Analizando información pública facilitada por Twitter, el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI) concluyó que Rusia es el principal promotor de la desinformación. Irán, China y Venezuela también ocupan un lugar destacado en el estudio. Los resultados de la investigación se publicaron en el informe Entendiendo las operaciones globales de desinformación e información, publicado el 30 de marzo de 2022.
El estudio analizó los mensajes difundidos a través de Twitter por protagonistas estatales de varios países, entre octubre de 2018 y marzo de 2021. Los investigadores del centro de estudios analizaron las actividades y el contenido de las cuentas censuradas por Twitter, en el periodo de 90 días anterior al último tuit de estas cuentas.
Rusia ocupó el primer lugar en desinformación, con las cuentas prohibidas vinculadas tanto directa como indirectamente al Estado, como la cuenta de la Agencia Rusa de Investigación en Internet, indica el reporte. Los perfiles prohibidos difundían información que mencionaba principalmente a los Estados Unidos. El contenido de estos mensajes consistía, entre otros temas, en esfuerzos para socavar a la OTAN, desacreditar a los candidatos en las elecciones estadounidenses y europeas, y ataques contra Ucrania. El estudio también destaca que “las operaciones rusas amplificaron el contenido de los medios de comunicación rusos vinculados al Estado y operaron a través de plataformas de medios sociales. Los protagonistas rusos se hicieron pasar por medios de comunicación, políticos, activistas, agencias gubernamentales y otras organizaciones”.
La desinformación es una de las armas más importantes y de mayor alcance del Kremlin, afirma el Departamento de Estado estadounidense en su página web. “Todo, desde los derechos humanos y la política medioambiental, hasta los asesinatos y las campañas de bombardeos contra civiles, son objetivos justos en el manual de jugadas malignas de Rusia”, añade el Departamento de Estado. “A pesar de estar expuesta por participar en estas actividades malignas en numerosas ocasiones, Rusia sigue trabajando en contra de las normas internacionales y la estabilidad mundial”.
Irán por su parte, que ocupó el segundo lugar, buscó agitar la división política y fomentar el malestar en los estados rivales, y al tiempo que amplificó los contenidos relacionados con las divisiones sociales en los EE. UU. La ASPI recuerda que Twitter está prohibido en Irán.
En lo que respecta a China, donde Twitter también está prohibido, el informe de ASPI destaca que las cuentas vinculadas al Estado chino generalmente trataban de influir en las actitudes de las comunidades de la diáspora china y de los ciudadanos extranjeros, sobre asuntos de política interior y exterior. Los principales temas en los que se enfocaron las campañas de desinformación fueron las protestas de Hong Kong, vistas por la población como injustificadas y violentas; el COVID-19, en el que se representó a los EE. UU. como responsable de una mala gestión de la pandemia; y las elecciones de 2020 en Taiwán, entre otros temas.
Según un comunicado del Departamento de Estado de los EE. UU. del 2 de mayo, los funcionarios del gobierno y los medios de comunicación estatales y del partido en la República Popular China (RPC) y del Partido Comunista Chino (PCC) también amplifican habitualmente la propaganda del Kremlin, las teorías conspirativas y la desinformación. Utilizando plataformas de medios sociales prohibidas en la RPC, los diplomáticos de la RPC y del PCC “difunden argumentos tendenciosos del Kremlin en múltiples idiomas y regiones de todo el mundo”, dijo el Departamento de Estado.
En un informe de marzo, la Alianza para la Seguridad Democrática, un grupo de defensa de la política exterior, indica que los diplomáticos chinos se abstuvieron de utilizar los términos “invasión” o “guerra” para describir la agresión rusa en Ucrania. Entre el 24 de febrero y el 12 de marzo, las cuentas diplomáticas y gubernamentales chinas utilizaron términos más neutrales como “asunto” (345 menciones) y “situación” (252 menciones), para describir la invasión de Ucrania.
En cuanto a Venezuela, un documento publicado por el Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales, de la Universidad de Stanford de los EE. UU., para diciembre de 2021 ya llamaba la atención lo que Twitter describía como operaciones de motivación política tipo spam, en apoyo del régimen venezolano. “Según Twitter, es posible que se haya ofrecido una compensación económica a las cuentas por una participación cuantiosa en el refuerzo de los mensajes de Maduro”, escribió el Instituto Freeman Spogli. En la investigación de ASPI los hallazgos fueron similares, observándose también un mecanismo de difusión de noticias que alineaban las acciones del régimen venezolano con las posiciones de la política exterior estadounidense. “También [las campañas] se dirigieron a [atacar] a los activistas políticos y expresaron su apoyo a los militares venezolanos”, dice el informe.