Ocho de las 10 empresas responsables de casi el 25 por ciento de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) conocida proceden de China. Así lo indica un informe reciente de Financial Transparency Coalition (FTC), una red global formada por expertos de ONGs y gubernamentales.
Según el estudio, las empresas vinculadas al Estado chino cuentan con la flota más grande del mundo operando en aguas distantes, con al menos 3000 embarcaciones. La actividad ilegal mueve hasta unos USD 23 500 millones al año, con pérdidas económicas totales estimadas en USD 50 000 millones. “Esto convierte la INDNR en el tercer delito contra los recursos naturales más lucrativo después de la [exploración de] madera y la minería”, dice el informe de la FTC publicado en el último trimestre de 2022.
Los países en desarrollo son especialmente vulnerables a la actividad ilegal de la flota china. “Se estima que la INDNR en aguas territoriales argentinas representa entre USD 1 mil millones y USD 2,6 mil millones por año. Considerando que las exportaciones anuales de vino embotellado de Argentina se valoraron en USD 817 millones en 2021, la pesca INDNR tiene más del doble del tamaño de la industria vitivinícola argentina”, dice el informe.
Depredación de la flota china
¿Qué explica que la enorme mayoría de las empresas que hacen INDNR sean chinas? “Una cuestión es cuantitativa. La flota de mayores dimensiones de aguas distantes es china. Son más de 3000 embarcaciones que andan alrededor del mundo, de las cuales hay entre 600 y 700 en los bordes de los mares de Sudamérica”, dijo a Diálogo Milko Schvartzman, especialista argentino en conservación marina y miembro de la ONG Círculo de Políticas Ambientales.
“La otra razón es cualitativa. Las embarcaciones chinas no solo son más numerosas, sino que incurren en mayor porcentaje en la pesca ilegal. Y casi la totalidad de la flota china realiza pesca furtiva, o sea, no regulada y no declarada”, dijo Schvartzman.
Según el experto, esas embarcaciones chinas operan en zonas donde no hay regulaciones o en zonas que están reguladas pero sobre especies no reguladas. Además, no cumplen con ningún estándar internacional de normas laborales o de seguridad en la navegación.
“Son embarcaciones que apagan el rastreador satelital, que es el AIS [Sistema de Identificación Automática] para que no se los detecte. Y son las que hacen el mayor ingreso de pesca ilegal en el mundo. Entonces es la flota de peor comportamiento y la más masiva”, afirmó el especialista.
La amenaza en Sudamérica
La flota china es especialmente nociva en Sudamérica, como demostró un análisis realizado por la ONG conservacionista Oceana. Entre 1.º de enero de 2018 y 25 de abril de 2021, Oceana analizó la actividad de los barcos pesqueros a lo largo de la frontera de las aguas nacionales de Argentina utilizando datos del AIS de Global Fishing Watch (GFW), una organización independiente sin fines de lucro fundada por Oceana en asociación con Google y SkyTruth.
Los dispositivos de AIS transmiten datos como el nombre de la embarcación, el Estado del pabellón y la ubicación. “De la pesca visible en GFW, Oceana documentó más de 800 barcos extranjeros registrando más de 900 000 horas totales de pesca aparente. El análisis también reveló que el 69 por ciento de esta actividad pesquera fue realizada por más de 400 embarcaciones chinas”, dijo Oceana.
Muchas de esas embarcaciones son vinculadas al Estado chino. Es el caso del barco “Lu Rong Yuan Yu 668”, que en 2020 fue detectado y perseguido por un buque guardacostas de la Prefectura Naval Argentina cuando pescaba dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina.
“Ese barco es de capitales estatales chinos, lo que nos da una idea de la influencia del Estado chino y su complicidad con esas operaciones”, dijo Schvartzman. “El Estado chino sabe lo que está ocurriendo, sabe cuándo esas embarcaciones apagan el sistema de rastreo, sabe dónde y cómo están pescando”, afirmó el experto. “El Estado chino es cómplice directo no solo por conocer las actividades ilegales de su flota, por permitirlas y no sancionarlas, sino porque hay embarcaciones que realizan pesca ilegal y son propiedad del Estado chino”, añadió.
Pesca ilegal artesanal e industrial
Schvartzman afirma que hay que diferenciar entre la pesca ilegal realizada por embarcaciones industriales que provienen de otros continentes y la pesca ilegal de barcos artesanales de los países de la región. “Si bien está mal la pesca ilegal entre los países de la región, son ámbitos que no son comparables.”
“O sea, [la pesca ilegal de embarcaciones de la región] es un ilícito, es una actividad depredadora y que viola las normas, pero no es una actividad que se puede comparar con flotas industriales extranjeras por las dimensiones de las embarcaciones y por la gravedad de que vienen de otras regiones del planeta, con combustibles subsidiados y mano de obra esclava”, afirmó. “No es lo mismo que Perú capture un pesquero ilegal chino, como ocurrió en 2019, que Ecuador capture un pesquero ilegal peruano artesanal. No es la misma dimensión de la embarcación, ni la situación geopolítica, ni el impacto ambiental, económico y social que genera cada una de las embarcaciones”.