Un general retirado venezolano, acusado por los Estados Unidos de “narcoterrorismo” junto a Nicolás Maduro y otros funcionarios, se entregó a las autoridades de los EE. UU. en Colombia, informaron fiscales el 28 de marzo.
“El Fiscal General de la Nación [de Colombia] se enteró ayer que Cliver Alcalá se entregó a las autoridades estadounidenses”, informó la fiscalía colombiana en un comunicado, quien agregó que no existía una orden de arresto al momento de su entrega.
Alcalá se entregó el 27 de marzo a las autoridades colombianas, quienes a su vez lo entregaron a las autoridades de los EE. UU, informó el diario colombiano El Tiempo.
El militar es uno de varios exfuncionarios venezolanos de alto rango a los que junto con Maduro, Washington acusó el 26 de marzo de “narcoterrorismo”. Los EE. UU. ofrecieron USD 15 millones como recompensa por información que propicie la captura de Maduro.
Como parte de las acusaciones del Departamento de Justicia de los EE. UU., también se ofrecieron hasta USD 10 millones por la captura de Alcalá, quien durante los últimos dos años vivió en la ciudad de Barranquilla, en el norte de Colombia.
Las autoridades lo trasladaron a Nueva York en un vuelo que recibió un permiso especial para romper la estricta cuarentena declarada por el presidente de Colombia Iván Duque, en el marco de las medidas para restringir la propagación de la pandemia del coronavirus, informó El Tiempo.
El exjefe de seguridad venezolano Iván Simonovis, a quien recibieron las autoridades estadounidenses el año pasado, luego de escapar de Venezuela tras pasar 15 años detenido por el régimen izquierdista, dijo a AFP que tenía información de que Alcalá iba rumbo a Nueva York o que ya estaba allá.
“Familia, me despido por un tiempo. Enfrento mis responsabilidades por mi compromiso con la verdad”, manifestó Alcalá, de 58 años, en un video publicado en su cuenta de Instagram el 27 de marzo.
Los EE. UU. acusaron a Maduro y a otros 14 altos funcionarios y exfuncionarios venezolanos de tráfico de drogas, entre ellos Alcalá, quien fue un estrecho colaborador del difunto líder y agitador socialista Hugo Chávez, predecesor de Maduro.
Alcalá se retiró en 2013, luego de que Chávez murió de cáncer y Maduro asumió el cargo.
El exgeneral se convirtió en opositor de Maduro y escapó a Colombia, donde se unió a las fuerzas del presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, desafiando la autoridad del líder socialista.
Los EE. UU. y más de 50 países reconocen a Guaidó como presidente de Venezuela.
Las acusaciones contra altos funcionarios venezolanos constituyen la estrategia más reciente del Gobierno del presidente Trump para sacar a Maduro del poder.
Al igual que Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y autoproclamado presidente interino, los EE. UU. consideran que la presidencia de Maduro es ilegítima, debido a su controvertida reelección en 2018, ampliamente considerada fraudulenta.
Maduro respondió duramente a Trump por la acusación, y lo describió como un hombre “miserable” que “pasará a la historia como el más dañino e irracional de los presidentes estadounidenses”.