China muestra interés en invertir en la construcción de un tren interoceánico que unirá las costas atlántica y pacífica de Honduras. El proyecto ferroviario propuesto de USD 20 000 millones, con un plazo de construcción estimado de 15 años, forma parte de una iniciativa más amplia de comercio e inversión entre ambos países.
Otros proyectos incluyen la construcción de presas e infraestructuras de generación de energía, informó Reuters.
“Pekín se ha convertido en los últimos 15 años en un fuerte prestamista en la región
Latinoamericana”, dijo el 8 de agosto a Diálogo Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacifico e India, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero en Argentina. “Dentro del otorgamiento de estos créditos chinos para financiar generalmente obras de infraestructura (…) se han creado tensiones sobre la exposición crediticia de algunos países respecto a China, o lo que se ha dado llamar también la trampa china de la deuda o el sobreendeudamiento”, comentó Cesarin.
Proyecto pospuesto
El proyecto del ferrocarril se remonta a hace dos siglos y fue planteado por el entonces presidente hondureño José Trinidad Cabañas entre 1852 y 1855, según la plataforma Bloomberg Línea. La idea se retomó en 2013, cuando el Gobierno hondureño sentó un acuerdo con la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC), para construir 10 líneas ferroviarias que conectarán Puerto Castillo con el puerto de Amapola, detalló.
CHEC, empresa estatal china, y su empresa matriz, China Communications Construction Company (CCCC) han sido señaladas desde hace tiempo por presentar una serie de riesgos y se enfrentan a acusaciones en todo el mundo de corrupción, construcción deficiente, explotación de los trabajadores y prácticas financieras perjudiciales, entre otras, según informó la publicación ShareAmerica del Departamento de Estado de los EE. UU. Las empresas chinas dañan el medio ambiente y amenazan la economía y la independencia de varios países, informó The Diplomat.
En 2015 Taiwán también mostró interés, pero el proyecto nunca despegó. En marzo de 2023, el Estado hondureño rompió sus lazos diplomáticos de más de 80 años con Taiwán para establecer relaciones con Pekín, abundó Bloomberg. En el momento del anuncio, Taiwán advirtió a Honduras que no “cayera en la trampa de la deuda china”, informó el diario británico The Guardian.
Trampa china
Según Cesarin, Un ejemplo de ello son los casos de Venezuela o Ecuador, que al complicarse el pago de sus deudas con China se vieron obligados a renegociar los acuerdos, lo que conllevó a condiciones de pago más gravosas y la necesidad de ceder más concesiones de las inicialmente otorgadas para obtener los préstamos, precisó.
Otro ejemplo es Surinam, el país más pequeño de Sudamérica, que enfrenta no solo una grave crisis económica, sino que también se encuentra en la trampa de la deuda china. Incapaz de pagar los créditos al China Exim Bank y la rigidez de Pekín, le impide acceder a un paquete de alivio del Fondo Monetario Internacional, reportó la plataforma argentina Infobae.
“La experiencia plantea la cuestión de si la fórmula financiera de pago de Honduras por los créditos proyectados para el tren transoceánico, en el marco de la Franja y la Ruta a la cual se ha unido, es sólida para evitar dificultades y para que no se vea obligado a asumir concesiones aún más exigentes y difíciles de gestionar”, indicó Cesarin.
Libre comercio
Esta influencia económica le da a China poder político. El presidente Xi Jinping dejó muy claro que tiene la intención de que China “tome el centro del escenario en el mundo”, refiere la revista Barron´s.
Pekín también amplia su presencia diplomática, cultural y militar en Latinoamérica, muestra en Internet el grupo de expertos estadounidenses Council on Foreign Relations.
“Si sumamos la posible firma de un tratado de libre comercio entre China y Honduras, Tegucigalpa debe plantear complejas evaluaciones económicas, políticas y geopolíticas y recordar la presencia de la base militar estadounidense en su territorio”, dijo Cesarin. “Es crucial destacar que Honduras concesionará infraestructura a firmas chinas”.
Además, dijo Cesarin, se debe tener en cuenta que las empresas chinas pueden participar en proyectos de doble uso, tanto civil como militar. Esta característica agrega un matiz adicional al escenario, especialmente en lo que respecta a la postura hondureña, “que debe sopesar cuidadosamente estas consideraciones al tomar decisiones futuras”.