El recién elegido presidente colombiano Gustavo Petro, quien tomó posesión de su cargo el 7 de agosto, está abriendo el paso para reanudar las conversaciones de paz en un intento de cumplir su promesa de buscar la “paz total”.
A mediados de septiembre, una delegación del Gobierno colombiano se reunió con líderes de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para analizar un posible inicio de diálogos de paz con las disidencias de las FARC, que rechazaron los acuerdos de la Habana en 2016. Petro publicó dos fotos en su cuenta de Twitter con la leyenda, “comienza un diálogo”; que muestran al Alto Comisionado para la Paz del Gobierno de Colombia Iván Danilo Rueda con líderes de las disidencias.
La reunión, realizada en el departamento de Caquetá, también contó con la participación de observadores internacionales de Noruega y de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, indicó el portal de noticias Notimérica de la agencia española Europa Press.

El 15 de septiembre, según reportó AFP, Rueda dijo haber recibido propuestas de diálogo de varios grupos, incluso de la disidencia que comanda Iván Márquez conocida como la Segunda Marquetalia, la cual operaría en la frontera con Venezuela y en territorio venezolano. “Podemos afirmar que él [Iván Márquez] es uno de los que ha enviado los mensajes”, dijo Rueda.
Además de buscar la plena aplicación de los acuerdos de paz con las disidencias de las FARC, Petro se comprometió a reiniciar las conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y a negociar la entrega de las bandas criminales a cambio de una reducción de las penas.
El 20 de agosto, Petro anunció haber firmado un decreto para levantar las medidas contra los líderes negociadores del ELN, como preámbulo para reanudar las negociaciones de paz con este grupo insurgente.
“He autorizado restituir los protocolos, permitir de nuevo negociadores, permitir que puedan reconectarse con su organización, suspender órdenes de captura a esos negociadores, suspender órdenes de extradición a esos negociadores para que comience un diálogo con el Ejército de Liberación Nacional para intentar construir el camino, ojalá rápido y expedito, en donde esta organización deje de ser una guerrilla insurgente en Colombia”, afirmó Petro.
La Fiscalía de la Nación precisó que se suspendían por tres meses las órdenes de captura y extradición contra 11 dirigentes del ELN, entre ellos uno de sus máximos jefes, Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, reconocidos por el Gobierno como los negociadores de ese grupo armado.
En 2017, durante el mandato de Juan Manuel Santos, se habían iniciado los diálogos de paz con este grupo guerrillero en la ciudad de Quito, Ecuador. En 2018, se trasladaron a La Habana, Cuba, pero los diálogos fueron rotos durante el Gobierno de Iván Duque a inicios del 2019, tras el atentado que el ELN realizó con un carro bomba en la Escuela Policial General Santander, al sur de Bogotá, que dejó como saldo 68 heridos y 21 muertos.