Brasil tiene el mayor número de infectados de coronavirus en toda Sudamérica, casi cuatro veces mayor en comparación con las cifras del segundo país más afectado, Perú. Para evitar que las fronteras provoquen un aumento en los contagios, las naciones que limitan con Brasil buscan medidas conjuntas para enfrentar la pandemia.
Este es el caso de la iniciativa entre las autoridades brasileñas y colombianas, que el 15 de mayo acordaron fortalecer la presencia militar en ambos lados de la frontera, en la región amazónica. Tanto en Brasil como en Colombia, los estados amazónicos son algunos de los más afectados por tener las tasas más elevadas de contagio de coronavirus.
Por eso, Colombia envió personal militar adicional a la frontera terrestre con Brasil, que permanecía cerrada desde el 17 de marzo. “Se ha tomado la decisión de militarizar con más presencia todos los puntos de frontera y ejercer el respectivo control para evitar que estén llegando casos importados de población flotante”, expresó el presidente colombiano, Iván Duque.
Las autoridades brasileñas y colombianas formarán un grupo especial de asistencia al COVID-19 en esta parte de la Amazonia, con monitoreos diarios e intercambio de información, para que ambos países respeten mutuamente las medidas que desarrollan.
Cierre de fronteras entre Brasil y Paraguay
El presidente paraguayo Mario Abdo Benítez anunció el 21 de mayo que mantendrá las restricciones de circulación de personas en la zona fronteriza entre Brasil y Paraguay, para evitar la propagación del nuevo coronavirus entre la población paraguaya. La medida estará en vigor por tiempo indeterminado. El gobierno mantiene militares en distintos puntos de la frontera. Además, se instalaron cercas de alambre en la localidad paraguaya de Pedro Juan Caballero, que forma una conurbación con el municipio brasileño de Ponta Porã.
Por otra parte, la Marina de Brasil y la Armada Paraguaya se encargan de monitorear sus fronteras acuáticas con embarcaciones y una aeronave. Ambas naciones acordaron que, mientras dure la pandemia, no utilizarán el río Paraná, que comparten ambos países. De esta manera, se solicitó a los pescadores de cada país que procuren no traspasar sus fronteras.
Brasil-Paraguay-Argentina
En el lado brasileño se intensificaron los patrullajes en la zona de la Triple Frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina, no solo con el objetivo sanitario de controlar los casos de COVID-19, sino también para evitar el desarrollo de actividades ilícitas. Los militares bloquearon ciertas carreteras e inspeccionan a personas, vehículos particulares y de carga. La operación cuenta con la coordinación de la Brigada de Infantería Mecanizada N.º 15 del Ejército Brasileño.
Las fronteras entre Brasil y Argentina permanecen cerradas desde el 15 de mayo. Por el momento, Argentina y Brasil no prevén la reapertura de sus fronteras.
No obstante, Argentina y Paraguay mantienen el tránsito de camiones de mercadería procedente de Brasil. En Argentina, los conductores deben manejar por un corredor vial, en donde hay puntos de parada específicos para abastecimiento y adquisición de alimentos. En Paraguay, los camioneros, en caso de no haber entregado la mercadería ese mismo día, no pueden dormir fuera del vehículo.
Brasil y Uruguay
La ciudad fronteriza uruguaya de Rivera, que comparte frontera con Brasil, es uno de los cruces que permanecen bloqueados, como parte de las políticas del Gobierno uruguayo para contener la circulación de personas en la zona que comparten Uruguay y Brasil.
Militares y personal de salud de Uruguay están trabajando en equipo para tomar la temperatura de los ciudadanos y realizar pruebas de detección de coronavirus. El 25 de mayo, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou anunció que estaba negociando un acuerdo binacional de emergencia sanitaria con Brasil.