Los cielos rugieron con los aviones cazas F-16 Fighting Falcons de la Fuerza Aérea de los EE. UU.; sonidos que rara vez se oyen en una pequeña comunidad montañosa de Sudamérica.
Lejos de sus casas y de su territorio familiar, pilotos estadounidenses viajaron a Colombia y transformaron un lugar de contingencia para realizar entrenamientos en el teatro de operaciones, además de misiones conjuntas, de coalición y de naciones socias, durante el transcurso de un importante ejercicio incional.
En julio de 2021, durante el Ejercicio Relámpago VI, en el Comando de Combate Aéreo N.° 5 (CACOM 5) en Rionegro, Colombia, aviadores y pilotos asignados al Escuadrón de Apoyo a Operaciones Expedicionarias N.° 474 y al Escuadrón de Combate Expedicionario (EFS en inglés) N.° 79, respectivamente, llevaron a cabo técnicas, tácticas y procedimientos para fortalecer la asociación de larga data entre Colombia y los EE. UU.
“La cultura del pueblo colombiano es muy parecida a la nuestra”, explicó el General de División de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Barry R. Cornish, comandante de Fuerzas Aéreas del Sur (AFSOUTH en inglés). “Tienen un gran sentido de los valores, la seguridad nacional, la democracia y la libertad. El pueblo colombiano ha sido siempre un gran amigo del pueblo estadounidense y nos comprometemos firmemente a continuar con eso”.
Durante el ejercicio Relámpago VI, la asociación entre Colombia y los EE. UU., establecida a través de la OTAN, permite que los pilotos listos para el combate integren misiones de entrenamiento y vuelo con varios modelos de aeronaves.
“Pondremos en práctica tácticas aéreas de acercamiento, fundamentos de combate y tácticas avanzadas”, expresó el Teniente Coronel de la Fuerza Aérea de los EE. UU. William McDowell, comandante del EFS N.° 79 y del Escuadrón de Apoyo a Operaciones Expedicionarias (EOSS en inglés) N.° 474. “Intentaremos superar los límites para que nuestras fuerzas aéreas y nuestros talentosos pilotos perfeccionen sus habilidades para mejorar notablemente”.
En los vuelos realizados durante el Ejercicio Relámpago VI se incluyó el entrenamiento cooperativo en maniobras básicas de combate y de combate aéreo, aunque el ejercicio reflejó fuertes implicaciones del mundo real en el mantenimiento de la seguridad regional, con incursiones de entrenamiento enfocadas en el desarrollo de tácticas de defensa aérea y ejercicios de fuerzas de gran magnitud.
“Relámpago VI esencialmente simula ciertas amenazas”, indicó el Capitán de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Jack Corriere, piloto del EFS N.° 79. “En última instancia, como pilotos, nuestro objetivo es poder llevar a cabo misiones como países socios de la OTAN y, cuando se nos solicite, podremos operar juntos y estar seguros al hacerlo”.
Para la Fuerza Aérea Colombiana esta oportunidad permitió una mayor interacción con pilotos de combate experimentados de naciones socias, que han volado en diversos ejercicios y teatros de operaciones del mundo.
“Como pilotos y como amigos hemos fortalecido nuestra interoperabilidad”, expresó el Mayor de la Fuerza Aérea Colombiana Oscar Ramos, comandante del Escuadrón de Combate N.° 111. “Tienen experiencia real en combate y eso nos ha ayudado a mejorar y ser más letales”.
El ejercicio presentó desafíos para los aviadores recién asignados al EFS N.° 79 y al EOSS N.° 474, quienes efectuaron las modificaciones necesarias para respetar y conocer el terreno, idioma y costumbres, al operar en un país extranjero.
“Hacemos las cosas de manera diferente, pero nos esforzamos por aplicar las mismas tácticas, y entrenar con pilotos de otra nación ha sido un proceso de aprendizaje”, dijo el Cap. Corriere. “En última instancia compartimos los mismos valores y objetivos y, debido a ello, pudimos entrenar aquí de manera eficiente y cumplir la misión”.
El proceso de aprendizaje continuo brindó oportunidades para que el EOSS N.° 474 genere una estrategia e implemente lo aprendido previamente en su estación de base, para llevar a cabo operaciones logísticas exitosas, trabajando en conjunto con socios colombianos.
Las operaciones logísticas comenzaron con el trabajo conjunto con personal administrativo aeronáutico en el Aeropuerto Internacional José María Córdova, que cuenta con una pista compartida para aviones militares y civiles. Aviadores del EOSS N.° 474 instalaron un sistema móvil de detención de aeronaves, y transformaron un área pequeña del CACOM 5 para preparar, lanzar y recuperar misiones de entrenamiento de combate, tanto de los cazas F-16 de la Fuerza Aérea de los EE. UU., como de los KFIR de la Fuerza Aérea Colombiana.
“La práctica que realizamos de empacar todo nuestro equipo, programar vuelos de transporte aéreo, aterrizar en bases nuevas, preparar nuestras instalaciones e incursionar rápidamente en misiones de vuelo son todas habilidades que necesitamos en combate”, expresó, luego de visitar al equipo durante el Relámpago VI, el Coronel de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Lawrence. T. Sullivan, comandante del Ala 20 de Cazas.
Durante el ejercicio, de un mes de duración, el compromiso de cooperación mutua y beneficiosa con Colombia y sus ciudadanos remite a las promesas duraderas entre socios, y permitirá una experiencia valiosa y memorable para ambas fuerzas.
“Muchos resultados estratégicos y operativos derivan de este impresionante evento”, manifestó el Tte. Cnel. McDowell. “Pero lo que más deseo es ver ese brillo y orgullo de nuestros aviadores, sabiendo que son parte de algo especial y que contribuyeron y se beneficiaron de su éxito. No se puede expresar con palabras, hay que verlo, esa forma simbólica en la que alguien se comporta, como diciendo ‘misión cumplida”.