberseguridad del laboratorio de ideas New America.
Los conocimientos cibernéticos chinos y rusos en suelo latinoamericano, dice National Interest, son una amenaza para los Estados Unidos y la región, así como una amenaza global. A finales de 2019, por ejemplo, la entonces vicepresidenta de Colombia Marta Lucía Ramírez, acusó a Rusia y Venezuela de fomentar las protestas a través de campañas en las redes sociales, informó el New York Times. En 2017, se descubrió que, durante la crisis separatista catalana en España, una gran cantidad de contenido extranjero en las redes sociales destinado a aumentar la división era en realidad el resultado de la desinformación rusa procedente de Venezuela, informó el sitio web estadounidense The Daily Beast.
Alianza
“Hay indicios de que Venezuela está acerca no sólo de China, sino de otros países como Rusia, Irán y la propia Siria, en las últimas dos décadas, tanto en el ámbito de la cooperación comercial, económica y política, como en el de la ciberseguridad”, dijo a Diálogo Roberto Uebel, investigador profesional asociado del Instituto Sudamericano de Política y Estrategia, y profesor de relaciones internacionales en la Escuela de Publicidad y Marketing de Porto Alegre, estado de Río Grande do Sul.
Para Uebel, el hecho tiene que ver con lo que denomina “geopolítica cibernética, es decir, una geopolítica del espacio virtual”, lo que significa que hoy en día, cuando hay algún tipo de cooperación entre países, es bastante probable que esta cooperación incluya el ámbito cibernético, porque éste es una preocupación de todos los países, desde los más desarrollados hasta los menos, según el profesor. “El propio secretario general de la ONU dijo en la Asamblea General de septiembre del 2021 que el próximo gran conflicto internacional se producirá por un ataque de hackers”, concluyó Uebel.