El informe anual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023, de la ONG francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF), evalúa el entorno para el periodismo en 180 países y territorios, y destaca los efectos sobre la libertad de prensa de “la industria del engaño” en el ecosistema digital.
Entre los principales infractores figura China, que según RFS es el mayor carcelero de periodistas del mundo y un gran exportador de contenidos propagandísticos.
“La masividad de las plataformas, la inmediatez de la información y las dinámicas en el ecosistema digital, representan (…) uno de los mayores desafíos para los medios de información, el periodismo, el gobierno, la institucionalidad, la economía, la academia y las jurisdicciones”, dijo a Diálogo el 28 de mayo Werner Zitzmann, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Medios de Información.
El índice de la libertad de prensa, difundido el 5 de mayo, refiere que el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) generativa sacude el ya de por sí frágil universo mediático ampliamente debilitado por la Web 2.0, que permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí a través de las redes sociales. La IA dirige y expulsa contenido en forma de síntesis, que burlan los principios de rigor y confiabilidad.
“Se difumina la diferencia entre lo verdadero y lo falso, lo real y lo artificial, los hechos y los artificios, vulnerando el derecho a la información”, indicó RSF en su informe. “La capacidad sin precedentes de alterar el contenido es utilizada para socavar a quienes encarnan el periodismo de calidad y debilitar el periodismo en sí”.
A través de esta tecnología se puede distorsionar a figuras públicas, como muestra un video que circuló por las redes sociales en 2022 donde mostraba falsamente a Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, llamando a su pueblo a rendirse ante Rusia, reportó The New York Times.
“Al convertirse en la nueva plaza pública para la política, las militancias, las emociones, las ideologías y las causas, se convirtieron en foros que, así como promueven oportunidades, intercambios y relacionamientos positivos, estimulan también los excesos, los desafueros, el irrespeto y los abusos”, precisó Zitzmann.
Clasificación mundial
De los países incluidos en el informe anual de RSF, la situación es “muy grave” en 31 naciones, “difícil” en 42, “problemático”, en 55, y “bueno” o “satisfactorio” en 52 países. Es decir, el ambiente para el periodismo es malo en siete de cada diez países, y satisfactorio solo en tres de cada diez, según la clasificación de RSF.
Entre las naciones peor clasificadas están Corea del Norte (en el puesto 180), China (179), Irán (177), Cuba (172), Rusia (164), Venezuela (159) y Nicaragua (158).
“El problema de la desinformación y la información falsa no es principalmente quién la origina sino el efecto que produce en quien la recibe”, comentó Zitzmann. Los crímenes de guerra de Rusia en Ucrania explican una de las peores puntuaciones, muestra el indicador de seguridad de la clasificación.
La desinformación es una forma rápida y barata de desestabilizar sociedades. El Departamento de Estado de los Estados Unidos aboga por la verdad para desarmar las desinformación, como la de Rusia, para sembrar la confusión en su guerra contra Ucrania.
Arsenal ruso
El Kremlin creó en tiempo récord un nuevo arsenal mediático para propagar el discurso de Moscú en Latinoamérica. Argentina y Brasil están en el pico de mayor penetración de las campañas pro-guerra rusa en Ucrania, reportó la plataforma estadounidense Voz de América (VOA) el 26 de abril.
En la desinformación y las noticias falsas alineadas a Rusia, que permean las sociedades de Latinoamérica, predominan las teorías conspirativas, las falsas acciones militares, el supuesto vínculo del gobierno ucraniano con el nazismo, el descrédito y la ridiculización de las fuerzas armadas ucranianas, detalló.
“En Latinoamérica (…), los impactos negativos, noticias falsas y desinformación, suelen repercutir de manera aún más desfavorable dada las situaciones políticas, socioeconómicas, polarización, cultura y niveles de educación en los distintos países”, expresó Zitzmann.
Como la verdad no favorece a Moscú los servicios de inteligencia rusos crean, encargan e influyen en sitios web, que se hacen pasar por medios fidedignos de noticias para difundir mentiras y sembrar la discordia. No hay ningún tema que esté fuera de los límites de esta manguera de falsedades, señala el Departamento estadounidense.
Los cambios implementados por Twitter en abril incrementaron la capacidad del Kremlin, China e Irán, para atraer nuevos seguidores y difundir mentiras y afirmaciones engañosas sobre Ucrania, la política estadounidense y otros temas, reportó VOA.
“El desafío hoy son las herramientas de difusión [como la IA], de ahí la importancia de los acuerdos y la autorregulación, y la formación y la pedagogía dirigida a los destinatarios”, asegura VOA. “El periodismo, el de verdad, en el mundo entero debate, experimenta y procura estar a la altura de este reto comunicacional”, abundó Zitzmann.
“El tiempo para concebir las soluciones inquieta mucho, porque la velocidad a la que se precipitan los efectos de estos desbordamientos es ya peor que el del más iracundo fenómeno natural. Lo que viene, con tecnología más rápida y agresiva, será peor”, remarcó Zitzmann.