Chile y Argentina patrullarán el continente Antártico mientras China busca consolidar su presencia en la zona.
El Comando del Área Naval Austral de la Armada Argentina y la Tercera Zona Naval de la Armada de Chile, realizarán la 22.ª Patrulla Antártica Naval Combinada, del 15 de noviembre al 31 de marzo de 2020, para velar por la seguridad naval, combatir la contaminación marina y asegurar la preservación del ecosistema en las aguas de la península Antártica, una zona de importancia geoestratégica.
“El interés de Chile en el Antártico es enorme, somos la puerta de entrada a ella. Con el cambio climático, el desarrollo científico que puede realizarse en la [zona] es gigantesco, para enfrentar situaciones ambientales que hace décadas no imaginábamos que ocurrirían”, dijo el Vicealmirante de la Armada de Chile Rodrigo Álvarez Aguirre, ministro de Defensa, en la ceremonia de despedida de la dotación Antártica 2019-2020, que encabeza la Armada Argentina en su primera etapa.
Cada año las fuerzas armadas de Chile y Argentina realizan esta actividad durante 120 días, dividida en cuatro etapas, en más de 15 000 millas náuticas de recorrido, por 34 bases en el Antártico operadas por diferentes países. Las embarcaciones de las dos fuerzas alternan las operaciones de rescate y salvataje, traslado de personal, combate a la polución, reparación de señalización marítima, e hidrografía para corregir cartas náuticas de uso internacional.
La patrulla, además de ser parte de los acuerdos del Tratado de Paz y Amistad de 1984, cobra importancia por el incremento del tráfico marítimo del canal Beagle hacia la zona polar, indicó a la prensa la Armada Chilena.
“El espacio protegido de la explotación comercial también adquiere relevancia para los intereses estratégicos científicos y de posicionamiento antártico de China”, dijo a Diálogo Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacifico e India de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en Argentina. “Esto impone dilemas sobre defensa y seguridad regional”.

Desde 2013 el Gobierno chino busca implantar una zona protegida o Zona Antártica Especialmente Administrada (ASMA en inglés) en su estación Kunlun, en el Domo Argus, el punto más alto del continente helado, con el argumento de resguardar el valor ambiental del área, dice el Instituto australiano Lowy para Políticas Internacionales, en el reporte Los alcances de la ambición de China en la Antártica.
De establecerse una ASMA, China tendrá el dominio del área, considerada como el mejor punto del planeta para realizar investigaciones espaciales. El plan es parte de las promesas de campaña del presidente chino Xi Jinping para obtener la gobernanza internacional, complementa el reporte. En octubre de 2019, China envió sus rompehielos Xuelong y Xuelong 2 a la misión N.º 32 en el continente blanco, para avanzar el plan de abrir su quinta estación antártica para 2022.
“China aguarda pacientemente la redefinición de reglas internacionales ante la revisión del Tratado Antártico (TA) para el 2048”, comentó Cesarin. “La atomización de posiciones a mediados de siglo podría jugar a su favor, al otorgarle mayor capacidad de imposición sobre otros actores, en particular sudamericanos”.
“Con financiamiento, el Gobierno chino hace que los países sean más tolerantes para aceptar propuestas, proyectos o cambios”, dijo a Diálogo, Juan Belikow, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires. “Es decir, te doy inversión pero tú me apoyas cuando venga la revisión del TA o su finalización”.
En septiembre, el país asiático inició conversaciones con Chile para usar el puerto de Punta Arenas para desplazar personal y materiales por vía marítima y aérea a sus laboratorios antárticos. China también mostró a Argentina su interés para la construcción del polo logístico antártico en Ushuaia, Tierra del Fuego, indicó el diario chino South China Morning Post.
Cesarin y Belikow concuerdan en que debido al cambio climático el continente helado es un espacio apetecible para China; podría facilitar la explotación de recursos en el lecho marino, corredores logísticos de navegación y reservas de petróleo. Otro aliciente para el país asiático es que la extracción de minerales sería menos complicada como consecuencia del proyectado deshielo de la capa antártica, indicaron.
“La Antártica es la puerta de entrada a un océano de oportunidades económicas para China más allá de los aspectos geoestratégicos”, aseguró Belikow. “El factor China es y será cada vez más importante en la estabilidad en la zona antártica. Sus ambiciosos planes expansivos bipolares [Ártico y Antártico], reivindicaciones soberanas en el Pacífico asiático, y creciente poderío militar y científico, pueden acelerar sus objetivos y metas”, concluyó Cesarin.