Un polémico proyecto de instalación de mega granjas de cerdos con inversiones chinas ha generado un amplio rechazo de la sociedad civil argentina. Científicos, académicos y miembros de pueblos indígenas, advierten sobre los riesgos sanitarios y ambientales de las granjas, cuya meta sería exportar cerca de 900 000 toneladas de carne porcina al país asiático; o sea 10 veces más que la producción actual en Argentina.
La lista de posibles impactos incluye nuevas pandemias, bacterias resistentes a antibióticos, emisión de gases del efecto invernadero, contaminación del suelo, y uso excesivo del agua. “Si este acuerdo se concreta estaríamos habilitando la transformación de nuestros territorios en el chiquero de China”, dijo a Diálogo el médico Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental (InSSA) de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
La controversia inició en 2020 en plena pandemia de coronavirus, cuando el entonces canciller argentino Felipe Solá anunció una “asociación estratégica” con China, para abastecer al gigante asiático. El 6 de julio de 2020, luego de una entrevista telefónica con el ministro de Comercio chino Zhong Shan, Solá señaló “el avance de un proyecto, ya conversado entre el Gobierno argentino y el Ministerio de Agricultura de China, sobre producción de carne porcina de inversión mixta, entre las empresas chinas y las argentinas”.
“La Argentina alcanzará 900 000 toneladas [de carne porcina] en cuatro años y en un proceso prudente, supervisando las buenas prácticas e incorporando tecnología de punta para reducir el impacto medioambiental”, decía el comunicado de la Cancillería argentina.
El proyecto consistiría en 25 mega granjas con más de 12 000 cerdas cada una, y la inversión china de casi USD 27 000 millones, indicaron varios diarios locales como El Cronista y El Economista. Sin embargo, el proyecto suscitó críticasinmediatas de los ecologistas, y produjodiversas protestas. “Esto generó algunos retrocesos al menos en la agenda pública, pero no significa que el proyecto esté frenado”, informó InSSA a Diálogo.
Algunas provincias argentinas avanzan en negociaciones bilaterales con China. En noviembre del 2021, por ejemplo, el gobernador del Chaco Jorge Capitanich, anunció un convenio con la empresa chino–argentina Feng Tian Food, para la instalación de tres mega fábricas de carne porcina en su provincia.
Bacterias y moscas
Para producir más de 20 lechones por cerdapor año, el modelo chino mantiene a los animales hacinados y alimentados a base de cereales transgénicos, hormonas y antibióticos.
“[Las granjas porcinas son] un modelo que tiene tan altos riesgos sanitarios que son justamente los que motivan a China a externalizar la producción de carne”, advierte el libro 10 Mitos y Verdades sobre las Megafactorías de Cerdos; escrito por la periodista argentina Soledad Barruti, la socióloga argentina Maristella Svampa y otros especialistas.
En 2018, por ejemplo, la Organización Mundial de Sanidad Animal reconoció la diseminación de cepas multirresistentes de salmonella no tifoidea como un serio problema para la salud humana y animal. Al ser excretados en la orina y las heces de los cerdos los antibióticos terminan en la tierra, el agua y los campos de cultivo.
Otro problema es la presencia constante de moscas, mosquitos, roedores y murciélagos en torno a estas granjas. “Moscas son vectores de transmisión de al menos 65 enfermedades para personas y animales, como enfermedades entéricas, fiebre tifoidea, disentería, poliomielitis, enfermedades oculares, carbunco, tularemia, lepra y tuberculosis”, dice el libro 10 Mitos y Verdades.
También preocupa el alto consumo de agua de las granjas porcinas. La producción de 900 000 toneladas de carne supondría una huella hídrica de aproximadamente 12 000 millones de litros, sin contar el agua utilizada para la limpieza de los establecimientos, estima La Salud Hecha un Chiquero, libro de la Fundación Rosa Luxemburgo, centro de investigaciones alemán, en conjunto conInSSA y el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de Argentina, que vincula el proyecto de mega granjas de cerdos con la salud de las comunidades y la contaminación del medio ambiente.
“Por cada kilo de carne porcina se utilizan 5900 litros de agua potable, con el consecuente riesgo de escasez para otras actividades esenciales (uso residencial y otras actividades económicas)”, dicen los autores de 10 Mitos y Verdades.
Geopolítica de la enfermedad
China es el principal productor mundial de carne de cerdo. Produjo 47,5 millones de toneladas en 2021, muy por encima de la Unión Europea (23,7 millones) y los Estados Unidos (12,5 millones), según la plataforma Statista. Sin embargo, el país se ha enfrentado a múltiples brotes de peste porcina africana, una epidemia viral letal,desde que se detectó por primera vez en su territorio en agosto de 2018. Desde entonces, China –que sacrificó más de 1 millón de cerdos para evitar la propagación de la enfermedad, según reportó Reuters– está en crisis y busca otros países para instalar sus mega granjas porcinas.
Eso es lo que Verzeñassi llama “geopolítica de la enfermedad”, reportó el diario argentino La Nación. “Así llamamos nosotros a la estrategia de los países centrales, para sacarse de encima las industrias que contaminan y trasladarlas [fuera del país]”.