La Marina de Guerra del Perú (MGP) empezó el 2018 dando golpes a la minería ilegal en la región selvática de Madre de Dios, en el sureste del país. A través de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, la MGP realizó varios operativos entre el 8 y el 10 de enero en el río Malinowski, cerca de la reserva nacional Tambopata. Durante el patrullaje del río y sus afluentes, unidades guardacostas detectaron actividades de minería ilegal.
“Realizamos un plan de operaciones”, explicó a Diálogo el Teniente Segundo de la MGP Jonathan Novoa Cabrera, adscrito a la capitanía de guardacostas de Puerto Maldonado, ciudad capital de la región de Madre de Dios. “Ubicamos los puntos e ingresamos a pie a orillas del río Malinowski, tanto la Marina como la Fiscalía”.
Los operativos fueron exitosos. Las unidades lograron la destrucción de un campamento minero clandestino, 15 bombas de succión, 17 motores, seis balsas y una motosierra.
Refuerzos de la MGP
La minería ilegal alrededor de la reserva Tambopata se remonta a muchos años. El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) –un organismo del Ministerio del Ambiente del Perú– detectó el acercamiento de actividades ilícitas en la reserva a principios del 2000. En 2015, los delincuentes se encontraban invadiendo la propia reserva por lo que el SERNANP pidió refuerzos de la MGP.
“En este escenario y ante el requerimiento del Ministerio del Ambiente, a través del SERNANP, la Marina ingresa de forma permanente a la reserva nacional Tambopata”, dijo a Diálogo el Capitán de Navío de la MGP Eduardo Silva Marzuka, jefe de la Comandancia de Operaciones Guardacostas. “La estrategia fue visualizada en dos puntos: Atacar la minería ilegal en sí alrededor del río Malinowski y cortar el tráfico ilegal de insumos, combustibles y químicos que se traficaban por los ríos”.
Para poner en marcha el plan, la MGP elaboró una unidad dedicada a la erradicación de la minería ilegal en el área de la reserva Tambopata. El grupo, cuyo personal alterna de forma quincenal, se estableció en la base Las Palmeras en el pueblo de Mazuko, en las afueras de la reserva. La unidad también cuenta con el apoyo de la capitanía de guardacostas de Puerto Maldonado.
“El área de operaciones está conformado por el río Inambari y el río Malinowski”, dijo el Cap. de Nav. Silva. “En adición [comprende] los otros ríos Madre de Dios y Tambopata, donde también se realizan operaciones contra la minería ilegal”.
Actividad devastadora
La minería ilegal tiene un gran impacto en el medioambiente peruano. La deforestación empleada en la actividad devasta la selva amazónica y el uso de mercurio en el proceso de extracción contamina los ríos y la salud de la población.
Según el Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos (MAAP, en inglés), una organización no gubernamental de los EE. UU., Perú, Colombia y Ecuador, la pérdida forestal en Perú en 2017 se estimó en casi 143 500 hectáreas. La región de Madre de Dios, indicó el MAAP, es una zona principal de deforestación.
Con el crecimiento del valor del oro en el mercado internacional, la minería ilegal se ha vuelto más mecanizada e industrializada. Asimismo las tareas de la MGP evolucionaron para detectar los campamentos y destruir los equipos utilizados, pero también controlar el transporte de insumos químicos y combustible que abastecen esa actividad.
“En [el río] Inambari el traslado ilegal de combustible es algo de todos los días que va desde Puno [ciudad al sureste del Perú] hacia la localidad de Mazuko”, dijo el Técnico Primero de la MGP Ronald Sierra, asignado a la base de Las Palmeras. Los operativos no solo son exigentes en la zona selvática, sino también riesgosos. “En una oportunidad hubo disparos con armas de retrocarga”, detalló el Técnico Primero Sierra sobre las operaciones de enero.
Esfuerzos exitosos
Con la presencia de la MGP, la reducción de las áreas invadidas ha sido notable. Aunque la deforestación continúa en Madre de Dios, el MAAP indicó que la perdida forestal en el 2017 es la más baja de los últimos cinco años. Asimismo, según información de la reserva Tambopata, se recuperó el 95 por ciento, o 721 hectáreas, de las áreas invadidas.
Durante el 2017, la MGP logró destruir 11 campamentos, 431 balsas, 26 dragas y más de 1000 equipos diversos como motores, bombas de succión y grupos electrógenos, entre otros, en la región de Madre de Dios. La Marina también decomisó más de 23 000 galones de combustible y detuvo a 35 personas.
“Es un esfuerzo bastante considerable porque hemos dedicado un grupo de personas que está en forma permanente combatiendo en la reserva nacional Tambopata”, concluyó el Cap. de Nav. Silva. “Representa viáticos, equipamiento que durante todo el año estamos implementando […] porque tomamos como reto liberar [el área] completamente de la minería ilegal”.