La economía de Nicaragua retrocedió 10 por ciento en los últimos dos años, y se vaticina que bajará nuevamente por la interminable crisis socio-política; además, el impacto del Coronavirus (COVID-19) podría acelerar negativamente su economía, asegura el informe Impacto Económico del COVID-19 en Nicaragua, publicado por la ONG Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES).
FUNIDES señala que los posibles efectos serían la caída de la demanda de productos de exportación, que afectaría los ingresos del país. El informe prevé la disminución de remesas e inversiones extranjeras y una menor llegada de turistas. Las afectaciones ocurrirían en un momento que la economía del país está en su tercer año de recesión.
“Para que el país pueda enfrentar adecuadamente la pandemia del coronavirus es urgente que el Estado busque una solución negociada a la crisis político-social que sufre el país desde abril de 2018, para recuperar la confianza en la democracia, mejorar la actividad económica y restablecer los lazos de cooperación con otras naciones”, dijo a Diálogo Mario Arana, presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua. La vicepresidenta Rosario Murillo anunció el primer caso positivo de COVID-19 en el país el 18 de marzo.
Ningún país podrá combatir la pandemia sin la cooperación global y regional, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. El COVID-19 tendrá efectos devastadores en la economía mundial, y estos efectos serán seguramente más intensos y distintos que los sufridos durante la crisis financiera global de 2008-2009, y golpeará más fuerte en Latinoamérica, asegura FUNIDES.
La economía nicaragüense en 2020 acumula dos años de caídas: 5,7 por ciento en 2019 y 3,8 en el 2018, dice el Fondo Monetario Internacional (FMI). “En este tiempo la economía retrocedió ocho años”, comentó a Diálogo Néstor Avendaño, director de la compañía nicaragüense Consultores para el Desarrollo Empresarial.
El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo informan que no han otorgado recursos nuevos ni firmado nuevos contratos para que Nicaragua financie sus programas de inversión pública, así como la balanza de pagos. Por otro lado, el reporte de FUNIDES asegura que el coronavirus ocasionará mayor desempleo y aumento en la tasa de pobreza.
“Más de 1,4 millones de personas no pueden generar ingresos en el país. Si la recesión se profundiza podríamos declarar a Nicaragua en depresión económica” dice Avendaño. “Mientras, el sector del turismo seguido por el de la construcción, el de comercio y el financiero sufren el efecto de la crisis y la mala imagen del país”, agregó Arana.
La Cámara Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa estima que durante 2018 y 2019 más de 1000 empresas cerraron sus puertas. El coronavirus será otro golpe para el turismo, declaró a la Voz de América la presidenta de la Cámara Nicaragüense de Turismo Lucy Valenti.
“La economía creativa, democrática y victoriosa que se promueve en Nicaragua ayuda a salir adelante al país”, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo ante la crisis. “La prioridad del régimen que se proclama ‘cristiano, socialista y solidario’ no son los seres humanos, ni siquiera la economía, sino únicamente recaudar impuestos y alimentar el esquema de extorsión que mantienen a flote las finanzas públicas para pagar la planilla de la represión”, escribe en una editorial el periodista nicaragüense Carlos F. Chamorro, en el periódico español El Diario.
“El líder sandinista no demuestra interés para abordar cuestiones urgentes como la pandemia del coronavirus y la paz en el país. No habrá una negociación económica sin resolver el problema político”, finalizó Arana. “Ortega no tiene la capacidad de recuperar la economía ni la gobernabilidad”.