La Fuerza Pública de Colombia cerró el 2022 dando un importante golpe a la minería ilegal y las actividades de las organizaciones criminales transnacionales en las selvas del departamento de Guainía, en la Amazonía colombiana, al hallar una gran zona de extracción ilícita de oro. Las autoridades estimaron que de este sitio se obtenían una cantidad de oro, que en el mercado ilegal podría alcanzar unos USD 120 000 mensuales, informó el Ejército Nacional en un comunicado de finales de noviembre de 2022.
Este resultado se dio en el marco del Plan Perseo, mediante tropas del Comando contra el Narcotráfico y Amenazas Trasnacionales, de la Vigésima Octava Brigada, de la Octava División del Ejército, y de la Armada, que actuaron de manera conjunta con la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional. Para ello adelantaron dos acciones.
La zona de extracción ilícita de oro hallada se extendía por más de 4 kilómetros. En el sitio, fueron destruidas seis unidades de producción minera ilegal, 3000 metros de manguera y diferentes accesorios utilizados en la extracción ilícita, que estaban evaluados en más de USD 12 500.
El segundo resultado fue alcanzado por patrullas de control fluvial de la Armada sobre el río Inírida, cuando ubicaron una embarcación que transportaba 10 motores, 28 rotores, y diferentes elementos que se emplean en la extracción ilícita de oro. “La Brigada contra la Explotación Ilícita de Yacimientos Mineros (BRCMI) se encarga de realizar la coordinación y articulación con las demás fuerzas y con todas las entidades del estado para realizar operaciones conjuntas, actuando siempre bajo el concepto de la acción unificada”, dijo a Diálogo el Coronel del Ejército Nacional de Colombia Edisson Orlando Ríos Orrego, comandante de la BRCMI.
Por otra parte, la Armada organizó puestos de control con los batallones de Infantería de Marina, para patrullar los ríos y obtener inteligencia, explicó el Cnel. Ríos. Muchas de estas unidades productoras mineras las hacen en depósitos aluviales, lo cual afecta los principales ríos.
La extracción ilícita de oro trae consigo la depredación de la capa vegetal en la selva, la tala indiscriminada de bosques, así como la contaminación de los ríos con desechos resultantes del uso de químicos, afirmó el Ejército en un comunicado. “Se estima que deberán pasar más de 30 años para recuperar la capa vegetal del sector, pero el daño ambiental es irreparable debido a que las excavaciones alcanzaban una profundidad de 12 metros, creando lagunas de sedimento y lodo que han disminuido la fertilidad del suelo y, por ende, dificultan la germinación de nuevas plantas”.
“La explotación ilícita de yacimientos mineros es un factor de inestabilidad que altera el orden público (…); grupos al margen de la ley ubican estas unidades en zonas muy aisladas”, puntualizó el Cnel. Ríos. “Nuestro principal reto es lograr tener el control para hacer reconocimientos constantes y periódicos de nuestros principales ríos y en estas zonas que son aisladas (…), no solo realizar una intervención, sino para garantizar que estos hechos no se vuelvan a cometer”.
Según un informe de la Contraloría General de la República de Julio de 2022, el 85 por ciento del oro que exporta Colombia es producto de la minería ilegal, y el 66 por ciento de la minería ilegal en Colombia se hace en zonas de reserva, en parques naturales y en reservas forestales. En un informe de febrero de 2022, la Organización de los Estados Americanos indicó que más del 70 por ciento del oro extraído en Colombia procede de grupos armados ilegales.
“En comparación con el negocio ilícito de la cocaína, donde el kilo de coca puede estar en el mercado de Colombia por alrededor de USD 1050, un kilo de oro ilegal está por el orden de USD 52 000, lo que ha hecho que este negocio se haya disparado, y hoy esté contaminando de una manera crítica no solamente el río Atrato en el Chocó, sino también muchos otros ríos, lo que beneficia solamente a unas cuatro o cinco grandes organizaciones criminales”, aseguró el contralor delegado para el Medio Ambiente Gabriel Adolfo Jurado.
En el trascurso del 2022, hasta el 22 de diciembre, la BRCMI ha logrado importantes resultados contra la minería ilegal como la incautación y destrucción de 349 dragas ilegales, 49 socavones, 440 unidades de producción minera, 201 “máquinas amarillas” ilegales, 26 clasificadoras, 46 “dragones”, más de 1000 motores y 453 motobombas. Así mismo, incautó más de 1,9 millones de litros de combustible, 20 kg de mercurio y 11 kg de explosivos, concluyó el Cnel. Ríos.