Autoridades de varias naciones de Latinoamérica firmaron el acta constitutiva de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), en Brasilia, Brasil. Este documento, conocido como Tratado de Brasilia, consolida a la Comunidad como organismo policial de carácter regional, para fortalecer la cooperación e intercambio de información entre las fuerzas policiales y de seguridad de los países de América, para combatir el crimen transnacional, informó la agencia española EFE.
“Esta institución apoyará a las policías que lo conforman a perseguir el crimen transnacional sin politizar los casos”, explicó a Diálogo el 9 de diciembre Misael Rivas Soriano, abogado y criminólogo salvadoreño. “Cerrará los espacios de huida a las personas a las que se le atribuyan delitos relacionados a la corrupción, apoyo al narcotráfico o a la criminalidad organizada”.
“Inicialmente Ameripol era una idea, un libro con páginas en blanco para escribir. Pero a lo largo de los años, los socios estratégicos que están hoy aquí siguen trabajado duro y con constancia para crear un organismo regional de cooperación policial en el continente americano”, expresó el 9 de noviembre durante la firma del tratado el Dr. Andrei Passos, secretario ejecutivo de Ameripol. “Lo que antes parecía un sueño se convierte en realidad y logramos nuestra consolidación jurídica. Con la firma de este tratado internacional, Ameripol ya no estará formada por cuerpos policiales, sino por países”.
Ahora, la organización podrá recibir mandatos de los Estados miembros, o ejecutar operaciones regionales de forma autónoma, refirió la cadena alemana DW. Adicionalmente, la Comunidad cuenta con el respaldo de sus socios como organización regional.
En Latinoamérica y el Caribe se encuentra el 10 por ciento de la población global y reporta el 28 por ciento de los asesinatos ocurridos en el mundo, informó el medio nicaragüense Despacho 505.
Entre los muchos grupos que cruzan fronteras con sus actividades criminales están el Cártel de Sinaloa, de México; el Primer Comando de la Capital, de Brasil; y el Clan del Golfo, de Colombia. Estas bandas, a pesar de la persecución y golpes que reciben de diversos cuerpos policiales y militares, tienen células en toda la región y vínculos con mafias internacionales y grupos terroristas, informó la revista Forbes.
“La lucha contra el crimen organizado transnacional, que es una amenaza para nuestros países, para nuestras democracias, pero sobre todo para nuestros ciudadanos, requiere colaboración, apoyo, coordinación y trabajo conjunto entre los países”, subrayó Manuel Monsalve, subsecretario del Interior de Chile. “[Ameripol] permitirá la cooperación para la lucha contra el crimen organizado, para compartir información y desarrollar inteligencia; para llevar adelante operaciones conjuntas contra organizaciones criminales; para formar y capacitar a nuestras policías; para tener Estados más capaces para proteger la seguridad de sus ciudadanos”.
“Las colaboraciones varían según el país donde se solicite (…), porque cada país protege su jurisdicción. Por ejemplo, cuerpos policiales fuertes como la Guardia Civil, de España; y los Arma dei Carabinieri, de Italia; con doctrinas férreas, son más agresivos que incluso Interpol [Organización Internacional de Policía Criminal]”, dijo Soriano. “En estos países los organismos regionales se convierten en apoyo a las policías, que actúan con más fuerza”.
Al igual que la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación en Aplicación de la Ley (Europol) o la Interpol, Ameripol se constituye como un mecanismo de cooperación que promueve y fortalecer el apoyo policial en materia técnico-científica, para hacer más efectivo el intercambio de información de inteligencia.
“La estrategia estudiada por los directores de policía dentro de Ameripol implica el intercambio permanente de información de las unidades nacionales; la implementación de centros especializados, las capturas a través de la Red ENFAST [Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos] y la capacitación de los cuerpos policiales para reducir asimetrías y alianzas estratégicas con Europol, Interpol y otras agencias internacionales”, publicó Ameripol por X. “Además, compartiremos el análisis del crimen organizado en la región, la protección de los derechos humanos y la realización de operaciones conjuntas a través de un cronograma definido por la Coordinación de Apoyo a la Investigación Criminal de Ameripol”.
La institución también planea la creación de la unidad antidroga y combate a la trata de personas y tráfico de inmigrantes y la instalación de una red virtual contra el terrorismo, el radicalismo violento y los delitos de odio. La oficina de derechos humanos tendrá su sede en Bogotá, Colombia, informó el portal de la Agência Brasil.
En la actualidad, Ameripol está integrada por 33 cuerpos policiales de 27 países latinoamericanos: Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Trinidad y Tobago y Uruguay. Además, cuenta con 31 organismos observadores, como la Guardia Civil de España, la Interpol y la Europol, entre otros.