La compañía estatal china China Harbour Engineering Company (CHEC) demuestra un pobre desempeño en todo el mundo con el desarrollo de obras de infraestructura, incluyendo Latinoamérica. Sus proyectos y actuar en Bolivia, Costa Rica, Honduras, Jamaica y otros países, recibieron muchas críticas como uso de materiales de baja calidad, contaminación en zonas protegidas, nulo mantenimiento en los sitios, atrasos de entrega de obras, expropiaciones injustas, uso de sobornos y otros reclamos.
CHEC, filial de China Communications Construction Company (CCCC), implicada en casos de corrupción en todo el mundo e incluida en la lista negra del Banco Mundial en 2009 por licitaciones fraudulentas, tiene más de 60 oficinas en el extranjero o filiales que atienden a clientes en más de 80 países, siendo proveedor de servicios integrales en ingeniería, adquisiciones, construcción, operación, transferencia y asociaciones público-privadas, informó Business News Americas. Su cartera de infraestructura incluye ingeniería marina; dragado y recuperación; construcción de carreteras, puentes, ferrovías, aeropuertos y ensamblado de equipos.
Muchas de los proyectos de CHEC están adjudicados en África, Asia y Latinoamérica, sus zonas de operación principales. Sin embargo, también están relacionados con escándalos de corrupción y reclamos de sus clientes.
“Uno de los gigantes empresariales chinos que el Partido Comunista usa para todo es CHEC, parte de ese monstruo llamado China que se mueve con muchos brazos, pero siempre es el mismo animal”, dijo el 15 de octubre a Diálogo Douglas Farah, analista internacional y presidente de la compañía estadounidense de servicios de consultoría de seguridad nacional especializados en Latinoamérica IBI Consultants. “Es una empresa que recibe muchas quejas, principalmente porque carece de transparencia y porque normalmente sus contratos no son abiertos al público. Eso se traduce en que ellos se comprometen a hacer cosas y luego no hay manera de obligarlos a cumplir”.
Los problemas y acusaciones en contra de CHEC han ocurrido en Bangladesh y Tanzania; también en Uganda y Sri Lanka. Pero además tienen presencia frecuente en Latinoamérica, pareciendo más a un modus operandi que a errores o casualidades.
“Uno de los aspectos comunes en estos reclamos es la mala calidad del trabajo de CHEC. Esto es porque si un país no es de alto nivel estratégico para China, no se preocuparán de hacer las cosas de la mejor manera posible para evitar un reclamo”, dijo Farah. “En esos casos China entra, pone un poco de dinero y dicen ‘ya, listo’, y se van”.
En Costa Rica, el proyecto de ampliación de la Ruta Nacional Primaria Ruta 32, que une a localidades de Río Frío y Limón, ha tenido obstáculos e inconvenientes desde su fase constructiva que inició en 2017. Prórrogas, traslados de fechas de finalización, necesidad de más recursos, expropiaciones indebidas y acusaciones a la empresa de que no hay una contraparte coordinadora, han hecho que el proyecto de CHEC, que debía estar finalizado en 2020, hoy solo tiene construidos 20 de los 117 kilómetros, y tiene fecha de término para 2024, informó el medio costarricense CRHoy.
En Jamaica E.G. Hunter, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Obras, se reunió con altos funcionarios de CHEC para discutir aspectos que obstaculizan la construcción del proyecto de mejora de la carretera costera sur, de más de 120 kilómetros, informó en julio el diario jamaiquino The Gleaner. Entre los reclamos están el lento ritmo de trabajo y la falta de mantenimiento de las zonas de trabajo. La empresa china aseguró a Hunter que los trabajos se intensificarían y que el acceso público a áreas reconstruidas sería mayor. Sin embargo, el proyecto sigue sin finalizar y solo se han inaugurado 28 kilómetros.
En Panamá, CHEC forma parte de un consorcio responsable de la construcción de un puerto para cruceros. Además, está a cargo de la construcción de un puente sobre el Canal de Panamá. En este último proyecto, a pesar de que las obras están avanzadas, una comisión de la Asamblea Nacional panameña halló irregularidades en la adjudicación del contrato, lo que retrasa la finalización de la obra, informó el sitio de noticias argentino Infobae.
Misma historia en Bolivia, donde CHEC sobornó a funcionarios estatales para la construcción de una carretera de doble vía, entre las localidades de Sucre y Yamparáez.
“Los países donde el accionar de CHEC es más problemático son aquellos que son pequeños y cuya capacidad económica es también menor, lo que les impide reclamar”, dijo Farah. “En cambio, un país grande y con respaldos puede decir ‘dejemos de exportar tal cosa hasta que China cumpla sus compromisos’. Eso no lo puede hacer una nación pequeña sin poder de negociación, volviéndose más vulnerables”.
“CHEC es una empresa que, entre otras, China utiliza para entrar en campos estratégicos, donde ofrecen mucho a muy bajo precio o precio menor de los demás, muchas veces por soborno”, remachó Farah.