En los últimos años, los países de Latinoamérica y el Caribe sufrieron grandes catástrofes ambientales, ya sea por huracanes torrenciales o por terremotos catastróficos en la región, que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que dejaron a miles de personas desplazadas y un elevado número de víctimas humanas.
Durante un período de dos semanas en 2020, Guatemala y Honduras fueron azotadas por los huracanes Eta e Iota, lo que llevó al Ejército Sur de los Estados Unidos a desplegar soldados en la región, para ayudar en los esfuerzos de asistencia humanitaria.
Como parte de la misión del Ejército Sur para responder y estar listo en situaciones de desastre, el comando facilitó el primer ejercicio CENTAM GUARDIAN que se llevó a cabo del 1.º al 20 de mayo, para construir preparación, resistencia y confianza en toda la región de Centroamérica.

El Salvador fue el país anfitrión del ejercicio con personal militar de primera respuesta, y especialistas en ayuda y recuperación de desastres de Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y la Oficina de Asuntos Humanitarios de la Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), que participaron en el ejercicio de tres semanas de duración.
“Este ejercicio es una importante oportunidad para desarrollar la capacidad de nuestros ejércitos y de las organizaciones civiles de apoyo crítico”, dijo el Coronel del Ejército Sur de los EE. UU. Chip Karels, director de Entrenamiento y Ejercicios (TREX) “Cada una de las tres fases del ejercicio se diseñó para desarrollar tanto la capacidad como los conocimientos tácticos de los soldados y la respuesta multinacional a la catástrofe”.
Los planificadores del G7 TREX dirigieron el esfuerzo de planificación del CENTAM GUARDIAN 22, pero el Cnel. Karels mencionó que la creación del ejercicio fue un esfuerzo de equipo del Ejército Sur en todo el mando, con planificadores de otras directivas que proporcionaron un apoyo crucial en sus áreas de experiencia.
Dividido en tres fases, CENTAM GUARDIAN consistió en un ejercicio de entrenamiento sobre el terreno (FTX), un ejercicio de mesa de asistencia humanitaria y respuesta a desastres (TTX), y un ejercicio de puesto de mando operativo.
En el FTX participaron soldados estadounidenses del 7.º Grupo de Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional del Ejército de Puerto Rico y 60 soldados del Ejército de El Salvador. El FTX consistió en habilidades básicas de los soldados incluyendo primeros auxilios, movimiento, exploración terrestre y puntería básica con rifles.
“La naturaleza multinacional del CENTAM GUARDIAN ha supuesto inevitablemente un reto basado en la competencia de requisitos y en la diversidad de áreas de entrenamiento dentro de cada evento“, dijo el Cnel. Karels. “El apoyo de las naciones asociadas fue excelente y sólo gracias a sus importantes esfuerzos el ejercicio pudo tener éxito”.
Antes del TTX los participantes recibieron dos días de clases, para repasar sus conocimientos básicos sobre las metodologías de búsqueda y rescate urbano, a fin de prepararlos para el escenario de la catástrofe.
“No es una cuestión de ‘sí’, sino de ‘cuándo'”, dijo Jesús Escalona, director de Operaciones de la Cruz Roja de Costa Rica, expresando la realidad de los desastres naturales que tienen lugar en la región. Para el TTX el escenario implicó un terremoto que causó grandes daños en El Salvador, incluyendo derrumbes de edificios, sobrevivientes atrapados, y deslizamientos de tierra.
La evaluación de la parte académica y del ejercicio de mesa permitió a Hernán Ramos, jefe de grupo de la Unidad de Búsqueda y Rescate de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) de Honduras, reevaluar las prácticas de su organización en materia de búsqueda y rescate urbanos.
COPECO forma parte de una red centroamericana de organismos gubernamentales de ayuda en caso de desastre, conocida como Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres Naturales en América Central.
“Podemos examinar nuestros procedimientos operativos estándar actuales, el equipo que tenemos, y examinar cómo trabajamos conjuntamente con otro país en caso de que tengamos que dar una respuesta multinacional”, dijo Ramos. “Un terremoto que ocurra en Honduras, por ejemplo, podría tener efectos devastadores también en nuestros países vecinos. Este ejercicio permite que todo el personal de emergencia hable el mismo idioma”.
Según el Cnel. Karels, el CPX fue diseñado para desarrollar oportunidades de colaboración e intercambio de información para combatir las amenazas organizadas transnacionales. Honduras y Guatemala participaron con elementos del cuartel general de brigada, mientras que El Salvador trabajó a nivel de batallón.
La CPX se estructuró en torno a una célula de coordinación formada por oficiales de enlace de los tres ejércitos de los países asociados. Los eventos se introducían en un cuartel general nacional, se procesaban y luego se pasaban a la célula de coordinación. La célula de coordinación convertía los datos en información y los transmitía a los cuarteles generales nacionales correspondientes para que los procesaran y llevaran a cabo.
La CPX y la HA/DR TTX contaron con el apoyo de soldados de la 321.ª Brigada de Asuntos Civiles y la 54.ª Brigada de Asistencia a las Fuerzas de Seguridad.
Durante la ceremonia de clausura el General de Brigada del Ejército Sur Lynn M. Heng, subcomandante general, elogió a los salvadoreños por acoger el ejercicio y destacó la importancia del entrenamiento.
“Doy las gracias a nuestros anfitriones salvadoreños y a todos los que han trabajado con tanto ahínco para hacer realidad este ejercicio: ha sido realmente un evento de entrenamiento tremendo”, dijo el Gen. de Bda. Heng. “No se puede exagerar la importancia de este ejercicio, ya que la mayoría de las misiones humanitarias tienen lugar con poca antelación y nunca sabemos cuándo podríamos trabajar juntos en el futuro. Nuestra capacidad para coordinar y responder colectivamente como región para facilitar la llegada oportuna de la asistencia humanitaria sin duda apoyará el esfuerzo por salvar vidas y aliviar el sufrimiento”.
Con la temporada de huracanes del Atlántico de 2022 en el horizonte, Ramos mencionó que agradecía al Ejército de los EE. UU. la coordinación del CENTAM GUARDIAN 22. Mientras se preparaba para partir de El Salvador de regreso a Honduras sintió que su equipo se benefició de los escenarios de entrenamiento, y que estaría listo “sí y cuando”” ocurriera un desastre natural.
“Que el Ejército de los EE. UU. coordine este ejercicio es genial desde el punto de vista técnico y económico, porque los países de la región no tienen mucho apoyo”, dijo Ramos. “Para nosotros, tener un aliado que tiene la capacidad técnica, el poder financiero y la experiencia en el campo, es una gran ayuda para fortalecer nuestra capacidad nacional en términos de manejo de emergencias”.