La falta de voluntad de la empresa china Guyana Manganese Inc. (GMI), para reparar una represa que dañó en 2021 genera gran controversia en Guyana. A pesar de haber recibido instrucciones claras del presidente de Guyana Irfaan Ali para reparar la represa en Matthews Ridge, Distrito Noroeste Región Uno, cuyos daños están afectando gravemente a la comunidad, GMI aún no ha cumplido, indicó el diario guyanés Kaieteur News.
“La calidad de las obras chinas es pésima, y contrasta con creces con la calidad de los EE. UU. o Europa. Ni por asomo alcanzan los estándares de estos”, dijo el 22 de julio a Diálogo Euclides Tapia, profesor titular de Relaciones Internacionales en la Universidad de Panamá. “En las infraestructuras construidas por China siempre existen riesgos de colapsos o fallas”.
El silencio de GMI, subsidiaria de Bosai Mineral Group de China, a dos años de la orden pública del presidente, constituye “un insulto al liderazgo nacional”, precisó Kaieteur News.
Los hechos
El 16 de septiembre de 2021, el embalse de Matthews Ridge de GMI colapsó, provocando inundaciones. Varios habitantes se vieron forzados a trepar a los árboles a la espera de bajara el agua. Según informó el diario guyanés Stabroeknews, los residentes habían advertido a la empresa sobre este riesgo.
Sin embargo, GMI no cambió las tuberías obsoletas del drenaje y su estructura se vio comprometida por el volumen de agua en el embalse. “Las tres tuberías subterráneas son fundamentales para drenar el agua”, dijo el presidente regional del consejo democrático uno Brentnol Ashley a StabroekNews.
A la fecha, los pobladores se ven obligados a cruzar una pendiente resbaladiza y un puente de metal inseguro, sin anclaje, detalló Kaieteur News. Esta situación representa un peligro real para todos, especialmente para los menores de edad y ancianos.
“No se puede permitir que GMI se salga con la suya. La respuesta de la empresa con un arreglo improvisado, después de múltiples quejas de los residentes de la comunidad, no es adecuada ni aceptable. Los chinos deben actuar con responsabilidad”, abundó Kaieteur News.
“Estas prácticas son características comunes de las empresas chinas, que tienen escasa preocupación por el impacto que generan en el desarrollo de las áreas donde realizan sus proyectos de construcción”, agregó Tapia.
Más acusaciones
Este escenario se suma al evento ocurrido en 2020, cuando colapsó la presa de relaves de East Montgomery Mines de Bosai, en Linden, la segunda ciudad más grande de Guyana, provocando inundaciones y bloqueando una carretera de gran importancia regional, reportó Stabroeknews.
En lugar de asumir la responsabilidad, Bosai la evadió y culpó a una secretaría del Gobierno guyanés de bloquear un canal de salida, detalló, añadando que está claro que Bosai tiene problemas con la gestión de sus estanques de relaves y en otras infraestructuras mineras, como el embalse de Pakera.
En 2016, GMI obtuvo los derechos de operación en Matthews Ridge. Desde entonces, los problemas entre la empresa, sus operaciones y la comunidad local llegaron a un punto crítico, asegura el sitio de noticias Earth Journalism Network. China lidera varios proyectos de desarrollo de infraestructura en Guyana, incluyendo los de Bosai.
Además, otras empresas chinas como BaiShanLin también enfrentaron acusaciones en el pasado, por prácticas de explotación que causan impactos ambientales y afectan los derechos socioeconómicos y de desarrollo de las comunidades locales.
Como ejemplo, los miembros de la comunidad de Matthews Ridge señalan que un área que solía ser un terreno recreativo y hogar de varias especies de aves, se convirtió en un pantano que se desborda e inunda el camino de acceso principal, detalló Earth Journalism Network.
Estos problemas se agravan aún más debido al deficiente sistema de drenaje construido por GMI, detalló. Como resultado, las inundaciones interrumpen el acceso a la aldea vecina de Port Kaituma, donde los residentes llevan a cabo gran parte de sus negocios.
“A China no le importa en lo absoluto si tiene que responder con responsabilidad cuando comente un error o un fallo, como lo que ocurre en Guyana”, expresó Tapia. “Si hay una queja, Pekín dispone no solucionarla o hacerlo a medias, porque sabe que tiene influencia económica y política en ese país”.
Coca Codo Sinclair
Este tema no solamente afecta a Guyana, sino a otros países de Latinoamérica. Numerosos proyectos de infraestructura de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China presentan fallos de construcción, entre ellos la planta hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en Ecuador, refiere el diario chileno La Tercera.
Desde su inauguración en 2016, los responsables de la compañía eléctrica estatal han encontrado más de 17 000 grietas en las ocho turbinas de la central, según la empresa estatal. Culpa de las grietas al acero defectuoso importado de China. En 2021, la empresa llevó a Sinohydro a un arbitraje internacional en Chile, que está en curso, para reparar los daños, informó La Tercera.
Llamado de advertencia
“El llamado de advertencia a los gobiernos de la región es que en la medida que se permitan las inversiones e infraestructuras chinas, en esa medida nuestros países van a estar supeditados económica y políticamente a ese país”, repara Tapia. “Hay que tener cuidado total y absoluto con esto, es un riesgo altísimo el que corremos”.
Los países no prevén esto, porque China sabe lo que hace, concluyó Tapia. Además, los países olvidan que toda esa infraestructura que China construye en todo el mundo en puntos claves va a trabajar a favor de sus propios intereses y de su partido comunista.