El 7 de agosto de 2021 arribó al aeropuerto internacional de Maiquetía, al norte de Caracas, un jet de carga de la línea Cubana de Aviación. Además de los 16 tripulantes, el vuelo número 3310 llevaba a Venezuela 280 cilindros de oxígeno de uso hospitalario vacíos, pertenecientes a la Misión Médica Cubana.
Ese mismo día, zarpó del puerto de La Guaira, en el Caribe venezolano, una patrullera de la Armada cubana, cargada con 1288 cilindros ya rellenados, que serían trasladados directamente a Santiago de Cuba.
“Ese barco llegó el 5 de agosto, y fue a buscar literalmente oxígeno (…). El avión es para devolver las bombonas, porque no tienen más”, explicó Alberto Ray, consultor y director del Risk Awareness Council, una organización basada en los EE. UU. dedicada al análisis de los problemas de seguridad en las Américas.
Las bombonas de oxígeno son una prueba más del respaldo ofrecido por el dirigente venezolano Nicolás Maduro, a su par cubano Miguel Díaz-Canel, al calor de las protestas populares que comenzaron en la isla a inicios de julio.
El 13 de julio, cuando las acciones de calle continuaban en desarrollo, Maduro declaró públicamente su respaldo a Díaz-Canel. Cuatro días después, la vicepresidenta ejecutiva venezolana Delcy Rodríguez viajó a La Habana para evaluar formas de cooperación inmediata con el mandatario cubano.
Fue entonces cuando comenzaron los arreglos para el rellenado de bombonas de oxígeno, necesarias para el tratamiento de los afectados por el coronavirus en unidades de terapia intensiva. Estas bombonas escasean en Venezuela. A finales de julio, la diputada de la Asamblea Nacional Manuela Bolívar denunció en su cuenta de Twitter que la falta de oxígeno en la mayoría de los hospitales de Venezuela estaba empeorando.
Asimismo, Venezuela ha estado enviando frijol chino, arroz y sopa a Cuba. El frijol chino distribuido en la isla es parte de lo que se incluye en las cajas del programa alimentario más conocido como el CLAP, reportó el medio de comunicación independiente cubano 14ymedio.com. Según el sitio informativo, la producción de los granos es inferior a las necesidades del CLAP.
“El envío de petróleo también se mantiene. Ya no son los 100 000 barriles diarios que llegaron a enviar, pero sí [continúa]”, dijo el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Romero. La agencia de noticias Reuters reportó que la compañía estatal de petroleo PDVSA había enviado 63 400 barriles por día a Cuba en julio.
Según Ray, el gobierno venezolano asesoró a Cuba en torno a las líneas maestras para el manejo de la crisis, en especial desde el punto de vista comunicacional.
“También colaboraron administrando los cortes de Internet. La conectividad de Cuba depende de Venezuela en buena medida”, dijo, en referencia al proyecto Alba-1, el cable submarino de fibra óptica operado por una empresa conjunta venezolana-cubana, lanzado en 2013.
El 11 de julio, miles de personas salieron a las calles a protestar contra el Gobierno cubano debido a la falta de libertades, la escasez de alimentos y medicinas, y la respuesta deficiente ante el COVID-19. Según la ONG Human Rights Watch, la represión desatada por el régimen de la isla ocasionó la muerte de por lo menos una persona, y hubo más de 500 detenciones.