China participa en exploraciones petroleras cubanas mediante la compañía Gran Muralla, que emplea a unos 160 chinos que laboran juntos a la empresa estatal Unión Cuba-Petróleo, según AméricaEconomía, plataforma digital con base en Chile. Gran Muralla es una filial de la Corporación Nacional de Petróleo de China, que tiene negocios en la isla desde 2005. Esta compañía perfora pozos petroleros con tecnología a la que Cuba no tenía acceso, agrega el artículo.
Carlos Murillo, especialista en geopolítica de la Universidad Nacional de Costa Rica, explica que durante los últimos años Beijín aumentó sus visitas a la isla, y trata de acelerar su expansión mediante el establecimiento de relaciones comerciales en diferentes áreas, por ejemplo en el sector petrolero.
“Los vínculos de Beijín con La Habana datan de hace décadas; sin embargo, ahora tienen un nuevo impulso por el interés chino de tener presencia en Latinoamérica”, dijo Murillo a Diálogo. “Esto se aceleró porque China esperaba consolidar su figura global en 2025, pero la confrontación comercial con los Estados Unidos la obligó a aumentar su influencia en todas las regiones y en todos los ámbitos. Cuba busca ser referente en el Caribe y eso es atractivo para Beijín, que quiere ocupar la mayor cantidad de espacios que pueda”.
La producción actual de hidrocarburos en Cuba no alcanza para solventar el consumo local, y en términos de recursos energéticos la isla no es atractiva para los intereses de ningún inversionista.
“Cuba no ofrece ningún recurso realmente valioso a China. Al mercado chino no le atrae el ron o el azúcar latinoamericanos porque el costo de transporte es elevado y tiene mercados más cercanos que ofrecen esos productos. Lo importante para China es la posición estratégica de la isla. China sueña con tener una base naval en las fronteras con los EE. UU., por eso la carta de Cuba es valiosa. Aunque en política la isla es cada vez más irrelevante, es importante desde la perspectiva geopolítica; Cuba siempre será fundamental en el Caribe”, dijo Murillo.
“Aunque las reservas cubanas no son relevantes, el apetito chino por hidrocarburos es paralelo a su estrategia de expansión en Latinoamérica”, aseguró a Diálogo el Dr. Constantino Urcuyo Fournier, catedrático de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica.
“Cuba forma parte del interés político y de recursos de China; uno de esos recursos son los hidrocarburos y quiere tener más vínculos con la isla para tener mayor presencia con su exploración petrolera. China siempre busca [asociar] lo político con lo económico, como el petróleo de Cuba, aunque no sea tan abundante como en otros países”.
El papel de la crisis en Venezuela
Un factor importante relacionado con la presencia china en la isla es la crisis que vive Venezuela, quien durante los últimos años fue el principal aliado de Cuba, apoyándolo con petróleo a precios preferenciales. Murillo considera que esa coyuntura explica los movimientos de La Habana, pues la situación del régimen de Nicolás Maduro es precaria y necesita con urgencia el apoyo de otras naciones para subsistir.

“La preocupación China en Venezuela es de recuperar sus préstamos. Beijín busca relaciones asimétricas donde domine y condicione a cualquier país”, comentó Murillo. “Por otro lado, Cuba depende de otros países para sobrevivir: primero de España [1492-1898], luego de los Estados Unidos[1898-1959], después de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas [1960-1990] y en este siglo de Venezuela [1998-2019]. La Habana sabe que la vía de sobrevivencia venezolana está agotada con Maduro en el poder. Por eso le urge buscar otros proveedores y Beijín ve una oportunidad de aprovechar la situación para expandirse”.
Urcuyo coincide con Murillo, pero puntualiza que a diferencia de Venezuela, la relación comercial entre China y Cuba es más compleja, ya que la isla no tiene tantos recursos para ofrecer.
“Cuba se apoya en Venezuela, pero buscará otros proveedores y creo que ya están obteniendo petróleo de Moscú. China podría ser fuente de apoyo financiero; ha invertido en Venezuela a cambio de petróleo, pero Cuba todavía no puede ofrecerle ese recurso más que como expectativa”, finalizó Urcuyo.