El Gobierno de Ecuador está intensificando su lucha contra las estructuras financieras del crimen organizado, a través de una unidad especializada de investigación de delitos económicos, informó la cadena de noticias Infobae. Esta unidad, perseguirá a quienes estén involucrados en defraudación tributaria y aduanera, blanqueo de capitales y evasión de impuestos.
“Esta iniciativa permite apuntar a un problema que surgió en los últimos años, relacionado con delitos de cuello blanco y la influencia del crimen en las altas esferas de la política, el Estado y las instituciones” explicó el 28 de marzo a Diálogo el doctor Daniel Pontón, experto en seguridad y docente de la Escuela de Seguridad y Defensa del Ecuador. “Es importante responder institucionalmente. El crimen organizado necesita penetrar al gobierno pues no puede sobrevivir por sí solo, sino en colusión con la acción del Estado en general”.
Esta nueva unidad es un esfuerzo de coordinación institucional, que se sumará al trabajo contra las estructuras criminales, que ejecutan otras entidades como la Fiscalía General de la República y la Contraloría General.
Sentencias condenatorias
“No basta con investigar; es necesario que esto se traduzca en una acción legal efectiva que realmente impacte el caudal de quienes financian el crimen organizado en Ecuador. Actualmente, las capacidades de las instituciones para combatir el lavado de activos están seriamente debilitadas; las investigaciones deben traducirse en acciones concretas”, explicó a Diálogo Glaeldys González, analista del laboratorio de ideas International Crisis Group, en Ecuador. “Esto debería materializarse en sentencias condenatorias por estos delitos, mediante un registro detallado de actividades económicas ilícitas y la identificación de indicadores y cadenas de valor financieras”.
Según estudios realizados entre 2015 y 2020, hubo un promedio de solo tres sentencias condenatorias por lavado de activos y apenas una entre 2020 y 2022, dijo González.
Ola de violencia
El 30 de marzo, en Guayaquil, un hombre armado asesinó a ocho personas e hirió de gravedad a otras ocho. El 29 de marzo, 20 asaltantes irrumpieron en un hotel de la ciudad costera de Ayampe, en el sur de Ecuador, y secuestraron a seis adultos y un niño, todos ecuatorianos, dijo el comandante de la policía local Richard Vaca a AFP. Horas después se encontraron en una carretera los cadáveres de cinco adultos con impactos de bala.
El 25 de marzo, la alcaldesa del municipio costero de San Vicente Brigitte García y su pareja Jairo Loor, director de comunicación del municipio, fueron asesinados dentro de un vehículo, reportó el periódico español El País.
“Esta ola de violencia nos da una clara información de que hay narcoterrorismo en instituciones y funcionarios públicos, los cuales estamos limpiando”, dijo el presidente ecuatoriano Daniel Noboa, por la cadena televisiva Ecuavisa. “Muy pronto saldrá a la luz”.
Durante el cierre de la II Conferencia Internacional de Consenso para la Seguridad Penitenciaria y Ciudadana, realizada en Quito el 8 de marzo, organizada por el Gobierno y la Unión Europea para identificar soluciones a la crisis de violencia en el país, Noboa reveló que las bandas criminales habrían intentado ejecutar un golpe de estado, informó la cadena alemana DW.
“La narcopolítica ha penetrado el Estado, porque aquí el enemigo a seguir es el crimen organizado, no los grupos políticos”, sostuvo Pontón. “Encontrar cómo descontaminar la política de este [flagelo] es fundamental. Creo que ahí está la principal tarea”.
Región más segura
En medio de la violencia, los vecinos y socios de Ecuador han ofrecido su apoyo. El 25 de marzo, Estados Unidos, el socio más confiable de la región, donó a Ecuador un avión C-130, valorado en USD 12 millones, para que la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) aumente sus capacidades de respuesta frente al crimen transnacional y desastres naturales, informó la Embajada estadounidense en Ecuador. Dos meses antes, durante su visita al país sudamericano, la General del Ejército de los EE. UU. Laura J. Richardson, comandante del Comando Sur de los EE. UU., hizo entrega de una donación de vehículos y equipos de asistencia en materia de seguridad para fortalecer las instituciones policiales, militares y de respuesta a desastres de Ecuador.
“Sin duda, el apoyo de nuestros aliados contra el terrorismo es una pieza clave que contribuye al desmantelamiento de delitos transnacionales como el narcotráfico, la trata de personas y los ilícitos que se comenten en el mar”, dijo Noboa durante la ceremonia de entrega. “En el marco de la cooperación conjunta, Estados Unidos nos ha donado este avión (…) para enfrentar al crimen organizado, pero también para desplegar misiones de ayuda humanitaria en todos los rincones del país”.
La aeronave tiene capacidad para transportar 92 pasajeros o 74 camillas; ya sea para movilizar tropas, ejecutar lanzamientos verticales, desplegar vehículos o hacer evacuaciones durante desastres provocados por fenómenos naturales, detalló el periódico ecuatoriano El Mercurio. “El Hércules” quedó asignado al Ala de Transporte No. 11 de la FAE.
“La efectividad de la nueva unidad y los avances en la lucha contra el blanqueo de capitales ligado al narcotráfico, también dependen del refuerzo de los mecanismos de cooperación internacional para poder combatir el flagelo. En esta lucha, los principales aliados con los que debería contar Ecuador son los Estados Unidos y la Unión Europea”, subrayó González. “Las alianzas y el apoyo de organismos internacionales como la ONU, en particular la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC); y el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) del Grupo de Acción Financiera Internacional, también son vitales”.