Fuerzas policiales de 32 países arrestaron a más de 200 personas durante una operación multinacional para combatir el tráfico de personas y el contrabando de migrantes. En el mismo operativo, fueron identificados alrededor de 3500 inmigrantes ilegales en África, América, Asia y Europa.
Estos son los resultados de la Operación Turquesa II de Interpol, que invitó a la Policía Federal Brasileña (PF) a participar en la coordinación global de actividades. Durante la operación, utilizaron la sede de la PF en Brasilia como punto de mando y control, en donde permanecieron las autoridades policiales de Interpol y Brasil. El operativo se desarrolló durante una semana, entre el 27 de noviembre y el 4 de diciembre de 2020, apoyada en 50 000 verificaciones de bases de datos de Interpol, e información obtenida por las investigaciones de la Policía Nacional.
De las 200 detenciones realizadas, más de 30 estaban relacionadas con la explotación sexual de mujeres inmigrantes y víctimas del tráfico de personas.

En México, agentes de policía que participaron en la Operación Turquesa detuvieron al presunto líder de un grupo mexicano del crimen organizado, que se dedicaba al contrabando de migrantes empleando lanchas rápidas frente a las costas de Cuba, cuyo destino final eran los Estados Unidos. Según Interpol, una vez que los migrantes llegaban a México, los delincuentes los llevaban a un domicilio donde permanecían privados de su libertad, amenazados y torturados.
Las autoridades identificaron y rescataron a unas 100 víctimas de tráfico de personas en Brasil, Chile, El Salvador, España, República Dominicana y Uruguay.
“La Operación Turquesa II muestra cómo los grupos del crimen organizado continúan aprovechándose de las personas vulnerables que buscan una vida mejor, especialmente durante la pandemia COVID-19, y exigiendo grandes sumas de dinero, con escasa o nula reocupación por su bienestar”, afirmó el 11 de diciembre Jürgen Stock, secretario general de Interpol, durante un informe sobre los resultados de la operación.
Casos en Brasil
En Brasil, los agentes arrestaron a 17 personas durante la Operación Turquesa II, la mayoría de las cuales fueron acusadas de formar parte de una red de contrabando. Según las investigaciones, estos delincuentes llegaban a cobrar más de USD 18 200 por trasladar personas a los EE. UU. en forma ilegal.
En Brasil, las víctimas del tráfico y contrabando de personas son en su mayoría de origen boliviano, paraguayo y venezolano. Suelen establecerse en la ciudad de São Paulo, donde trabajan en condiciones similares a la esclavitud.
“Durante los últimos tres años, la Policía Federal ha rescatado a una víctima cada dos días y medio, y ha detenido a un traficante de personas cada tres días”, expresó José Roberto Peres, coordinador de lucha contra los delitos de derechos humanos de la PF.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que el tráfico de personas constituye una forma moderna de esclavitud; cuando una persona ejerce control sobre otra con el fin de explotarla. Según la ONU, más de dos millones de personas por año son víctimas de este delito en todo el mundo. La mayoría de ellos son mujeres, niños y adolescentes que son obligados a explotación sexual o trabajo esclavizado. El tráfico ilícito de migrantes, en cambio, se caracteriza por la obtención de un beneficio económico por parte de una persona involucrada en la entrada ilegal de otra a un país determinado.